Luego de la triste despedida del joven hincha de Millonarios, Javier Acosta, quien falleció el pasado 27 de agosto, tras luchar contra varias enfermedades, entre ellas un cáncer, su historia sigue tocando las fibras de muchos colombianos.
Y es que el bogotano, se animó a abrir su corazón y hablar sobre su enfermedad, y sobre algunos apartes de su vida de los que se arrepentía. Su historia, tuvo a cientos de internautas conectados a través de un Facebook Live realizado poco antes de su muerte. En él, Javier detalló lo que sucedía con su salud y el por qué de haber tomado la decisión de terminar con su vida de una manera menos dolorosa.
“Me hicieron cultivos y cirugía, pero la bacteria está tan fuerte que me acabó con los tejidos y los huesos. No hay tratamiento que valga. Me diagnosticaron cáncer en la sangre. Estoy cansado. Estoy agotado. Tomé la decisión de la eutanasia. Son dolores que ni la morfina me baja”, precisó el bogotano.
No obstante, en dicho video en vivo, el fiel hincha de Millonarios, habló de lo que fue un momento premonitorio en su vida, y de cómo sus palabras influyeron en su futuro.
“Cómo es la vida, un día estábamos hablando con mi hermana y le dije: ‘Me pasó un bus por encima, me dieron machete, luego los rojos me cogieron pal piso y nada me mató. Mínimo, mínimo, Dios no lo quiera, me va a matar un cáncer”, contó Acosta.
No obstante, dijo que fue su hermana quien le pidió no hablar más sobre el tema, y cuidar de sus palabras. “Me dijo: ‘deje de decir esas cosas que las palabras tienen peso’. ¿Qué me está matando, locos? Un hijueputa cáncer”.
Pero además de haber sido él mismo quien dio sentencia a su vida, Acosta reflexionó sobre las decisiones que tomó mientras tenía salud, ser barrista. Y es que, a pesar de su amor por Millonarios y por el deporte, Acosta relató que una vez enfermo y sumido en la tristeza de la enfermedad, aquellos amigos de barra, desaparecieron.
“No saben lo que me arrepiento de todo el tiempo que le entregué a la barra. Hoy en día, la barra, ni siquiera un mensaje. Tengo 36 años y 21 años han sido dedicados a la barra y a seguir a mi equipo. Por la barra estoy en silla de ruedas, por ella estoy en una cama. Lastimosamente, cuando tú estás bien, dice la canción, tienes amigos a granel, cuando estás en una situación de estas: mamá, papá, hermana, hijo y pare de contar”.
Y añadió, “Sí, estoy en una silla de ruedas y me lo busqué por ser de una barra brava y seguir a mi equipo alentándolo a todos lados, porque ese era el lema. Yo no estoy diciendo que me digan que me llevan pañales, plata, comida. No, lo que yo valoro en este momento acá es una visita, un mensaje”, dijo poco antes de partir.
Finalmente, y tras revelar estos apartes de su vida, el bogotano fue despedido en medio de homenajes, y cánticos.