Por Juliana Londoño / especial para El País
Intensamente-Mente 2, la esperada secuela de Disney Pixar, alcanzó un hito en la industria cinematográfica colombiana al convertirse oficialmente en la película más taquillera de todos los tiempos en el país.
Y es que, desde su estreno el pasado 13 de julio, y antes de completar su cuarta semana en cartelera, la película acumulaba más de seis millones de espectadores, superando el récord anteriormente establecido por ‘Avengers Endgame’, película de Marvel que registró 5.9 millones de espectadores.
No obstante, lo que pocos saben, es que detrás de esta gran producción, está la creatividad de un colombiano, quien fue uno de los encargados de abordar la intensa tarea de poner los gestos y las expresiones a varios personajes.
Se trata del animador Luis Uribe Córdoba, quien también ha hecho parte de Lightyear, Luca y Ciao Alberto. Estudió Diseño Industrial en la Pontificia Universidad Javeriana y descubrió la animación gracias a un taller de diseño digital. En 2010 lo contrataron en Los Ángeles para un programa de verano de animación de aprendices.
¿Cómo se generó su participación en este proyecto?
Creo que no había mucha opción porque al final todo el departamento y toda la compañía, por la complejidad del proyecto, tuvo que trabajar, entonces fue buenísimo, funcionó al final. Aunque en Pixar normalmente lo que hacen es preguntarnos qué preferencia tenemos, en qué proyecto queremos trabajar y pues creo que por el éxito de la primera ‘Inside Out’, que le gustó a mucha gente, quería trabajar en la segunda parte.
En la magia del cine, las películas animadas tienen mucho misterio. ¿Cómo es el proceso de creación de una película como esta, que duró casi seis años de producción?
En el estudio está el departamento de ‘story’ que son los que toman el guion y hacen los storyboards, después pasan al departamento de arte que diseña los escenarios y los personajes. Posteriormente, los personajes se hacen en el computador, y hay un departamento que se llama ‘layout; que son los que ponen las cámaras en las escenas y arman todo el escenario con los personajes. En este punto, nos pasan ese contenido a nosotros, el departamento de animación. El director nos asigna unas escenas, nos explica qué necesitan en cada una. A veces las escenas, pueden tener un personaje o dos, o en este caso, cinco o nueve emociones, lo que lo hacía bastante complejo y lo que hacíamos era ir y grabarnos en un cuarto de referencia.
Ponemos una cámara, nos grabamos actuando las escenas, actuando como cada personaje y después volvemos al computador donde tenemos una especie de marioneta digital, a la cual vamos moviendo, haciéndole los gestos.
Después, eso se lo presentamos al director, ahí nos hacen ajustes y correcciones y cuando ya esté la animación lista, se pasa a otros departamentos donde le ponen ropa, pelo, texturas y la iluminación. Ya al finalizar se agrega la música y queda la película.
¿Cuál es la animación con la que más se identifica?
Creo que ansiedad, la que me tocó animar más, y la que creo que tenemos todos en el estudio, sobre todo en las mañanas, cuando vamos a mostrar el trabajo a todo el equipo de animación, unas 60 personas entre productores y directores. Aunque, uno también pasa por todas las emociones, porque a veces sale bien o, a veces sale muy mal y te toca repetir lo que hiciste.
¿Cree que esta película es más para niños o para adultos?
¿Cómo es trabajar en una empresa como Pixar?
Es como nos muestran en redes sociales. Las instalaciones son muy chéveres, como un campus universitario donde hay cafetería, piscina, gimnasio y un montón de actividades como forma de recreación, pero también está la parte tecnológica, en donde tenemos diferentes salas de cine y de trabajo. Ofrecen todos los recursos para que el empleo sea súper agradable y que saque lo mejor de ti.
¿Desde su primera película, qué tanto ha cambiado la forma de hacer las cosas?
Cambia constantemente. De hecho mientras estamos en un proyecto, tenemos un equipo de ingenieros que son los que escriben el software con el que trabajamos, no es un software que se pueda comprar en cualquier parte, es hecho ahí. Lo hicieron desde 1986 cuando empezó el estudio, y cada año tiene actualizaciones. Ahora es mucho más eficiente, mucho más rápido y permite que las escenas puedan ser mucho más complejas, eso facilita el trabajo que hacemos todos los días.
Cuando uno está estudiando, a veces le resulta imposible pensar que es posible trabajar en una compañía como Pixar. ¿Qué mensaje le daría a los estudiantes?
Que es posible. Mi consejo sería: primero, especializarse en una disciplina que les guste y tratar de absorber la mayor cantidad de información. Aprender la técnica e ir haciendo ensayos. Cuando yo estaba aprendiendo, no se trataba de hacer un cortometraje súper ambicioso, sino de ir haciendo ejercicios chiquitos, que ayudarán a mejorar la técnica. A eso, le agregaría, aprovechar las redes sociales para promocionar el trabajo y conocer gente, algo clave dentro de la industria. Y por último, no intentar repetir historias, sino buscar historias originales.