A todos les puede pasar, hasta al mismísimo Rey de Inglaterra, que en cuanto se quiten un zapato salga a relucir un agujero, ya sea por el desgaste, el calzado o algún accidente.
Así quedó comprobado cuando el rey Carlos, monarca del Reino Unido y soberano de los otros catorce reinos que forman parte de la Mancomunidad de Naciones, el hombre con más años de servicio y el de más edad al momento de recibir el trono, dejó al descubierto una media rota en una visita a una mezquita de Londres.
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Y si el hombre que lo tiene todo, hasta más reinos que dedos en las dos manos, puede tener una media rota, ¿quién no puede?
El hijo de la Reina Isabel II se encontraba visitando la mezquita histórica en Brick Lane, al este de Londres, el pasado miércoles. Al ser un lugar sagrado, las personas que entran deben quitarse los zapatos. Fue en ese momento cuando el huequito se convirtió en toda una celebridad.
El Rey asistió con la reina Camila y fueron recibidos por una gran multitud mientras recorrían Brick Lane, el lugar de la comunidad bangladesí de Londres. Los simpatizantes acompañaron a la pareja real por el camino, el monarca plantó un árbol y le regalaron una caja de jalebi y samosas bengalíes.
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Aunque muchos consideran que el descuido se debe a un rasgo de sencillez del rey, y que no busca ser el centro de atención en temas de moda, para otros podría tratarse de la tendencia le destroyed, que impulsa los diseños que tienen detalles desgastados, rotos y envejecidos. Hasta la firma Balenciaga ha lazando prendas de este estilo.
Para sus detractores, es una muestra de lo “ahorrativo” que puede ser el monarca, que no invierte ni en medias, ahora mucho menos en otros asuntos de estado más serios.
¿Será que el que rey quiere imponer un estilo nuevo de moda o de reinar?