Guillermo Prieto La Rotta estuvo en Cali durante la COP16, pasaría desapercibido para algunos, porque no estuvo invitado, pero sí presentó, en otros espacios de la ciudad, su documental sobre Malpelo, ‘Los Guerreros del Santuario’. El País habló con el periodista ambientalista.
¿Qué sensación le generó estar en Cali durante la COP16?
Por una parte, me dio alegría ver a mucha gente asistiendo a la zona verde. No me invitaron a la Cop, pero fui a presentar mi documental en un evento paralelo, también ambiental, el circuito Terra y hubo mucha asistencia. Muchos no alcanzan a dimensionar la importancia de la COP, y ahí se nota la ignorancia de algunas personas, la falta de investigación de colegas periodistas, y la mala leche de muchos medios y políticos que solo están pensando en cómo socavar el trabajo, y mientras la política sea así, no priorizando lo que se debe, para la supervivencia del humano en este planeta, esto del medio ambiente va de mal en peor. Está en las manos de los poderosos, de las grandes corporaciones, con asientos en los congresos de todos los estados, en todos los países y es muy preocupante.
Espero que después de esta COP se den soluciones determinantes a la deforestación, la emisión de CO2, y el calentamiento global por el uso de combustibles de efecto de invernadero, la devastación de los ecosistemas, océanos, selvas, humedales, montañas, páramos, y el gravísimo riesgo que corremos de perder mucha biodiversidad del planeta, incluyendo la colombiana, que es el segundo país diverso del mundo.
Hace poco hablaba de defender a las especies, ¿cuáles son las acciones para mantenerlas?
Son muchas las especies por las que debemos estar preocupados, la lista es muy larga. Por ejemplo, las abejas son responsables de la polinización, si las perdemoss, estaremos en un grave riesgo de perder nuestra seguridad alimentaria. De la vaquita marina quedan menos de 50, si no es que menos, están a una gota de la supervivencia. El rinoceronte de Sumatra, el chimpancé o el orangután en Borneo en Indonesia que se le ha quitado su medio ambiente, en un
95 % para sembrar palma y producir aceite de palma. En Colombia debemos hacer cosas radicales para el cuidado del jaguar, símbolo de nuestras selvas, y especies de aves y peces que están en peligro enfrentando la pesca industrial, como los tiburones, la punta del iceberg para hablar de otras especies marinas en peligro.
¿De qué se trata su documental y qué busca con este?
Llevo haciéndolo desde el 2017, es sobre el Pacífico colombiano, sobre Malpelo, nuestra área protegida, nombrada Patrimonio Natural de la Humanidad por las Naciones Unidas. La tenemos que preservar si queremos repoblar nuestros océanos, y no es porque sea bonita, porque los tiburones son buenos y porque tan lindas las ballenas, esa es nuestra pobre aproximación al medio ambiente, pero tan solo por motivos prácticos y de supervivencia. El océano le da la seguridad alimentaria a millones de miles de personas en el mundo y estamos a punto del colapso, la pesca industrial está arrasando con el océano.
Parte del compromiso que se hizo en la pasada COP, fue proteger el 30 % de nuestras áreas en 30 años, pero eso está solo en el papel, no hay voluntad política más que figurar con la bandera del medio ambiente, pero eso se tiene que traducir en acciones, en inversión verdadera. Es terrible que todas las acciones climáticas se concentren en limpiezas de playas, las empresas patrocinan limpiezas de playas que a la larga solo sirven simbólicamente, y es una mala manera de afrontar el problema del plástico. Nadie se concentra ni ayuda a las iniciativas importantes y reales.
Yo conocí la iniciativa de la Fundación Biodiversity Conservation Colombia en el Pacífico y me enamoré de ella. Hice el documental de mi bolsillo, sin ninguna ayuda, como aporte al medio ambiente para visualizar no solo la iniciativa sino el problema, porque la pesca ilegal se estaba metiendo de manera dramática en Malpelo. No digo que no se pesque, pero que se pesque donde se debe y a las especies que se debe.
Después de cada proyección del documental, hice un conversatorio de media hora, para que la gente conociera a Erika López, que no sé cómo no estuvo dentro de las 16 mujeres más importantes de la COP16, así como los guardaparques de Parques Nacionales, que están a 500 kilómetros de la costa colombiana, lejos de sus familias, defendiendo este santuario y que han logrado llevar la pesca, en estos últimos 10 meses, a cero.
Es un resultado que muy pocas personas pueden mostrar, y me duele en el alma. Nosotros la presentamos en este circuito Terra y le buscamos espacios, como el Museo de la Tertulia y Oceánica, una muestra en el centro comercial Chipichape.
Un ganadero dejó parte de su hacienda para la preservación. Ya no le importa que los jaguares se le coman una vaca, en vez de salir a matarlos, está haciéndoles una reserva para que estén a salvo. De eso trata mi documental, y sigo buscando a ver si alguien lo apoya y me ayuda a presentarlo. No quiero una retribución económica, solo que la gente conozca la Fundación.
¿Qué le hace falta a la reglamentación verde en Colombia?
Nos quedamos cortos, pese a ser el segundo país más biodiverso del mundo. Incluso, todos los países se quedan cortos, incluso potencias como Estados Unidos. Hay un problema serio, la COP anterior a la COP16 fue patrocinada por Coca-Cola, una de las tres empresas más contaminantes del mundo y tenía en su mesa directiva a un esnobista del petróleo, ¿qué hace un ecologista del petróleo en algo como la COP? Supondría que tratar de bombardear iniciativas que les afecten y siento que las grandes corporaciones no están cediendo un centímetro. Han cuestionado a los gobiernos, está bien, yo soy de los que más los cuestiona, pero se está tercerizando al consumidor, al ciudadano de pie, “no consumas plástico, no uses esto o lo otro”, hay que cambiar nuestros hábitos de consumo, de otras COP no ha quedado nada, habrá que esperar las conclusiones de esta. La medida contra los plásticos o contra la deforestación es para ya, no a 15, 20 ó 30 años.
¿Qué piensa de la creación de un fondo común para el cuidado del medio ambiente, uno de los planes?
Digamos que invierten US$ 20.000 millones, fantástico, pero podría ser más. El presupuesto para la guerra en el mundo, al año, es de US$ 3 trillones, así que US$ 20 billones,
US$ 20.000 millones no es nada. Con US$3 trillones, solo con el 10 % se podría revertir el problema del cambio climático, pero no hay la mínima señal de que será así. Sigue un gran desafío, que los US$20.000 millones le lleguen a causas que se necesitan, el problema de la deforestación, la devastación del océano, las especies al borde de la extinción, la contaminación por CO2. Que esa plata no se quede en campañitas. La educación es importante, pero las acciones reales, más.
¿Cómo surgió el amor por el cuidado del medio ambiente y cuál ha sido la experiencia más fascinante?
Viene desde mi abuela que me hacía leer National Geographic cuando era un niño. Había dos canales de televisión, y me interesé rápido por los documentales y en mi juventud y en mi edad adulta, sentí un impulso por ir a la naturaleza. En la medida que la fui descubriendo, empecé a darme cuenta lo grave que está la situación medioambiental y lo mucho que necesitamos de ella para sobrevivir.
De las experiencias más gratificantes de mi carrera, fue haberme metido, a unos 400 metros adentro de un volcán a documentar un lago de lava, sentir la fuerza de la naturaleza y lo pequeñísimo que somos al salir del volcán, fue maravilloso. Les pregunté a estos científicos y documentalistas nacionales importantísimos de historia natural de Nueva York, si habíamos alcanzado el punto de no retorno y la desilusión en sus caras me lo dijo todo. Desde ese momento me prometí que lo que pudiera producir en la vida, lo iba a invertir en conocer los lugares y criaturas que no sabemos si en 20 años van a estar aquí, con el ánimo de que hablar de ellas ayude a que la gente las ame, y ame esos ecosistemas.
¿Extraña la televisión?
Lo que pasa con la televisión es que está en un momento histórico muy triste, vamos a ver si logra hacer algo para volver a levantar. Siempre la pelea con la televisión era lo que está pasando con las redes, el no producir contenidos de calidad, nutridos para el cerebro, que también pueden hacerse de manera entretenida para que tengan buenos ratings. ¿Qué extraño de la televisión? extraño el apoyo económico, yo llegué a tener un equipo de 22 personas y tuve periodistas muy buenos. Afortunadamente aun sigo con mi productora Laia Ceballos y estoy tratando de hacer unos cortos con el ánimo de que clasifiquen para que sean puestos en cines, antes de las películas, y sigo buscando apoyo para hacer documentales más grandes, como el que hice en Malpelo, quiero buscar el apoyo de plataformas para que puedan ser vistos por cientos de miles de personas, y contribuir a ese cambio de mentalidad.
Cali
“Todos los lugares de Colombia deben ser protegidos. ¿Cómo vamos a decir que somos el país más biodiverso del mundo sino cuidamos esa biodiversidad? Son tan importantes los páramos, como la selva, y el océano, como nuestro Eje Cafetero y su clima, la montaña. Hay que cuidarlos todos, porque todos están en peligro, y si se acaba uno, se rompe todo el circuito. El humano solo quiere correrle la cerca a los parques nacionales, quiere meter más vacas, más aceite de palma, más monocultivos y eso es corrosivo y destructivo, ese es uno de los principales problemas para afrontar. A Cali la adoro, tengo mucha conexión con su gente. Es un centro de cultura, música y cine, y puede resurgir, le ha tocado muy duro. Espero que la COP16 sea detonante de muchas cosas bacanas para Cali”.
“Mi documental pueden verlo en mis redes, tengo avances en mi Instagram, porque mi canal de Youtube está varado. Quiero hacer alianzas estratégicas con youtubers o generadores de contenido que les pueda interesar el medio ambiente”.
“La naturaleza es para mí la prueba de que existe una fuerza superior en este universo más allá de las religiones. Es en esta donde encuentro mi espiritualidad”. Guillermo prieto ‘Pirry’, periodista y ambientalista.