Por Juliana Londoño y L.C. Bermeo Gamboa

A sus 65 años, Andrea Bocelli es considerado el último divo italiano de repercusión mundial, heredero de una tradición de cantantes líricos como Enrico Caruso, Franco Corelli y Luciano Pavarotti, que lograron convertir la ópera en un fenómeno de masas, capaz de competir con los artistas más populares del momento, sin perder su elegancia clásica.

Pero, quizá como ningún otro, el tenor nacido el 22 de septiembre de 1958 en el pueblo de Lajatico, ubicado en la bella Toscana, debió superar grandes obstáculos de vida para conseguir que su voz fuera escuchada.

“Todos los sufrimientos y conflictos sociales encuentran su detonante en esa descabellada presunción que podríamos resumir en poner al yo en el lugar de Dios”. Andrea Bocelli, cantante.

Por eso no sorprende que al cumplir 30 años de una exitosa trayectoria artística (más de 75 millones de álbumes vendidos), contados desde su primer disco ‘II mare calmo della sera’ (1994), Bocelli haya organizado una celebración monumental, consistente en tres conciertos casi consecutivos, en el Teatro del Silenzio, mandado a construir por él, a las afueras de su pueblo natal.

Allí, el tenor italiano no solo interpretará una selección de su amplio repertorio musical, también compartirá escenario con una diversidad de artistas pop y clásicos de primera categoría, como: Ed Sheeran, Shania Twain, Jon Batiste, David Foster, Christian Nodal, Laura Pausini, Tiziano Ferro, Zucchero, Giorgia, Placido Domingo, José Carreras, Lang Lang, Aida Garifullina, Bryn Terfel y Nadine Sierra, incluyendo actuaciones con su hijo y su hija, Matteo y Virginia Bocelli.

El evento, cuyas boletas están disponibles a nivel mundial desde esta semana, fue titulado: ‘Andrea Bocelli 30: The celebration’ y se llevará a cabo los días 15, 17 y 19 de julio de este año. Además, a los conciertos están invitadas celebridades de Hollywood como Russell Crowe, Sofia Vergara y Sofia Carson, entre otros nombres aún no revelados.

Andrea Bocelli y Laura Pausini. | Foto: AFP

Pero, más que un acto de ostentación y autoalabanza, fiel a sus orígenes, el cantante afirmó que busca agradecer a su pueblo y a todos aquellos que creyeron en su talento.

“De niño, aprendí a soñar con mi futuro en el encantado silencio de estas colinas. Luego, la vida hizo que ese sueño se hiciera realidad. Hoy, 30 años después, solo puedo imaginar celebrar mi carrera y mi vida, su fuerza y su maravillosa belleza aquí en el Teatro del Silenzio, rodeado de tan maravillosos artistas y amigos. Quiero agradecer a todos los que ayudaron a que mis sueños de infancia se hicieran realidad con un concierto inolvidable”, expresó Bocelli ante el anuncio del evento.

Una voz para el mundo

Su álbum Sacred Arias fue inscrito tres años seguidos en el libro Guinness como el recopilatorio de clásicos —de un solo artista— más vendido del mundo. | Foto: AFP

El enorme éxito de Andrea Bocelli podría ocultar sus orígenes humildes, así como su difícil nacimiento, pero él no ha permitido que se olvide el poderoso acto de generosidad que tuvo su madre, una decisión por la cual el mundo cuenta hoy con su hermosa voz.

Según ha narrado él, cuando su madre estaba embarazada, tuvo complicaciones graves, por lo que los médicos recomendaron que debía abortar, dado que si continuaba su vida estaría en riesgo y el hijo nacería seguramente con alguna discapacidad. Ella, una mujer religiosa, dejó todo a Dios y a costa de su propia integridad dio a luz, logrando sobrevivir madre e hijo, aunque el bebé, como lo habían anunciado, fue diagnosticado con un glaucoma congénito que afectaba severamente su visión.

“Mi madre ignoró el consejo de que abortara por mi ceguera, apoyada por mi padre. Sin su valentía y su fe, hoy yo no estaría aquí. A menudo reflexiono, no sin emoción, en lo valientes que fueron al enseñarme a ser valiente yo mismo”, comentó en una entrevista.

Los cantantes Andrea Bocelli y Tony Bennett actúan en Central Park, Great Lawn el 15 de septiembre de 2011 en la ciudad de Nueva York. | Foto: 2011 Getty Images

Al principio, el pequeño Andrea veía, aunque con limitaciones. Sin embargo, podía desenvolverse con alguna independencia. Más, cuando tenía 12 años, mientras jugaba fútbol con sus amigos en el patio del colegio, recibió un balonazo en la cabeza que le produjo un daño permanente en su sentido de la vista, pese a los intentos de los médicos, el joven fue declarado ciego.

Para ese momento, ya había empezado su formación musical. Desde los 6 años se había interesado por aprender a cantar y tocar instrumentos, a pesar de que en su familia nadie cultivaba dicho arte. No obstante, sus padres lo apoyaron y con maestros aprendió a tocar con facilidad la flauta, el saxofón, el trombón, la guitarra y la batería, así como a cantar imitando a los artistas que escuchaba en la radio.

El joven Andrea se refugió de lleno en la música, desarrollando toda su capacidad vocal. A los 14 años ganó un concurso de canto, interpretando la canción popular napolitana ‘O sole mio’. Tampoco dejó sus intereses académicos, terminada su secundaria, se matriculó en la Universidad de Pisa para estudiar Derecho, recibiéndose como abogado.

Andrea Bocelli recibió su estrella en el Paseo de la Fama en 2010. | Foto: AFP

Justo en los años universitarios, a mediados de los 80, comenzó a trabajar en bares de piano para obtener dinero adicional que le ayudara a sobrellevar su manutención en la ciudad de Pisa. Así empezó a hacerse un nombre en los medios artísticos, pero él aún consideraba la música como una carrera secundaria, por lo que ingresó a trabajar en un tribunal.

Su gran oportunidad llegó en 1992, cuando conoció a Zucchero, el artista de rock más importante de Italia, y a Luciano Pavarotti, el tenor más reconocido del momento. Con ellos grabaría ‘Miserere’, canción que fue un éxito en Europa, por lo que en muchos conciertos de Zucchero, Bocelli era el cantante invitado, así su nombre comenzó a ser reconocido. Luego, junto a Pavarotti, el joven tenor toscano sería escuchado por millones de personas en transmisiones televisivas y por radio.

Ha vendido más de 70 millones de discos en todo el mundo y se ha presentado en escenarios de los Premos Óscar y la Gala del Premio Nobel de la Paz. | Foto: AFP

Su consagración llegó en el año 1994, cuando Bocelli ganó en el prestigioso Festival de San Remo con la canción ‘Il mare calmo della sera’, en la categoría de nuevos talentos. Para ese momento, la abogacía ya no era su prioridad y se arriesgó a grabar su primer disco, que lanzó en abril del mismo año, entrando en el Top 10 de los más escuchados en Europa y obteniendo un disco de platino en cuestión de semanas, gracias a sus ventas.

Luego vendrían las invitaciones para cantar en óperas y reafirmó su fe católica al ser convocado para dar un recital ante el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro, tendría este mismo privilegio con los papas siguientes: Benedicto XVI y Francisco I.

Su devoción religiosa es ejemplar, pocos artistas populares han dedicado tanto de su arte a las alabanzas. “La fe es humildad, es disposición a maravillarse, es la carrera hacia el Cielo que está por encima de nosotros y también dentro de nosotros: esa parte más profunda, incognoscible e inmortal que es el alma. Para mí, la fe es fundamental, es el centro de gravedad de mi vida, y afecta tanto a mi vida privada como a la profesional”, aseguró.

Por encima de su popularidad, Bocelli siempre ha considerado la música como una forma de compartir esperanza y hacer sentir que los milagros son posibles: “Yo creo que la música es todo y hay una que es buena para cada cual y otra que no, según cada criterio. De todos modos, tengo claro que no puede existir un mundo sin música, porque siempre hemos tenido sonidos en el universo”.

Entre amigos

Aunque resulte increíble, Andrea Bocelli no empezó a cantar profesionalmente sino hasta los 34 años.

En 1995 se presentó en el popular Festival de San Remo con la canción que lo lanzaría a la fama ‘Con te Partirò’, tema que poco después hizo a dúo con la soprano inglesa Sarah Brightman y que durante 14 semanas consecutivas ocupó el primer lugar en el Chart Alemán. No mucho después ambos se fueron de gira internacional (la llamaron ‘Time To Say Goodbye’). En 1997, lanzó con Sarah el álbum ‘Romanza’, que vendió más de 17 millones de copias en el mundo.

Su gran momento de consolidación internacional y conquista de América llegó en el 2000. Su álbum ‘Sacred Arias’ se convierte uno de los álbumes más vendidos, publicados por un solo artista. Esta fue su entrada en el Libro de los Récords Guinness, tras ocupar los primeros lugares durante casi tres años y medio.

Uno de sus grandes éxitos lo publicó en el año 2001: ‘Cieli de Toscana’, del que hacen parte clásicos del pop mezclados con música clásica como ‘Si Voltò’, ‘Chiara’, ‘Melodrama’ y ‘Resta Qui’.

Este álbum le otorgó dos Classical Brit Awards, incluido Álbum del Año. El éxito de este trabajo se debió en parte a los conciertos que ofreció en lugares legendarios desde China hasta Nueva York. Se convirtió en el primer cantante que dio un concierto frente a la Estatua de la Libertad, y también ostenta el honor de haber cantado frente a las pirámides de Egipto.

Ya no lo detuvo nada, al año siguiente grabó el álbum ‘Sentimento’ con el maestro Lorin Maazel; se fue de gira con Zubin Metha y la soprano Rennè Fleming, y cantó para los presidentes George W. Bush y Silvio Berlusconi. Se reencontró con Pavarotti, participó en la ópera ‘Madame Butterfly’, y realizó ‘Sentimento Tour’, ganando varias nominaciones y premios como mejor cantante clásico.

No tardó en conquistar Asia. En 2004 realiza varias giras por dicho continente, y ya como tenor más maduro graba el álbum ‘Il Trovatore’ con la ópera completa. Además lanza un nuevo álbum, totalmente pop, llamado ‘Andrea’ con el que se va de gira mundial.

En el año 2005 se presenta con la ópera Werther y realiza su primer concierto pop en Las Vegas con música de autores latinos, entre ellos: Consuelo Velázquez, Armando Manzanero, Agustín Lara, Julio Iglesias, José María Lacalle.

‘Amor’ es el décimo lanzamiento internacional del italiano, que llega a principios de 2006. Es un disco compuesto por canciones románticas y de pop estándar, en el que participaron Christina Aguilera en el tema ‘Somos Novios’, Kenny G en ‘Me Faltas’ y Stevie Wonder en las armónicas de la ‘Canción Desafinada’. Incluye temas latinos, italianos y hasta uno francés.

Tan versátil como es, en su disco Pasión, lanzado en 2013, entona canciones en italiano, inglés francés, español, portugués y napolitano, acompañado de uno de sus mejores amigos: David Foster, en el piano, y del peruano Ramon Stagnaro, en la guitarra. El sonido sensual de este álbum es complementado con ritmos de Cuba, Brasil y Portugal, respaldado de una orquesta de 63 piezas, que se grabó en Londres. Participan también Jennifer López, Nelly Furtado y Edith Piaf.

Sus éxitos no cesan. En 2018 sale ‘Tú Eres Mi Tesoro’, primer adelanto del nuevo álbum ‘Sí’. Luego lanza el sencillo ‘Fall On Me’, grabado junto a su hijo Matteo. La versión ‘Ven A Mí’ está incluida en el filme de Disney ‘El Cascanueces y Los Cuatro Reinos’.

‘Sí’ lo lleva al primer puesto del chart ‘Billboard 200′, por primera vez en su carrera. En este disco participan Dua Lipa, Ed Sheeran, Tiziano Ferro, Josh Groban y la soprano Aida Garifullina.

Rodrigo Obonaga Pineda, docente y musicólogo, lo considera extraordinario, ya que ha incursionado en la ópera, la música contemporánea, la lírica italiana, y ha entrado también en el mundo del pop, alcanzando el éxito en todo lo que ha hecho. “Diría que es un gran baladista, indudablemente, es un hombre romántico con una preciosa voz”.

Obonaga destaca que “en el mundo de la ópera está considerado como el cuarto tenor más importante, aunque se ha inclinado más hacia la música de hoy y ha sabido complacer al público. Su hoja de vida es impresionante. Es una de las personas de mayor prestigio a nivel internacional, quien ha podido unir a las personas sin distinciones de raza, ni religión”, explica.

Hombre de familia

Celine Dion y Andrea Bocelli en la 41.ª edición de los premios Grammy. | Foto: AFP

“Escuché a alguien decir: si Dios tuviera voz, sonaría como Andrea Bocelli”, dijo la cantante Celine Dion en 1998, para presentar a Andrea Bocelli, con quien cantó a duo la canción ‘The Praye’. El pasado mes de febrero, el Festival Viña del Mar, en Chile, se rindió ante el italiano, gracias a una espectacular actuación, que batió récord al estar acompañado de 114 personas, correspondiente a 74 músicos y 40 coristas mujeres.

En compañía también de su hijo Matteo Bocelli y de las artistas Larisa Martínez y Pia Toscano, el tenor presentó un show de gran nivel, que para muchos, es una de las mejores presentaciones en la historia del evento.

En sus últimas presentaciones, Bocelli ha estado acompañado por su hijo Matteo Bocelli, quien está lanzando su carrera como solista. | Foto: AFP

El italiano de 65 años de edad recibió una Gaviota de oro Inclusiva, la cual tiene un grabado en Braille. “Es la primera vez que un galardón de esta categoría se entrega para que una persona ciega pueda también disfrutar de su premio desde una perspectiva inclusiva”, comunicó la organización del Festival de Viña del Mar.

Sin embargo, aunque Andrea, quien entre sus exigencias pidió una pelota grande de pilates y un teclado, ganó Gaviotas de oro y plata, no recibió lo solicitado por el público de la Quinta Vergara, que exigía, a gritos, Gaviota de Platino para él. Los asistentes reclamaron a los animadores y productores del Festival, por “irrespetar la trayectoria de Bocelli”, dándole solo dos galardones.

“El Festival le falló al artista. La maravillosa presentación de Andrea Bocelli merecía de Gaviota de rubí, diamantes y demás, si es que existiera, qué vergüenza, el público lo pidió, no escucharon”, fue uno de los comentarios de descontento entre los miles escritos en las redes sociales contra el evento chileno.

Este máximo galardón de Platino no es habitual en Viña y ha sido entregado solamente a Luis Miguel en 2012, primero en recibirlo, a Isabel Pantoja en 2017, Luis Gatica, en 2019 y el grupo chileno Los Jaivas en 2023, en reconocimiento por sus 60 años de trayectoria.

Este es uno de los pocos “escándalos” relacionados al nombre de Andrea, quien cantó en la boda de Kim Kardashian y Kanye West en Italia.

Sin embargo, siempre cordial y dispuesto, el tenor sorprendió hace varios años, cuando en el marco de la pandemia del Covid-19, realizó declaraciones en las que pedía el fin de las restricciones, en una conferencia organizada en el Senado.

El músico explicó que al principio respaldó las medidas, pero que luego cambió de parecer. “Traté de analizar la realidad y vi que las cosas no eran como nos las contaban”, explicó. “Hubo un momento en que me sentí humillado y ofendido por la privación de la libertad de salir de casa sin haber cometido un delito y debo confesar públicamente que desobedecí esta prohibición”, concluyó.

Poco después, su perra se extravió y los usuarios, todavía furiosos por sus declaraciones en el Senado italiano, lo acusaron de maltrato animal.

El cantante había solicitado ayuda para encontrar a Pallina, quien se perdió en Cerdeña. Un día después, el artista anunció que habían perdido las esperanzas de que apareciera, con un mensaje en sus redes sociales.

La desaparición de su mascota le valió una denuncia en la Asociación Italiana de Defensa de los Animales y el Medio Ambiente, desde donde aseguraron que la pequeña perra cayó al mar, por imprudencia de sus dueños.

Verónica y Andrea asistieron juntos a la ceremonia de los Latin Grammy en 2023, premios que se celebraron en Sevilla, España. | Foto: AFP

Amor no le ha faltado, eso sí. Andrea se casó con Verónica Berti en el 2014, cuando la actriz tenía 30 años y él 55. Tuvieron una hija llamada Virginia Bocelli Berti, quien tiene 12 años. Y, ahora, su esposa es su mánager, vicepresidenta de la Fundación Andrea Bocelli, creada en 2011 para ayudar en la lucha contra la pobreza y para financiar investigaciones médicas. Verónica también ha acompañado en el escenario a Bocelli en varias ocasiones, pues tiene una excelente voz.

“La fama en sí misma no lleva a ninguna parte. Es innegable que ser apreciado es un motivo de satisfacción, pero ser famoso no constituye una cualidad”, dijo el artista en una entrevista a la Revista Misión, con motivo de un concierto en España.

Andrea y su hija Virginia. | Foto: AFP

“Hay muchas formas de ser una persona de gran valor sin ser famoso. De hecho, la fama, para adquirir una verdadera profundidad humana, representa un obstáculo, porque al ser famoso es más fácil perder el contacto con la realidad. Y sin mantener los pies firmes en el suelo, corres el riesgo de perderte. Por eso, creo que el secreto no es tanto hacer lo que amas, sino amar lo que haces”, aseguró.

Conoció a su primera esposa, Enrica, con quien tuvo dos hijos, cuando cantaba en un piano bar al principio de su carrera. Se casaron el 27 de junio de 1992. Amos nació en febrero de 1995 y Matteo, a quien está ayudando a lanzar su carrera internacionalmente, nació en 1997. La unión se desvaneció en 2002, y obtuvo la nulidad matrimonial eclesiástica.

Andrea, Verónica y la hija de ambos, Virginia, nacida en 2012, viven en Forte dei Marmi, y la exesposa de Bocelli y su dos hijos, en la residencia anterior de la pareja en la misma comuna, en Versilia.