Darío Gómez, el que es considerado por muchos como el más grande artista de la música popular en Colombia, falleció este martes 26 de julio a sus 71 años, dejando un enorme vacío entre sus seguidores.

El hombre nacido en San Jerónimo en febrero de 1951 tuvo una prolongada carrera en la que demostró su capacidad artística incursionando en varios géneros como la ranchera, la guasca, los boleros y hasta la música parrandera, y siempre dejando a su paso éxitos rotundos.

Quizás junto con Diomedes Díaz es uno de los artistas con mayor cantidad de éxitos. Aunque se marchó intempestivamente, dejó cientos de canciones como legado para recordarlo. Acá un recorrido por algunas de las más representativas.

Su primera canción la escribió a los 16 años, cuando se desempeñaba en las labores del campo y la mecánica. Tiempo atrás su abuelo materno le había regalado un tiple que despertó desde su infancia la inquietud por la música.

Desde joven se aventuró por Medellín, Armenia, la serranía del Perijá y Venezuela y recorrió muchas casas disqueras sin tener éxito. Hasta que llegó al sello Codiscos a finales de la década del 70, donde se interesaron por varias composiciones y empezó a escribir temas para otros artistas.

Después se convirtió en el director artístico del sello y más adelante grabó junto a su hermano Heriberto Gómez, bajo el nombre de Los Legendarios.

El primero de sus grandes éxitos fue ‘Ángel perdido’, dedicatoria a su hermana fallecida Rosángela que logró vender más de medio millón de copias.

De 1977 a 1982 mantuvo Los Legendarios y probó suerte en el campo de la música parrandera, con ‘Los Viejitos Verdes’. A principios de los ochenta da un giro y funda su productora, Discos Dago, donde grabó sus primeros éxitos sobre el sentimiento que lo hizo famoso: el despecho.
En 1989, con ‘Nuestro ídolo’ se inmortalizaron sus primeras canciones. De allí nace ‘Nadie es eterno’, tema inspirado en una conversación con su cuñado en su tierra natal.

Desde ese entonces, la voz y la obra de Darío Gómez son el referente mayor en la evolución de la música cantinera y de carrilera, que llegó para quedarse gracias a creaciones como ‘Así se le canta al despecho’, ‘Nueve años de soledad’, ‘Esta navidad no es mía’, ‘El caso de dos mujeres’, ‘Si negabas que buscabas’, ‘Entre comillas’, ‘Corazonada’, ‘El rey del despecho’ y muchas más.

Una de sus canciones más emotivas es ‘Daniela’, dirigida a su nieta y en la que relata la triste historia del asesinato de su hija, Luz Dary, la madre de Daniela.

Además de algunos clásicos como estos con los que crecieron varias generaciones de apasionados por la música popular, Darío Gómez sumó nuevos éxitos que ayudaron a cautivar a los más jóvenes. El último de estos, ‘Me río de ti’ grabado en 2012.

También cantó junto a estrellas del momento del género popular como Alzate, con quien grabó ‘Copita de licor’ en 2018.