Maleja Restrepo llamó recientemente la atención de sus seguidores tras conceder una entrevista a Vos Podés, en la que habló con sinceridad sobre aspectos de su vida personal. Durante la conversación, la presentadora se refirió a un difícil episodio que atravesó en su matrimonio con Tatán Mejía, el cual estuvo al borde de la ruptura debido a una situación complicada.

En la charla con Tatiana Franko, la actriz reveló que el consumo de alcohol se convirtió en un problema que casi destruye la relación con su esposo. Aunque siempre ha disfrutado de este tipo de bebidas, llegó a un punto en el que empezó a salirse de control sin que ella lo notara. Sin embargo, el paisa sí percibió ciertos comportamientos que podrían derivar en un problema más grave con el tiempo.

“A mí siempre me ha gustado tomar, me gusta, me sabe rico, me gusta el vino, la cerveza... pero llegó un momento de nuestra relación en el que yo estaba tocando el límite, donde no me podía regular, límites donde ya estaba teniendo lagunas... era repetitivo”, dijo.

Tatán Mejía y Maleja Restrepo llevan años juntos, construyendo una sólida familia. | Foto: Semana

La situación alcanzó un límite en el que la pareja se vio afectada mutuamente, por lo que el deportista decidió tomar cartas en el asunto. Según explicó Restrepo, su esposo le hizo un fuerte llamado de atención, dejando claro que debían encontrar una solución antes de que fuera demasiado tarde.

Sebas me dijo: ‘No puedo más. Paremos aquí, no puedo más. Si no querés hacer nada, fresca, yo me voy, pero decímelo. No me tengas cada semana, aquí no estoy bien, esto no me está haciendo bien a mí”, relató en el formato.

Este ultimátum fue determinante para que la presentadora reflexionara y entendiera la magnitud del problema. Al darse cuenta del impacto que su comportamiento estaba teniendo en su relación, tomó la decisión de hacer cambios significativos, pues no estaba dispuesta a perder todo lo que habían construido juntos.

“Horrible, eso fue en una finca en Villavicencio. La devuelta a Bogotá fue con un remordimiento eterno, una culpa que te da de todo. ¿Por qué voy a tirar todo a la caneca? Cuando él me dijo: ‘Hasta aquí llego’, fue horrible, fue doloroso... como que ya sentir que tu relación se sale de tus manos y que puedes perder lo más importante de tu vida, es cuando se fractura el alma. Yo tenía que hacer algo”, apuntó.

“Son muchas heridas del pasado (relacionadas con el ámbito personal), es un refugio de mucho mierderito que uno tiene. Ahí encontré eso, en el alcohol ahogué las penas. Esa fue la campanada, fue como decir: ‘Qué desastre’. Ese día tocamos fondo, ahí fue cuando pensé en que no quería mandarlo todo así”, concluyó.