Luego de que se estrenara la polémica serie de Netflix, inspirada en la vida de la famosa narcotraficante colombiana Griselda Blanco, interpretada por la talentosa actriz Sofía Vergara, mucho se ha hablado sobre lo que realmente pasó en la vida de la familia Blanco, y si realmente la muerte de los hijos de Griselda si fue así.
Y es que, tal como muestra la serie en sus últimos capítulos, la mujer fue detenida en 1985 por la DEA, en Estados Unidos, siendo condenada a 15 años de cárcel. Sin embargo, una vez cumplió su pena fue deportada a Colombia en 2012, a donde llegó para terminar sus últimos días en Medellín, pues fue baleada luego de salir de una carnicería.
En la serie, a Griselda le informan, poco antes de quedar en libertad, que sus tres primeros hijos: Dixon, Uber y Osvaldo, fueron asesinados.
Dixon, el primero de ellos, fue enviado a la cárcel al mismo tiempo que su madre, pues se vio involucrado en asuntos ilegales. Sin embargo, en 1992, fue dejado en libertad, pero tal como le sucedió a Griselda, fue asesinado, al parecer por un ajuste de cuentas.
Según algunos medios, Uber Trujillo, fue asesinado luego de ser secuestrado por una organización criminal que rivalizaba con la Madrina, como se le conocía a Griselda.
La historia de sangre y de dolor, finalmente se selló con la muerte de Osvaldo, quien fue ultimado en un club nocturno por un grupo de sicarios. El único sobreviviente de los Blanco, fue Michael Corleone, hijo de su relación con Darío Sepúlveda, quien fue su guardaespaldas durante los primeros años de carrera criminal de Griselda Blanco.