Las fiestas decembrinas pueden ser un tiempo de alegría, paz y esperanza para muchos. Sin embargo, para otros tantos, estas fechas son un recordatorio de aquellos que ya no están, de las metas no alcanzadas y de las tensiones familiares que parecen agudizarse alrededor de las celebraciones navideñas.

Y es por este motivo que, ante la llegada de un nuevo año, las personas sepan darle la bienvenida a todas las emociones que se experimenten, y que puedan contar con las herramientas para tener paz en medio de lo que diciembre pueda significar para cada uno.

Aunque sea difícil, enfóquese en pequeños aspectos positivos de la temporada: una conversación agradable, una comida deliciosa o un gesto amable. | Foto: El País

Abrazar el duelo, o la alegría

Este es un tiempo ideal para cerrar de manera perfecta cada etapa: poder tachar todas las metas de la lista del 2024 o, al menos, haber avanzado en los objetivos propios.

Sin embargo, este momento de cierre debe ser una oportunidad para que cada persona se replantee quién es, en lugar de enfocarse únicamente en lo que hizo o consiguió.

Pues son mucho más que aquellas cosas que se lograron o se dejaron de hacer en el 2024, por lo que el verdadero valor del año reside en lo que aprendieron y cómo crecieron.

Así que, cuando mire hacia atrás, hágalo con compasión. Reconozca los esfuerzos que hizo, los retos que sobrellevó a lo largo del camino y los dolores que transformó, entendiendo que cada experiencia, incluso aquellas que no cumplieron con las expectativas, tienen un propósito en la vida de cada uno.

En ese sentido, la frustración de no haber alcanzado todo lo que se propuso es válida, pero no debe ser el único sentimiento que se quede con usted al cerrar el año.

Para el nuevo año, la invitación, entonces, es a redefinir sus metas hacia esa persona en la que quiere convertirse.

Aquí, es importante que pueda soñar con tener cosas materiales o alcanzar logros profesionales, sin embargo, no pierda el norte.

Piense también qué quiere lograr en su vida: una mejor salud, un mejor cuerpo, trabajar sus emociones, mente, relaciones. Plantee metas realistas, alcanzables y divida aquellas que sean grandes, en pequeños objetivos que le ayuden a conseguirlo; no piense únicamente en el “sueño” en sí, sino también en aquello que necesita hacer para conseguirlo.

Ahora, si es una época marcada por el duelo o la tristeza, considere hablar con un terapeuta o consejero. No obstante, busque la compañía de amigos y familiares que le brinden comprensión y consuelo.

Recuerde que, el duelo no tiene un tiempo definido ni una forma única de vivirse. Sea amable consigo mismo y dese permiso para experimentar esta Navidad de una manera diferente.

Enfocarse en los momentos significativos con sus seres queridos, puede ayudarle a disfrutar de las festividades con tranquilidad. | Foto: Getty Images

Guía para una Navidad en paz

Las reuniones familiares en época de fiestas pueden ser una fuente de estrés si las dinámicas no son las mejores. Las tensiones, viejos resentimientos y preguntas incómodas pueden resurgir en momentos en que se espera que todo fluya en armonía.

Pero una Navidad en paz es posible, y por este motivo aquí hay algunos tips que contribuirán a que sus celebraciones se conviertan en un momento agradable para compartir con familia y amigos.

  • Establezca límites saludables: no tiene que estar disponible para todo el mundo ni participar en todas las actividades. Elija sabiamente cuáles son importantes para usted y sea selectivo para asistir.
  • Escoja sus batallas: acepte que no todo tiene que ser perfecto. Si surgen desacuerdos, intente elegir con sabiduría en qué momentos intervenir o dejar pasar ciertas discusiones. Priorice el bienestar y la paz emocional.
  • Propicie momentos de conexión auténtica: busque compartir momentos sencillos y genuinos, sin presiones ni expectativas. A veces, una conversación tranquila, una noche de juegos o de películas navideñas en pijama, vale más que un regalo caro y una cena ostentosa.
  • Recuerde que todos tienen su propia historia: al igual que usted, cada miembro de la familia tiene su propio recorrido y emociones. Procure no tocar temas que sepa que son sensibles para sus familiares y amigos (trabajo, finanzas, relaciones, hijos), lo que puede ayudar a que las interacciones sean más empáticas.

Tenga en cuenta que las fiestas decembrinas pueden ser un momento de alta carga emocional, pero también una oportunidad para aprender a vivir con las emociones y aceptarlas.

Abrazar tanto la tristeza como la alegría, redefinir las metas más allá de los logros externos y aprender a vivir en paz consigo mismos y con los demás, son claves para disfrutar de una Navidad más reconfortante.

Al final, se trata de permitirse vivir el momento, con todos sus matices, para empezar el nuevo año con más esperanza y comprensión hacia nosotros mismos y hacia los demás.

La Navidad puede estar llena de nostalgia ante la pérdida de un ser querido. Sin embargo, debe permitirse tener esos sentimientos. Compartir con otros, le hará sobrellevar el dolor. | Foto: Getty Images

Consejos

Cree nuevas tradiciones: si las pasadas le resultan dolorosas, considere crear nuevas formas de celebrar que honren su situación actual. Esto puede incluir gestos simbólicos para recordar a los que ya no están, como encender una vela o compartir historias sobre ellos.

Establezca prioridades: identifique lo que realmente es importante para usted durante esta temporada. Enfóquese en momentos significativos con sus seres queridos y deje de lado las actividades que solo generan presión.

Afronte las emociones: si esta época le trae recuerdos difíciles o pérdidas, permítase sentir y procesar esas emociones. Hablar con alguien de confianza o escribir sus pensamientos puede ser muy liberador.

Perfil

Mariana Arias Cuervo, psicóloga graduada con honores de la Universidad Javeriana. Conferencista TED, con experiencia en psicología clínica para la promoción y prevención de problemáticas en salud mental como ansiedad, depresión, estrés, duelo y enfermedades crónicas. Psicoterapeuta individual, de pareja y familia.