Salir invicto de las situaciones difíciles, de las cosas imposibles ha llevado a Yeison Jiménez a ser uno de los referentes más buscados en las plataformas con su música regional colombiana, el artista de Manzanares, Caldas termina su gira nacional ‘Invicto Tour 2024′ en Santiago de Cali y le contó a El País lo que significa culminar este recorrido en la Sultana del Valle.
“Yo creo que el más sorprendido soy yo, porque la gente en el barrio Valle Grande acudió totalmente a nuestro encuentro”, esa es la alegría que le produce estar junto a sus seguidores.
Su vida lo ha llevado a ser un luchador, porque antes del reconocimiento que hoy tiene, trabajo en Corabastos en Bogotá, cantó en bares por 80.000 pesos y siempre demostró que a la vida hay que salirle al paso, hablando del nombre de su gira, Jiménez dijo: “Yo creo que he salido invicto realmente de la envidia, es el invicto de un muchacho, que lleva muchos años soñando, trabajando y que aunque nazcan muchos talentos, sigue ahí dentro de las principales personalidades del género musical”.
El invicto Tour ha sido la gira más ambiciosa que el caldense ha puesto a rodar en el país, ventas totales de cinco conciertos en la Arena Movistar en Bogotá y ciudades como Medellín y Manizales, “queremos cerrar con broche de oro en la ciudad de Cali. La ciudad merece tener este gran concierto”, afirma el cantante.
El concierto se realizará en la Arena Cañaveralejo este 16 de noviembre con apertura de puertas desde las 5:00 p. m. El evento contará con un show equino y como invitado tendrá al cantante Luis Alfonso en esta arena en Cali.
Seguir adelante en la vida
“Lo que más orgullo me da de mi carrera es que he logrado construirla de manera transparente, sin necesidad de pasar por encima de nadie, desprestigiar a otros o perjudicar a alguien para destacar. Me dediqué a hacer mi trabajo, a hacer lo que sé con amor y sacrificio, y aunque he cometido errores, no me arrepiento de casi nada. Muchas veces me he hecho esa pregunta y siempre llego a la misma conclusión: la vida es un equilibrio y un proceso”, comenta Jiménez.
Al estar en un entorno familiar complejo en su juventud, comenta el cantante que había que tomar decisiones drásticas: “Creo que lo que más me ayudó fue alejarme de todo el mundo. Tomé una maleta, me fui a un barrio donde no conocía a nadie, alquilé un cuarto y empecé desde cero. Me aparté de todos para concentrarme únicamente en mi trabajo y en lo que quería lograr. Si me hubiera quedado en el mismo barrio, con las mismas amistades y escuchando las mismas limitaciones, es probable que nada hubiera cambiado. A veces, el mismo entorno puede frenarte sin que te des cuenta”.
Y ha logrado mucho no solo para él, sino también ha buscado aportar al país “Desde el año pasado, tomamos la decisión de aportar a la sociedad de una manera diferente, más allá de la música. Nos unimos a la Fundación Trébol y comenzamos a ofrecer becas de apoyo”.
El apoyo inició con 50, luego 100, y ahora buscan alcanzar las mil becas, subsidiadas en un 50%, y algunas con descuentos del 20% o 30%. Estas becas están dirigidas a estudiantes nuevos de educación universitaria.
El programa ha tenido una gran acogida: “ya contamos con alrededor de 450 personas inscritas, y la respuesta ha sido muy positiva. Los beneficiarios están logrando comenzar sus estudios en más de 40 carreras disponibles. Considero que esto es realmente contribuir al país y a la sociedad”.
El cantante del pueblo habla de uno de sus sueños frustrados, y que ahora quiere alentar a muchos en el camino de la educación: “Uno de mis sueños frustrados fu no haber tenido la oportunidad de pasar por una universidad. Por eso, cuando Dios me dio los medios, decidí hacer algo para que muchas personas pudieran cumplir ese sueño”.
Así fue como nació esta gran iniciativa que se desarrolla a nivel nacional en alianza con la Fundación Trébol. “Mi mayor deseo es que podamos seguir llevándoles oportunidades a los jóvenes, quienes son los que más necesitan estas herramientas para crecer y aprender”.