Esta semana regresó el reality musical La Voz Kids, uno de los programas que más ha conquistado corazones en Colombia, no solo por el enorme talento que allí se ve, sino porque sus historias han hecho de este show de talento infantil, uno de los espacios más emotivos de la televisión nacional.
Al escenario llegaron niños de toda Colombia, pero esta vez con varios ingredientes adicionales, uno que busca sensibilizar -en el momento más oportuno, a las audiencias-, con historias de vida que hacen eco desde temas como la guerra, el bullying o la inclusión; otro con nuevos entrenadores, más talento, un nuevo presentador, y un gran giro en las audiciones a ciegas.
Uno de esos entrenadores es Miguel Ignacio Mendoza Donatti, conocido como Nacho, cantante, compositor y productor venezolano, ganador de varios premios internacionales de la música, quien llega a esta nueva versión, la sexta, ocupando por primera vez la silla de los jurados, junto a la cantautora puertorriqueña Kany García y el cantante colombiano Andrés Cepeda, el anfitrión, y ya reconocido como ícono de La Voz.
El País habló con Nacho sobre su llegada al programa, sus expectativas con el talento colombiano, y su amor por este país que también siente como suyo, y del cual se hizo ciudadano.
¿Cómo ha sido esta experiencia en Colombia, esta vez no con un proyecto musical sino como jurado? ¿Tiene expectativas?
Ha sido una experiencia renovadora para mí, siento que la vida se me hace más bonita sentado en esa silla, y que todo lo que he venido trabajando cobra sentido cuando uno tiene la oportunidad de ser guía y docente para muchos jovencitos que tienen el mismo sueño que yo tuve en algún momento. Esta es una de esas oportunidades que me permiten aprender mucho más y que me han sensibilizado. Estoy encontrando una parte de mí que me gusta mucho más.
Esta no es la primera vez que hace parte de un concurso de talentos como jurado. ¿Cómo describiría estar en esa posición?
Desde el 2012 comencé a hacer este tipo de labores en México, fue una gran experiencia. Trabajé junto a Angélica María y Belinda, y luego, en el año 2017, repetí en México. El año pasado, por primera vez fui coach de La Voz en su primera edición en República Dominicana, pero siempre eran personas más contemporáneas a nosotros, y aunque siento que fue muy especial para mí, no tenía este nivel de sensibilidad. Ahora es muy diferente porque a una persona que ha vivido experiencias similares a las tuyas, le das consejos más directos, no necesitas ser tan empático como cuando le hablas a un niño que sueña con crecer en este campo.
¿Qué es lo más complejo de trabajar con niños?
Creo que se requiere de un gran nivel de empatía. Uno debe dar consejos que le sirvan al niño para poder desarrollar mejor su carrera, cada uno desde perspectiva como coach o entrenador, pero no puede frenar sus sueños con un comentario. Siempre hay que pensar muy bien lo que vamos a decir porque podríamos herir sus sentimientos. Y no solo eso, tenemos que pensar en qué está pasando por la mente de ese niño que quizá no entiende que esto es simplemente el primer paso para un largo camino. He tenido que leer y prepararme, para impulsarlos y que ellos no pierdan el ánimo de seguir preparándose para conseguir sus sueños.
¿Qué ha aprendido de estos pequeños nuevos talentos?
El aprendizaje ha sido mucho, he aprendido sobre compañerismo porque hemos visto cómo los niños se alegran por el otro. He aprendido a no dejar perder el niño interno que uno tiene, normalmente nos vamos deteriorando con la adultez y las experiencias amargas que vivimos en nuestra vida van moldeando, de una manera distinta, nuestra esencia. Así que siento que estos niños tienen una magia enorme que yo quisiera, con todo mi corazón, que no perdieran en el camino. Con ellos he aprendido a rescatar mi inocencia, a creer de nuevo en el amor, en la amistad y a no a perder nunca la ilusión.
Ahora como colombiano, ¿qué le inspira este país y qué destaca de su gente?
Este no ha sido un amor que nació de la nada. Colombia ha sido mi hogar, aquí he sentido lo que es el apoyo incondicional y eso me ha hecho muy feliz. Comencé a gestionar mi ciudadanía en el año 2004, no fue hasta el 2017 en que obtuve la aceptación de Colombia. Así que una vez lo logré, me propuse conocer el país del que iba a ser ciudadano, y en ese proceso empecé a entender que Colombia tiene una diversidad cultural tan amplia que parecen decenas de países en uno. No es lo mismo ir a Medellín, al Pacífico, o la costa, son personalidades distintas, comidas, maneras de hablar y de vestir diferentes. He tratado de nutrirme de eso para ser dignamente un Colombiano.
Iván Lalinde será el nuevo presentador de La voz kids y acompañará a la carismática Laura Acuña. Juntos estarán con los participantes en cada una de las etapas.