El año nuevo llega con resoluciones personales en todos los aspectos de la vida, en lo laboral, profesional, físico, mental, familiar y, desde luego, sentimental. Para muchas personas que llevan una relación amorosa, el mes de enero se convierte en el último plazo para decidir su continuidad o ruptura. Mientras unos deciden bajar de peso y otros dejar de fumar, hay parejas que optan por terminar.

Así es como cobra fuerza el llamado “efecto enero” en el amor, que según algunos estudios de firmas de abogados, aplicaciones de citas y psicólogos, provoca un incremento en el número de separaciones, rupturas y divorcios, lo que redunda directamente en la cantidad de encuentros virtuales o presenciales, y nuevas relaciones.

En algunos países, como en Reino Unido, el fenómeno tiene una fecha en que se manifiesta, se trata del primer día laboral después de las fiestas navideñas, cuando se presentan más solicitudes de divorcio. Así lo comprobó, en 2018, la firma legal británica Slater and Gordon, que aplicando una encuesta a más de 2.000 personas, descubrió que una de cada diez parejas casadas decide divorciarse en enero. Sobre las causas, dicho estudio estableció que el 37% de los consultados identificaba la situación económica como el principal motivo de conflictos maritales, y para un 22% serían diferencias irreconciliables por dinero.

Algo similar había ocurrido en 2013, en un estudio de la firma canadiense Fairway Divorce Solutions, donde descubrieron que en este país se incrementa el número de búsquedas sobre divorcios en internet justo el día después de Navidad.

Por otro lado, la página web de citas Ashley Madison, dedicada propiciar el “affaire” entre personas casadas, asegura que ha experimentado un repunte en el número de registros durante la época decembrina, y en las dos primeras semanas de enero, cuando aumentan los nuevos miembros, coincidiendo con el “efecto enero” y el “Día del divorcio”. La constante se basó en el registro obtenido desde los años 2002 a 2022.

Según Christoph Kraemer, director Ejecutivo para Latinoamérica de Ashley Madison, “solemos ver un aumento de nuevos miembros después de las fiestas. Mucha gente viene de pasar mucho tiempo con la familia, gastar mucho, correr mucho, y a veces esto revela algunas grietas en sus relaciones monógamas”.

La web de citas también encuestó a sus usuarios por este fenómeno y encontró que el 35% de ellos cree que el ‘Día del divorcio’ se da porque ya no hay necesidad de fingir que se es feliz una vez que han pasado las vacaciones y las celebraciones del fin de año, y el 25% cree que dicha época hace que las personas se den cuenta de lo infelices que son en realidad.

La tendencia es relativa
No obstante, para los sicólogos el “efecto enero” no puede tomarse como una norma generalizada, en primer lugar porque los porcentajes de divorcios varían de acuerdo a cada país y depende de su idiosincrasia, en lo que influyen aspectos como la religión dominante y el costo de los trámites legales.

De hecho, algunos expertos consideran que la sola perspectiva de pasar por un proceso de divorcio —más traumático cuando se tienen hijos en común—, delegando abogados y revisando la vida en común, hace que muchas parejas prefieran acudir a terapia.

Para Mara Tamayo, psicóloga clínica de Cali, “siempre se presentan rupturas y divorcios en esta época del año, como en todas. En mi experiencia tratando parejas, particularmente no lo asocio con el fin de año, porque siempre es posible que se tome una decisión así en enero, pero esto se debe a que la relación ya venía mal. Quizá las personas resuelven separarse por estos días para renovar su proyecto de vida, pero al mismo tiempo hay otras que resuelven lo contrario, comprometerse. Diciembre también es una época de muchos matrimonios”.

Precisamente, el 2021 fue uno de los años con más divorcios en nuestro país. Según datos de la Superintendencia de Notariado y Registro, entre enero de 2012 y diciembre de 2021, se registraron 601.103 matrimonios civiles y 214.266 divorcios.

Solo en el último año del periodo analizado se efectuaron 26.519 separaciones, siendo la cifra más alta en 10 años. Esto quiere decir, que en promedio de cada tres matrimonios que existen, uno termina en divorcio.

Al respecto, Paula Dávila, psicóloga clínica, considera que “realmente no hay mayor incidencia de estas fechas en los divorcios, pero a nivel familiar se observa que las relaciones que no están bien estructuradas, que no tienen una dinámica sana y acumulan situaciones por resolver; al tener que encontrarse para reuniones familiares, esto puede provocar que todo lo reprimido se manifieste, haciendo de esta temporada más emotiva y conflictiva que otras”.

En cuanto a las relaciones amorosas, Dávila señala que “hay una tendencia en el cierre de año que hace preguntarse a las personas si son felices y qué desean conservar en el nuevo año, y esto los confronta con sus parejas, evaluando si lo mejor es continuar o no con su pareja”.

En este sentido, el doctor Jesús Reyes, sexólogo clínico y miembro de la Asociación Colombiana de Salud Sexual (Acsex), agrega que “usualmente durante todo el año las parejas se dejan llevar por la inercia de la rutina, pero en los periodos vacacionales, de fiestas y fin de año, el estado de ánimo cambia y puede precipitar una decisión que ya han venido considerando, no se trata de algo imprevisto, pero esta época puede resultar un detonante para las rupturas”.

Sin embargo, para el sexólogo Reyes, también debe destacarse que “a comienzo de año siempre hay un aumento significativo en las consultas de parejas”, es decir, de quienes optan por solucionar sus problemas y mejorar su relación amorosa.

La comunicación es uno de los pilares para cualquier relación, por eso deben ponerse de acuerdo, y si aún no lo consiguen lograr un diálogo asertivo.

El sexólogo Jesús Reyes recomienda dedicar 10 minutos al día para dialogar sobre asuntos propios de la pareja y mejorar cada día.

Respetar los espacios de cada persona en la relación, según el especialista “es importante para fortalecer la relación, y aunque muchos piensen que deben hacerlo todo juntos, esto en realidad puede ser tóxico, por lo que es necesario respetar el espacio individual y así estar mejor dispuestos a compartir tiempo de calidad en los espacios comunes”.

Agradecer y reconocer a nuestras parejas es fundamental para la convivencia, algo que no se puede olvidar y a principios de año es momento propicio para comunicarlo, halagarnos siempre enciende buenos sentimientos. “Tenemos que trabajar la gratitud y ser cada vez más empáticos con la pareja, porque de este modo el vínculo amoroso se hace más fuerte”.

Agregar más diversión a la relación: cuando todo se concentra en una rutina, trabajo y obligaciones familiares, se puede llegar a perjudicar la relación durante el año y ser un detonante de rupturas. “Una de las formas de solucionar la monotonía es ser más espontáneos, estar predispuestos a la aventura, reavivar el romanticismo y los detalles, no caer en el tedio”.

Dar importancia a la pasión: “el sexo es un gran componente de las relaciones en pareja, y no puede quedar en segundo lugar, porque es una forma de entendimiento que mantiene la estabilidad, no es solo una conexión física, sino emocional y que siempre puede ser divertida”, indica el doctor Reyes.