Mucho se ha hablado del poderoso discurso que pronunció la actriz contra el acoso de Donald Trump a la prensa y las minorías durante los Globlos de Oro, pero porqué la voz de Meryl Streep es tan poderoso, le contamos su historia.
La actriz más premiada de Hollywood poco tiene que ver con la imagen de diva que todos tenemos. A sus 67 años no se ve como una víctima del botox, ni vive bajo el escrutinio de los paparazzis, tampoco vive desmintiendo escándalos ni mucho menos editando su reality show.
Sin embargo, ha aspirado diecinueve veces al Óscar y lo ha ganado en tres ocasiones. Cuenta con 30 nominaciones a los Globo de Oro, siendo ocho veces ganadora, acumulando así más candidaturas que ninguna otra persona en la historia.
Su larga carrera también le ha dado dos premios SAG, dos BAFTA y cinco nominaciones a los Grammy. En 2004 fue homenajeada por el American Film Institute por su contribución a la cultura estadounidense a través de las artes interpretativas, siendo la actriz más joven en ser distinguida. En 2010 fue reconocida con la Medalla Nacional de las Artes por parte de Barack Obama.
Recientemente, en la entrega de los Globo de Oro, fue honrada con el premio Cecil B. DeMille, cuyo discurso de aceptación aprovechó para enviar un mensaje que enfureció al presidente electo Donald Trump.
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Y es que el mismo esfuerzo por hacer de sus personajes inmortales lo pone en mantener su vida en privado y dar su voz a las causas que, ella cree, le necesitan.
Nació como Mary Louise Streep en 1949, en Nueva Jersey. Creció en el hogar de Mary W. Streep -una artista comercial descendiente de irlandeses- y de un ejecutivo de la industria farmacéutica, Harry W. Streep.
Quería estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale, pero el día del examen de ingreso se quedó dormida. Tomó la situación como una señal y decidió inscribirse en Yale School of Drama para dedicarse a la actuación.
Trabajó en la Compañía de Teatro de Repertorio en Phoenix, Arizona, logró una nominación a los premios Tony, se metió en la televisión porque le pareció exageradamente bello aparecer en un televisor sin formas y solo con colores donde a veces, me veía gorda, y a veces, me vía flaca.
Vive en una granja de Connecticut, alejada del mundo publicitario, al lado de su esposo, el escultor Donald Gummer, con quien tiene cuatro hijos: Henry, Marie, Grace y Luisa (las tres mujeres son actrices y han trabajado con ella en diferentes proyectos). Para criarlos dejó de trabajar tres años seguidos, algo que en los últimos años parece imposible, ya que su nombre casi siempre aparece en la lista de nominados entre lo mejor del cine cada año.
Ella fue capaz de hacer lo que realmente amaba y, al mismo tiempo, tenernos como una prioridad, contó su hija mayor a quien llaman Mamie, con quien protagonizó la película Ricki, en la que es una despreocupada mamá rockera que vuelve a casa para apoyar a su hija tras el divorcio de esta.
Al principio me preocupaba actuar enfadada hacia mi madre. No quería ser hiriente o dura. Me inquietaba que actuara tan bien que ella no pudiera diferenciar entre mi personaje y yo, explica Gummer. Pero después de la primera toma, cuando gritaron corten, la miré y tenía esa sonrisa en su cara: sabía que todo estaba bien.
Lea también: Meryl Streep, más que talento frente a las cámarasAunque lleva el apellido se su madre, le gusta que la llamen Señora Grummer, el hombre con quien ha estado casada por mas de 40 años. Dice que fue amor a primera vista y se casaron tras un corto noviazgo. A Donald lo conoció tras el fallecimiento por cáncer de su pareja, el actor John Cazale junto al que trabajó en El cazador (1979), y desde entonces jamás se ha escuchado de crisis entre ambos.
Que digan que es una de las grandes del cine la tiene sin cuidado. Solo admira, y lo ha dicho poco, a la cinco veces ganadora del Oscar, Katharine Hepburn, y a la delicada actriz francesa Simone Signoret. No tiene agentes, no tiene representantes, no se considera estrella y no le interesa la fama.
Le gusta escuchar la música country de Emmylou Harris y de la mítica Patsy Cline y evoca la guitarra de Neil Young que le recuerda pasados extremos de películas y series de televisión.
Sus premios Óscar los ganó con Kramer Vs. Kramer (1979), como actriz de reparto al lado de Dustin Hoffman, y con La decisión de Sophie (1982), como actriz principal. Para este papel tuvo que aprender a hablar idiomas con los que no había estado familiarizada, como alemán y polaco.
La cinta La Dama de Hierro le valió su tercera estatuilla como mejor actriz. Streep donó parte de las ganancias de dicha película al Museo de Historia de la Mujer.
Tras ganar su primer Óscar, Streep olvidó su galardón en el baño del teatro durante varias horas, hasta que alguien lo encontró.
La revista Forbes considera a la actriz como una de las mujeres más poderosas del mundo y figura en la lista de las 100 celebridades de Hollywood mejor pagadas. Sus ganancias anuales sobre pasan los 10 millones de dólares anuales. Para la revista People with Money, Meryl contaría con un patrimonio total de US$245 millones, incluyendo sus propiedades, inversiones en bolsa, empresas en diferentes rubros y millonarios patrocinios.
También es una activa inversionista en Fat Streep Burger, su restaurante en Washington, un equipo de fútbol americano llamado Summit Angels y tiene su propia marca de vodka: Pure Wonderstreep. Además, tiene su propia fragancia With Love from Meryl y una línea de ropa llamada Meryl Streep Seduction.
Siempre ha buscado alejarse de las etiquetas, es por eso que entre sus películas hay musicales, comedias románticas y todo tipo de dramas.
Sin embargo, para convertirse en la mejor tuvo que pasar por muchos desplantes. En 2015 Meryl contó en el programa de Graham Norton que el productor italiano Dino de Laurentiis la rechazó para el papel de Jane en el filme King Kong de 1976.
La actriz explicó que fue a la audición por la invitación del hijo de De Laurentiis, quien la había visto en una obra de teatro y había quedado impresionado con su talento.
Él (Dino) le dijo a su hijo en italiano, sin saber que yo hablaba el idioma: ¿Por qué me has traído a esta mujer tan fea?. Y le respondí que lamentaba mucho no ser tan bella, contó.
Según el portal especializado en cine, su nombre aparece en 19 créditos como actriz de películas. Le basta con ser actriz, por eso hasta ahora no se ha aventurado por la producción o lo dirección, aunque hay que tener claro que la historia de Meryl aún se sigue escribiendo.
Ha actuado en 56 películas, 9 programas de televisión y 14 obras de teatro. Sustituyó a Madonna en el filme Music of the Heart con el que fue nominada al Óscar a Mejor Actriz.
También la han rechazado
Aunque es muy difícil, si se dejan de lado las cifras, las nominaciones y los premios, aún así Meryl Streep seguiría siendo una de las mejores actrices de todos los tiempos.
Bette Davis, una de las actrices más grandiosas según los especialistas en cine de Estados Unidos, le escribió una carta en la que le decía que sentía que ella era su sucesora en el podio de primera actriz del cine norteamericano. Davis fue doble ganadora de los Óscar (por Jezabel, la tempestuosa y Dangerous ) y fue nominada 10 veces, todas en la categoría mejor actriz.
Katharine Hepburn la consideraba la mejor actriz de la pantalla grande moderna, y según la biografía de la protagonista de El león en invierno (1968), Streep era su favorita.
Pero su talento no se mide por los boletos que vende en la taquilla cada una de sus películas sino por su disciplina al preparar cada uno de sus papeles, los cuales siempre empieza a construir desde sus peinados y por su capacidad camaleónica para reinventarse en casi cinco décadas de carrera.
Sus películas imperdibles se cuentan por decenas: Los puentes de Madison (1995): con uno de sus personajes más entrañables, Francesca, quien se enamora de un fotógrafo (Clint Eastwood) que la invita a cambiar su vida. También está La mujer del teniente francés (1981), al lado de Jeremy Irons, donde Sarah, su personaje, tiene un romance con un hombre a punto de casarse.
El diablo se viste de Prada y La duda, donde encarna a una monja, la hicieron tan insoportable como exquisita en la pantalla.
Para la cinta Música del corazón, aprendió a tocar violín en tan solo ocho semanas practicando ocho horas al día y para Julie y Julia (2009) subió ocho kilos. También ha adquirido la práctica para imitar acentos. Sus compañeros de reparto destacan su habilidad para desempeñar papeles en los que tiene que hablar como australiana, británica, danesa, irlandés.
Florence Foster Jenkins, su último papel en las carteleras, se centra en una heredera neoyorquina empeñada en ser cantante de ópera pese a contar con una de las peores voces del mundo.
Meryl aseguró en una entrevista que nunca había interpretado un papel como este, el de una mujer que vivió sin saber de su reputación de soprano desafinada gracias a la protección de su marido, que la protegía de las críticas negativas que recibía.
De todas las películas para las que ha audicionado sólo la han rechazado en King Kong, American Gigolo, Lo que queda del día, Sweet Dreams y Elizabeth.
Fue considerada para el papel de Eva Perón en el film Evita (1996), que al final protagonizó Madonna. Yo canto mejor que ella. Si Madonna obtiene ese papel, ¡le arrancaré la garganta!, dijo cuando aún se analizaba cuál de las dos tenía el mejor perfil para hacer de la mujer del expresidente argentino.
Con su amiga Goldie Hawn habían acordado trabajar juntas en Thelma And Louise. Debido al embarazo de Streep, los papeles fueron para Geena Davis y Susan Sarandon.
En 1980 actuó al lado de Dustin Hoffman en la cinta Kramer vs. Kramer. Perfeccionista, meticulosa y cuidadosa en cada uno de sus personajes, se dice que cuando leyó el guión del filme dirigido por Robert Benton no le pareció que su papel representara a las mujeres que enfrentan un divorcio y las batallas que deben tener para quedar con la custodia de los hijos.
Hoffman y Benton accedieron a que se reescribiera su papel y hasta se le permitió, a la propia Streep, redactar dos de las escenas emblemáticas de la película.
Como hecho curioso, tras interpretar a Miranda Priestly en El diablo viste a la moda, Streep se quedó con las gafas que llevaba en el set. Estos lentes hacen una reaparición en Mamma Mia! durante el número de la canción Money, Money, Money.
A comienzos del nuevo milenio, la actriz llamó la atención gracias a la cinta Las horas (2002), en la que compartió créditos con Nicole Kidman y Julianne Moore; el serial Angels In America (2003), con Al Pacino y Emma Thompson, y que le valieron su segundo Emmy y el quinto Globo de Oro.
La próxima vez que se verá a Streep en la gran pantalla será en Mary Poppins Regresa, que aún se encuentra en preproducción y que espera ser estrenada en 2018.
Emily Blunt será quien dará vida a Poppin, mientras que Meryl Streep interpretará a la prima de la protagonista. Colin Firth, por su parte, se pondrá en la piel del banquero William Weatherall Wilkins. Ambos actores ya han trabajado junto a Streep en El diablo se viste a la moda y Mamma Mia!, respectivamente.
Actriz de realidad
Meryl Streep no le teme a los papeles que están inspirados en personajes reales.
Karen Silkwood: Sindicalista y trabajadora en una planta nuclear. Cinta: Silkwood (1983).Karen Blixen: Escritora danesa. Cinta: Out Of Africa (1985).Lindy Chamberlain: Mujer australiana acusada de haber matado a su hija de nueve semanas de edad. Cinta: Evil Angels (1988).Roberta Guaspari: Violinista estadunidense y maestra de música. Cinta: Music Of The Heart (1999).Susan Orlean: Periodista y escritora estadunidense. Cinta: El ladrón de orquideas (2002).Ethel Rosenberg: Ciudadana estadunidense acusada de conspiración. Serie: Angels In America (2003).Julia Child: Cocinera y presentadora estadunidense. Cinta: Julie & Julia (2009). Margaret Thatcher: Primera ministra británica. Cinta: La Dama de Hierro (2011).Emmeline Pankhurst: Fundadora del movimiento sufragista británico. Cinta: Suffragette (en preproducción).Florence Foster Jenkins: Fue una excéntrica soprano estadounidense que se hizo famosa por su completa falta de habilidad para cantar. Cinta: Florence Foster Jenkins (2016).Las películas que hay que ver
Memorias de África (1985). Meryl heroína mezquina que se casa por un título y se redime por su amor a una tierra inhóspita. El Ladrón de Orquídeas (2012). Su secuencia drogada y hablando por teléfono con Chris Cooper es junto al monólogo de La decisión de Sophie uno de los momentos de su carrera.Los Puentes de Madison (1995). El breve encuentro entre una ama de casa que ni siquiera tiene energía para estar desesperada y un atractivo forastero interpretado por Clint Eastwood, muestra a una Meryl madura, increiblemente sexy e irresistible.