El cantautor español Enrique Bunbury, quien anunció el retiro de los escenarios, ahora lanza su segundo libro de poemas: Microdosis.

De tono confesional, es un diario escrito durante los dos últimos años en el que el autor decide experimentar en su conciencia la ingesta de microdosis de psilocibina.

De esta forma Bunbury consolida su incursión en la literatura tras la aparición en 2021 de su primer poemario Exilio Topanga (La Bella Varsovia) sumando a los rasgos estéticos presentes en una atmósfera de psicodelia y una crítica a "la norma mental" del sistema.

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MicroDosis es un libro íntimo que contempla la rutina cotidiana con unos ojos que abren sin vacilaciones las puertas de otra percepción. El espacio y el tiempo adquieren una nueva profundidad igual que ocurre en los diarios de Krishnamurti, injertando en sus pasajes la herencia de la generación beat norteamericana, el onirismo de David Lynch y una plasticidad muy fílmica que recorre Los Ángeles con una red neuronal en llamas.

Tomando las palabras de Vicente Gallego en su prólogo: "De esa extinción de uno mismo en la amplitud cósmica, de esos viajes interiores donde lo consabido se torna inaceptable y lo prodigioso amanece a su prodigalidad nos hablan las páginas de este libro escrito a calzón quitado, pero lleno de afecto por todo, incluyendo el espectáculo siempre vano de este mundo".

Estará disponible a partir del 15 de marzo, en el cual, Bunbury aborda la relación con las sustancias psicodélicas convierten a este libro en una propuesta original y única en el panorama poético español, más orientado a otros vectores temáticos como las cuestiones de género, el mundo rural, la deconstrucción, un incipiente neorromanticismo y los desarrollos estéticos que se hacen eco tanto del culturalismo de los novísimos como de la relación con la realidad que propuso la poesía de la experiencia en los 90.

Con MicroDosis Bunbury pone el dedo en la llaga de la "nueva psicodelia", un fenómeno cultural que tiene su epicentro en California y que mira de nuevo a estupefacientes como el LSD, el MDMA, la ayahuasca o los hongos alucinógenos (psilocibina) atendiendo a sus efectos creativos sobre nuestra conciencia, siguiendo pautas de consumo a través de microdosis, o lo que es lo mismo, dosis tan pequeñas que apenas provocan efectos sensibles en la conciencia, pero que tomándose de forma continuada durante un largo periodo de tiempo ayudan a generar nuevas sinapsis neuronales.

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Es un poemario potente y crítico, no exento de ironía, humor y cierto dramatismo estético, que aborda un tema social que está en el candelero. En los últimos años, las drogas psicodélicas han pasado de ser un tema tabú a uno que está ganando aceptación entre la sociedad.

Los psicodélicos se encaminan incluso hacia la aprobación médica general, al haber sido designados como "terapia innovadora" por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, y haber demostrado sus efectos positivos en tratamientos para la depresión y las adicciones.