Ernest Anthony Puente Jr., el gran Tito Puente, a quien todos recordamos como uno de los grandes artífices del desarrollo de la música latina y del jazz en Estados Unidos y el mundo, nació en Nueva York, en el Harlem Hospital Center, hace cien años. En su carrera artística se codeó con los más grandes músicos de la escena latina en la Gran Manzana, aportando sus colaboraciones a proyectos de artistas de tanta relevancia como Dizzy Gillespie, Ástor Piazzolla, Miles Davis y Duke Ellington, entre otros.
Precisamente este jueves 20 de abril, sus seguidores en el mundo entero dedicaron grandes momentos radiales, de prensa y televisión, a conmemorar el primer centenario de su natalicio.
Tito Puente, gran percusionista en el timbal, además de ser un connotado vibrafonista, nació en Nueva York, en el seno del matrimonio de los inmigrantes boricuas Ercilia y Ernest Puente, residenciados en el Spanish Harlem, donde los vecinos se quejaban de manera permanente por el sonido que producía el pequeño Ernest golpeando ollas, mesas y cuanto se le atravesaba y pudiera ser susceptible de convertirse en superficie de percusión.
Bailarín frustrado
Entre las paradojas de su vida, es importante mencionar que no fue tocando un instrumento como se inició en la música, pues desde muy niño lo que quería ser era bailarín, para lo cual tenía como pareja a su hermana Anna. Sin embargo, un accidente casero sepultó sus deseos de bailar. Se tronchó gravemente un tendón, que lo obligó a abandonar el proyecto dancístico. Su madre viendo en él la pasión por la música, lo matriculó en clases de piano, pero muy pronto tomó la decisión de abandonar estas clases para recorrer los caminos de la percusión.
Con un grupo de amigos conformó su primera agrupación a la que llamaron The Happy Boys. Empezó a frecuentar los sitios nocturnos de Nueva York, haciéndose conocer. En una de esas rondas que hacía en la semana, alguien le comentó que el baterista del cubano Frank Grillo Machito, se había ido a su servicio militar, por lo que Tito le pidió la oportunidad a Machito para tocar con ellos. Después sería Puente el que abandonaría la banda de Machito para irse a servir, en plena II Guerra Mundial, a la Marina de los Estados Unidos, donde estuvo durante tres años, entre 1942 y 1945. A su regreso tocó en las bandas de los cubanos José Curbelo, Pupi Campo y volvió con Machito.
En 1947 conforma The Picadilly Boys, con el propósito de hacer Latin Jazz, teniendo la participación eventual de músicos tan importantes como Dizzy Gillespie, Miles Davis y Duke Ellington.
Atómicos mambos, históricas descargas, inolvidables capítulos jazzísticos y la música cubana acariciada por sus arreglos, sin menoscabo de la magistral forma de interpretar los románticos boleros, hicieron de las orquestaciones de Tito Puente una forma diferente, “extraterrestre” dirían algunos, en su forma de lograr diálogos entre los instrumentos de la armonía y los instrumentos de percusión. Es que era un innato experimentador de la música. Siempre estaba en la búsqueda de nuevas sonoridades y de innovaciones en la forma de interpretar la percusión, y cuando lograba una variación en su música, se volvía un experto en ejecutarla, de que hacía un gran alarde en tarima, y que para nada molestaba a su público. Por el contrario, alardear en su instrumento se convertía en un gran show. Tal vez por esto, se le llamó, y se le sigue llamando, el rey del timbal.
Su gran versatilidad y virtuosismo, que compartía en el escenario, no lo cegaba en la dirección de orquesta, con la que mostraba humildad para dejar que sus vocalistas brillaran con luz propia. Cómo no evocar los trabajos discográficos que grabó con la gran extrovertida, la cantante cubana de Santiago, Lupe Victoria Yolí Raymond, La Lupe, mujer de difícil temperamento y exótico comportamiento.
Oye como va
Johnny Pacheco y Jerry Masucci decían que solo la bondad de Tito Puente era capaz de soportarla y aceptarla con sus excesos en tarima y fuera de ella. Otra de las grandes que grabó con Tito fue la habanera Celia Caridad Cruz Alfonso, quien cantó temas para él que no trascendieron como se esperaba, como La Rueda, del compositor mejicano Víctor Manuel Mato Argumedo, que años después convirtiera en éxito el cantante boricua José Antonio Torresola Ruiz, Frankie Ruiz, con su versión incluida en el LP Frankie Ruiz – En Vivo y a Todo Color, publicado en 1988, en Estados Unidos. Tres cantantes que estuvieron con Tito Puente fueron los boricuas Eladio Antonio Vega Ayala, Tony Vega y Ángel Santos Vega Colón (Santitos Colón), y el panameño Luis Camilo Argúmedes Berguido (Camilo Azuquita), solo por nombrar tres de la larga lista que tuvo en la delantera vocal, el Rey del Timbal.
En 1963 sucede un gran evento en la música de Tito Puente y es la aparición de su archifamoso Oye Como Va, que le entregara posteriormente al guitarrista mejicano Carlos Santana y que este posicionara, en 1970, en los primeros lugares de los hit parade del mundo latino. Después de la famosa versión de Oye Como Va de Santana, otros cantantes lo grabaron, aunque nunca lo superaron. Vocalistas de tanta importancia como la mismísima Celia Cruz, Chucho Valdés e Irakere, y los boricuas Cheo Feliciano y José Feliciano grabaron versiones del inolvidable tema.
En Los Simpson
Es que el nombre y la figura del gran Ernest Puente dieron para todo. Fue sorprendente cuando sus seguidores y los amantes de Los Simpson, asistieron a la aparición de la caricatura de Tito Puente en dos episodios de la serie. El primero estrenado por FOX el 21 de mayo de 1995 y el segundo el 17 de septiembre del mismo año, ambas partes del capítulo ‘¿Quién disparó al señor Burns?’.
Tito Puente, recomendado por Lisa Simpson, es contratado como profesor de música. Por intrigas y avaricia del Sr. Burns, Tito es despedido aduciendo que recortarían las clases de música. Luego vuelve a aparecer Tito Puente en el segundo episodio, en el que se complican aún más las cosas, pues Tito es acusado de atacar al Sr. Burns. Lisa demuestra la inocencia de Puente, pues demuestra que él había escrito una canción a Burns sobre su venganza, por lo que un juez lo declara inocente.
Última obra musical
En 1997, Puente grabó su último disco 50 Years of Swing, una compilación de algunos de sus grandes éxitos en medio siglo de carrera. Tres años después, el cantante y pianista cubano Rodolfo Foster, hoy conocido como La Palabra, lo invitó, días antes de su fallecimiento, a grabar un solo de timbal en el tema El Sabroso Son, publicado en 2000, en el álbum On Fire.
Una anécdota que tuve la oportunidad de escuchársela a Celia Cruz, es que una vez iban a emprender una gira juntos, pero Tito se enfermó y tuvo que ser hospitalizado. Celia con su magnificencia y bondad, fue a visitarlo y consolarlo. Contaba Celia que al despedirse ya en la noche, le dijo, “Tito vete a dormir con tranquilidad que cuando te repongas, haremos muchas giras más”. Tito, con su buen sentido del humor le agradeció y al despedirse le preguntó a Celia, “¿me dijiste que me vaya a dormir con quién?”. Y Celia entre carcajadas le respondió, “con tranquilidad, Tito, con tranquilidad”. Ese era el gran Tito y esa era la amistad y camaradería que le tributaba Celia.
Después de grabar con La Palabra, haría su última presentación pública, junto a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico. Esta presentación lo afectó bastante, pues sufría de arritmia cardiaca, enfermedad que finalmente le ocasionó la muerte, que le llegó cuando estaba en pleno quirófano en una operación a corazón abierto, en el NYU Langone Health de la ciudad de Nueva York, cuando transcurría el primer día de junio del 2000.
Los números en la vida artística de Tito Puente:
● Grabó 198 discos.
● Desde 1990 tiene su estrella en el Paseo de la fama de Hollywood.
● En 1992 ganó el Premio Bicentenario de James Smithson.
● Participó en la película Los Reyes del Mambo junto a Celia Cruz y Antonio Banderas.
● Fue ganador de un Premio Grammy por el álbum Mambo Birdland, en la categoría de mejor disco de música caribeña tradicional, en la primera edición de los premios Latin Grammy.
● Participó en otras producciones cinematográficas, primero con Woody Allen, en 1980, después en Salsa (1988), y en Calle 54, un documental de Fernando Trueba, en el que interpreta su tema de latin jazz New Arrival, teniendo como músicos invitados a Giovanni Hidalgo en las congas y Dave Valentin en la flauta.
● Apareció actuando en Plaza Sésamo interpretando su temas Ran Kan Kan y El Timbalón.
● Tuvo el honor de recibir la llave de la ciudad de Nueva York.
● Fue el artista invitado para la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta, Georgia.
● Fue condecorado con la Medalla Nacional de las Artes.
*Nota con información de Óscar Jaime Cardozo Estrada, Colección Planeta Salsa Casa-Museo*