Lo que popularmente se conoce como bigotes de los gatos, en realidad, se llaman vibrisas y se encuentran en todo el cuerpo de los felinos, pero están en mayor cantidad en el hocico, creando parte de su identidad.
Los bigotes son importantes para la exploración y la comunicación de los felinos. Pero, además, también sirven para complementar su visión. Con ellos exploran el territorio y les ayudan a cazar y a moverse con soltura cuando no hay luz. Los gatos, por su naturaleza cazadora, han desarrollado una increíble agudeza visual a larga distancia y en la oscuridad. Sin embargo, tienen dificultades para ver a menos de 30 cm. Las vibrisas compensan esta limitación de la vista captando con ellas los diferentes estímulos y siendo capaces de ofrecerles “una imagen 3D” de lo que tienen delante.
Los gatos tienen en promedio entre 16 y 24 bigotes, repartidos a los lados de la nariz. También suelen tener en las “cejas” y en la barbilla, los cuales tienen una profundidad 3 veces mayor que el resto del pelo. Son una especie de receptores muy sensibles con un papel muy importante en el sentido del tacto.
Los bigotes también les sirven para comunicarse y expresar sus emociones. Dependiendo de la posición de estos, se puede detectar si están tranquilos (cuando están de lado, relajados), asustados, enfadados o en estado de alerta (hacia atrás, pegados a la cara).
Es común que cuando los gatos crecen el color de su pelaje cambie, este proceso también sucede en sus bigotes. Regularmente por año, mudan dos veces de pelos sensoriales por lo que no debería ser causa de preocupación si se ven tirados en el suelo. El ciclo natural del pelo es exactamente igual en el caso de las vibrisas del hocico: nacen, crecen, maduran y se caen. Sin embargo, si se le caen más veces podría ser una señal de que padece alguna enfermedad.
También pueden mudar el pelo porque en la casa en la que viven hay temperaturas extremas, ya sea de frío o de calor. La cuestión es que algunas vibrisas se caerán cuando haga mucho calor y el manto deba renovarse.
Sin embargo, si la caída de los bigotes persiste, esto puede ser por:
- Problemas de salud: las enfermedades de la piel o condiciones médicas pueden afectar el pelaje y los bigotes. El cambio en la coloración o debilidad en los pelos, son síntomas de alerta.
- Estrés: el estrés crónico o agudo puede llevar a una pérdida de pelo, incluyendo los bigotes. Las causas más comunes del estrés felino son un cambio de casa, visitar al veterinario, la llegada de otro gato, realizar reformas en el hogar, visitas, bañarlo o cortarle el pelo. Llevar al gato a un territorio nuevo y diferente es lo más les asusta, desconocen la zona y sienten que han perdido el control, desarrollando un estado de estrés.
- Manejo inapropiado: tirar o recortar los bigotes de un gato de manera brusca o inapropiada puede causar daño y pérdida de los mismos. Esto puede ocurrir especialmente en casas donde hay niños pequeños u otras mascotas con las que pueda pelear.
- Malnutrición: una dieta deficiente o desequilibrada puede afectar la salud del pelaje y los bigotes. Algunos medicamentos también pueden ocasionar debilidad.
- Alergias: las alergias a ciertos alimentos o sustancias pueden causar problemas de pelaje.
¿Puede cortarse los bigotes a un gato?
Rotundamente NO. Si se cortan tendrán problemas para medir las distancias y es probable que se choquen con objetos.
Como curiosidad, los bigotes también les sirven para saber si caben en un agujero estrecho. ¿Por qué? Resulta que la longitud de las vibrisas suele coincidir, aproximadamente, con el ancho de su cuerpo. Aunque no siempre es así; por ejemplo, esto no sería una medida válida en los gatos con obesidad. Por eso, los gatos suelen explorar con su cabeza antes de entrar en un espacio pequeño para certificar a través de sus bigotes si caben.