Desde que llegaron las aplicaciones de mensajería por texto, que luego evolucionaron en mensajes de voz, llamadas, videollamadas, entre otras funcionalidades de forma gratis, podría decirse que la forma en la que el mundo se comunicaba, cambió para siempre.
Atrás quedaron los llamados “horarios de llamar a una casa decente”, o el rezar pegado al teléfono de cable para que contestara una voz amigable al otro lado de la línea. De hecho, para entablar conversaciones que duran días, ni siquiera es necesario nunca más escuchar la voz del otro, solo hacen falta letras, emoticones y stickers, que dicen, de forma “más efectiva”, lo que se quiere comunicar.
Con las facilidades también llegan los excesos. “Actualmente, hemos perdido la etiqueta para comunicarnos. Es muy fácil que cualquier persona tenga acceso a nuestro contacto y se comunique con nosotros, en la forma en la que a él o a ella, mejor le apetezca. Las aplicaciones como WhatsApp o Telegram han hecho que hablemos sin importar el lugar del mundo en el que nos encontremos, ni el presupuesto con el que contamos”, comenta la terapeuta Cristina Ospina.
Pero, para ella, esta “cercanía”, también “ha abierto una puerta a nuestra intimidad, y el precio que tenemos por pagar son las notificaciones, los mensajes y llamadas de desconocidos, las cadenas indeseables, y los a veces insufribles grupos de amigos, de ex amigos, de trabajo, de intereses, de reuniones a las que no quieres asistir”.
Para la profesional, al igual que pasa con el insufrible número de correos electrónicos que nunca se logran abrir, “muchas personas presentan cuadros de ansiedad por estar pendientes de sus mensajes, porque sus jefes les pueden escribir a cualquier hora, o porque sus parejas, no les han escrito en el último minuto, o lo que es peor, es la actitud de algunas personas que se desconectan el mundo con el teléfono, olvidando que tienen a otro en frente”, agrega.
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Desencadenantes, como la emoción —o angustia— de recibir nuevos mensajes, liberan dopamina en el cerebro , una sustancia química que recompensa y motiva el comportamiento. La evolución ha llevado al hombre a desear la dopamina, lo que explica el elevado uso de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería.
Esta conexión, y el hecho de que casi todos los usuarios de teléfonos inteligentes tienen instalada la aplicación, es algo que las empresas también están usando a su favor, porque es un canal prometedor para contactar a los usuarios.
Aquí, algunas recomendaciones para hacer de WhatsApp o Telegram, un espacio más amable.
Contactos desconocidos
El que usted tenga el contacto de una persona e incluso, pueda ver la foto de perfil de esta, no lo hace su amigo. Al escribir por primera vez, siempre preséntese, diga su nombre y motivo para escribir. De hecho, diga todo lo que necesita decir en el primer mensaje, pero sea breve.
Importante: Si la persona aparece en línea, no significa que tenga que ver, leer o contestar su mensaje de inmediato.
Los grupos
Son increíbles para mantener una comunicación constante con varias personas. Ideales para ponerse de acuerdo en algo, comunicar alguna información o hacer encuestas sobre un tema. Pero también son inoportunos. Si no son necesarios, mejor no crearlos, ya que pueden molestar a muchas personas que no quieren recibir 263 notificaciones por minuto. Si ya lo creó e invitó a sus 120 amigos, explique de entrada el motivo y ponga “reglas del juego”. Si alguien no quiere estar y se sale, no se enoje, recuerde que Trump tomó la decisión de retirarse del Acuerdo de París y el mundo siguió.
Cuidado con información “importante”
El que a usted algo le resulte interesante, no quiere decir que sea oportuno para todo el mundo. Cuidado con las cadenas, especialmente las políticas, o los contenidos sensibles. Si alguien no habla con usted frecuentemente, nunca le contesta, ni le envía mensajes, deje de compartirle ese video que a usted le resultó tan gracioso. En muchos dispositivos se descarga automáticamente el contenido enviado y no es raro tener el carrete “sin memoria” por imágenes indeseadas.
Practique el bloqueo ‘on demand’. Si alguien lo merece, hágalo, primero su salud mental.
Las llamadas
Cada vez, menos personas sienten deseos de contestar una llamada de un número desconocido y mucho menos si es a través de una aplicación, en la que se tiene la sensación de que son llamadas de seres más cercanos. Hay llamadas que pueden ser un mensaje, así que antes de llamar, escriba para preguntar si está bien establecer la llamada y si ambos pueden estar atentos a la conversación al mismo tiempo.
De lo contrario, los mensajes permiten mantener la charla sin que ambos estén en el mismo tema al mismo tiempo.
Cuidado con los mensajes de voz
Recuerde que está en una aplicación de mensajes, no en una plataforma de podcasts. Si su ortografía es mala, active el corrector automático. Un audio de más de un minuto, a menos que sea contando la historia de cómo su mejor amiga conoció al hombre de su vida, puede resultar molesto por varias razones: La persona está ocupada; está en un lugar público y le da pena que todo el mundo escuche el audio; o simplemente, no le conoce y no quiere escuchar cuatro minutos de rodeos.
Cuidado con la hora
Aunque la persona que usted necesite se encuentre en línea, no quiere decir que sea hora para que usted la contacte, a menos que sea algo realmente urgente. Así que deje de resguardarse en el pretexto, “es que te vi conectado”, “es que después se me olvida”, “es para que lo tengas presente mañana a primera hora”. En este caso, recuerde los horarios de llamadas en casa de su abuela. No antes de las 9:00 a.m., no antes de las 9:00 p.m.
Nota: Si es usted quien siempre contesta a la primera notificación, deje de lado la culpa y atienda cuando realmente considere que puede hacerlo.
La app que lo cambió todo
- En 2014, Facebook adquirió WhatsApp por 19.000 millones de dólares, una mega operación incluso para los estándares de Silicon Valley.
- Según los expertos, las razones que motivaron la compra fueron el alto nivel de participación de los usuarios de WhatsApp y su dominio del mercado, especialmente en países relevantes de Europa y América Latina.
- ¿Cuántos usuarios tiene WhatsApp en 2023? Según el portal Statista, el mensajero tiene más de 2.000 millones de usuarios activos a nivel mundial.