Marta Gómez, egresada del Liceo Benalcázar, es considerada hoy una de las artistas más taquilleras de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Actúa hoy en el Teatro Municipal.

Le ocurrió nuevamente la semana pasada en Bogotá: varias personas de su misma familia no pudieron verla en concierto. Las entradas para su presentación en el Teatro Mayor se habían agotado semanas atrás y ya no se conseguían ni en el mercado de la reventa. No es una novedad. Le ha ocurrido lo mismo en ciudades de Europa, Estados Unidos y toda Latinoamérica. Tampoco es extraño que en sus conciertos las butacas estén llenas del público más diverso: ejecutivos de multinacionales junto a activistas de causas ambientales; políticos de izquierda al lado de políticos de derecha; diplomáticos de la ONU junto a hippies; adolescentes, parejas de novios y familias enteras que llevan a sus niños. En suma, el mundo quiere oirla.Y no es sorprendente que acabe de ser nominada al Grammy Latino en la categoría de música infantil, aunque haya decidido hacer su carrera muy lejos del artificio glamuroso de la industria discográfica. Los poderosos de esa industria la respetan y la valoran. Y ella está segura que todo eso se lo debe a su Cali del alma, donde pasó los primeros 15 años de su vida. Pero, en una paradoja casi vergonzosa para esta ciudad, su Cali del alma no conoce plenamente la belleza y la profundidad de su obra musical, que se roba los aplausos en el mundo entero.Tiene el mismo nombre simple de una nube o un aguacero, Marta Gómez, pero su voz y su pluma son un ciclón en el universo del World Music, ese género que define el espíritu complejo de este Siglo XXI. Aún así, los críticos y escritores especializados del World Music no logran definirla con precisión.Porque no es jazzista, aunque su música esté plagada de armonías del Jazz. Ni es folclorista, aunque su obra sea un recorrido vital por el folclor de las tierras del Sur. Y tampoco se le puede clasificar como ícono de la canción protesta, aunque sus letras hagan un permanente llamado a la conciencia. En realidad, aunque firma con el rótulo de cantautora, Marta es escritora. Uno podría poner a sonar en el carro cualquiera de sus siete discos y bajarse un rato después diciendo “acabo de leerme un libro maravilloso de Marta Gómez". Porque, como los escritores que tanto admira, ella va por el mundo coleccionando historias y personajes de carne y hueso. Los empaca en su mochila, con su raíz de amor y dolor intacta, y después los viste delicadamente con su música. En ella no resuena la canción de los romances imposibles, ni brilla la cegadora luz de la vanidad, ni vibra el pulso atávico del instinto. Su voz solo intenta recordarnos que en este corto viaje, con todos su altibajos, la única tarea que de verdad vale la pena emprender es la de vivir. Solo es vivir y nada más.Y también habla de la soledad de la gente que no sale en los periódicos ni en las tapas de los discos: pescadores, mineros, costureras, soldados, artistas, madres tristes. Tal vez por esa obsesión de retratar a la gente que solo vive, a Marta Gómez le suceden cosas extrañas. Como haber cantado hace varios años una canción en la que se preguntaba quién mató a Laila Al-attar, una reputada artista plástica de Irak, y después haber recibido un e-mail del soldado estadounidense que lanzó el misil causante de esa tragedia. Esa historia quedó plasmada en ‘Laila’, el noveno corte de su nuevo disco.Ese disco, titulado ‘Este instante’, es el que hoy la trae de nuevo a Cali. Para ella es la escala más esperada de un tour que comenzó a inicios del 2014 en Barcelona, y que terminará en diciembre próximo en Chile.Mientras viaja seguirá sumando amigos a su proyecto ‘Para la guerra nada’, una poderosa canción que ya se convirtió en fenómeno en Youtube. Marta, ligera de equipaje, volvió a su Cali del alma. Es hora de recuperarla.Hoy en concierto¿Dónde? En el Teatro Municipal, a partir de las 8:00 p.m.¿Cómo será el show? Marta Gómez y su banda presentarán su nuevo disco ‘Este instante’, y su repertorio más conocido. Compartirá escenario con el maestro Hugo Candelario González y la reconocida folclorista caleña Liliana Montes, como invitados especiales.¿Boletería? Disponible en Colboletos.com y en las taquillas del Teatro ($17.000, $28.000, $39.000 y $55.000)¿El disco? Fue hecho con donaciones de 261 personas del mundo entero a través de la plataforma web Kickstarter: Solo se distribuye en los conciertos.Vea aquí el video del proyecto 'Para la guerra, nada', canción escrita por Marta Gómez a la que se han sumado artistas de diferentes latitudes en un llamado mundial a la Paz.