Por Merit Montiel Lugo
Esos golazos y jugadas alucinantes que tanto han despertado la admiración del mundo futbolístico, no solo son producto de ese ‘chip’ con el que nació y su formación en escuelas de fútbol desde sus 5 años.
Sus “acrobacias con el balón”, contó su padre Mauro Caicedo a El País, también se debe a “algo que ella se ha inventado, porque ha sigo seguidora de algunos ‘cracks’ como Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Falcao, El Tino Asprilla, entre otros. Se ha dedicado a hacerles seguimiento a esos jugadores y cuando ve una jugada buena, la practica, lo hacía en casa, entonces, cada día ella va aprendiendo, creciendo, adquiriendo experiencia y ahora, con la llegada al Real Madrid, que es uno de los mejores equipos que hay en Europa, mucho más va a crecer a nivel futbolístico”.
Fue el empresario Cisco Terreros quien llevó a la vallecaucana Linda Caicedo Alegría al club merengue femenino con el que firmó en febrero pasado por un periodo de tres años.
Él ya había escuchado sobre la deportista a través de otras jugadoras y técnicos y todos le hablaban de lo especial que era. “Pero no fue si no hasta que la vi jugar por primera vez que me dejó sin palabras. Lo que más me impresionó de ella, fuera de lo obvio que es el fútbol, fue su manera de ser. Es una mujer extremadamente madura, humilde, fuerte y llena de felicidad, lo cual hace que se haga querer por cualquier persona”, expresó Terreros.
Por eso no es de extrañar que a esta joven delgada, de 1,61 m de estatura y tez de ébano, sus compañeras del equipo madridista “la adoptaran de inmediato, como si llevara en el club desde cantera. Eso para mí fue muy lindo y es algo que se refleja en su fútbol”, manifestó Terreros, de la agencia Felkrem, que representa a Linda y a otras jugadoras de la Selección.
La hija de Villa Gorgona, corregimiento del municipio de Candelaria, en el Valle del Cauca, no solo ha despertado elogios por su destacada actuación y golazos en el Mundial de Fútbol Femenino que se lleva a cabo en Australia y Nueva Zelanda, sino por la disciplina y dedicación que ha demostrado desde muy niña, lo que la ha llevado a grandes hazañas como haber sido convocada a citas mundialista un mismo año, 2022: Mundial Sub 17, el Sub 20. En todos estos grandes eventos hizo goles. Además, fue campeona nacional con el América de Cali, equipo en el que debutó como profesional a los 14 años, y con el Deportivo Cali.
La periodista deportiva del Canal Caracol Clara Bonilla expresa que desde que la vieron a nivel profesional con el América de Cali “nos tiene descrestados a todos. Desde ese tiempo Linda hace este tipo de exhibición futbolística, nadie lo creía: ver tanto estilo, tanta habilidad, tanta finura para manejar el balón, viéndola tan niña, pero a la vez tan madura. En su entorno, las jugadoras dicen que puede tener actitudes de niña, pero siempre ante los medios y conmigo, en lo personal, se ha mostrado muy tranquila, madura, se expresa muy bien. Es muy aterrizada, creo que eso la ha hecho tan querida por todos, porque Linda es de esos deportistas que unen el país”.
En la cancha, señala Bonilla, tiene carácter, decisión, de pronto liderazgo como una Catalina Usme, no; pero todo eso se compensa con el talento que tiene con el balón. Además, es aguerrida, se entrega. Para ella, un partido contra Alemania es de la misma importancia que contra Marruecos o el que jugó en la final con América o con el Cali. “Es súper apasionada, cada momento para ella en la cancha es súper importante, se le nota, como en Costa Rica, cuando quedaron eliminadas frente a Brasil, salió llorando. Decía que no era justo, que qué rabia. Es demasiado pasional y emotiva”.
Apoyada siempre por sus padres
Para ser la estrella que hoy es, Linda Caicedo Alegría siempre contó con el respaldo de sus padres Mauro Caicedo y Herlinda Alegría. Él trabajó desde los 22 años en el Ingenio del Cauca, fue escalando hasta que logró llegar a un “puesto de jefatura” y ella trabajaba de forma independiente. “Vendiendo champús, empanadas, salpicón, trabajando en casas de familia, ayudé a sacar a mis hijas adelante”, comenta sonriente y con orgullo.
El primer baloncito de fútbol que tuvo se lo regalaron ellos dos cuando Linda tenía “3 años y medio, lo pidió para Navidad. Yo le había comprado una muñeca y ella dijo que muñeca no quería sino un balón y unos guayos para jugar fútbol”, rememora don Mauro, quien junto a su esposa es de los que pregona que “a los hijos hay que apoyarlos en los que les gusta”, por eso, jamás se mostraron reticentes a los deseos de su hija menor.
Desde los 5 años Linda se la pasó jugando al fútbol en calles destapadas cercanas a su casa, y estudiando. Hizo la transición en el Colegio La Campiña, la primaria, en Gotitas de Agua y el bachillerato, en La Gran Colombia, todos ubicados en su terruño natal.
En el Club Deportivo Real Juanchito dio sus primeros pasos como futbolista jugando con niños, “eso hace que ella sea una jugadora tan potente. Ese inicio con hombres la fue fortaleciendo”, comenta Miguel Ángel Ramírez, quien contribuyó en su proceso formativo en esa escuela durante cuatro años.
Comenta el profesor, quien hoy es uno de sus más cercanos amigos, tanto, que se mantienen en contacto casi a diario, que desde el primer día que la vio jugar tuvo la sensación de que “esa niña iba a cambiar la historia mía, la de su familia y la de todas las personas que la hemos tenido siempre alrededor porque su calidad fue única. Desde que tenía 5 años marcaba diferencia. Incluso, entre niños. Era extrovertida, encantadora, tenía un drible inigualable, aparte de eso era muy responsable, llegaba temprano, con sus implementos adecuados, esa niña nació para esto”.
A diferencia de las historias de algunos futbolistas colombianos varones, sobresalientes a escala internacional, Linda no tuvo grandes afugias económicas para contar a tiempo con sus guayos, uniformes, comidas, tener para los pasajes para ir a entrenar o viajar, pues como dice su padre, su esposa y él trabajaban para darle, modestamente, lo que necesitaran ella y su hermana María Elena.
Sin embargo, comenta doña Herlinda, siempre hubo sacrificios para conseguir dinero en casos como que se le dañaran a su hija los guayos o para conseguir lo del pasaje, ya que “todo eso le tocaba a uno solamente, porque nadie ayudaba, ahorita el fútbol femenino ha crecido mucho y las niñas que vienen detrás de las de nosotros van a tener mejores oportunidades”.
Don Mauro recuerda, además, con agradecimiento, que al profesor Rafael Murillo, director del Club Deportivo Real Juanchito, “Linda le cayó bien y él la transportaba en ese entonces, cuando no teníamos carro propio”.
Linda debió soportar también críticas y discriminación por atreverse a practicar un deporte que en opinión de los machistas, era o debe ser solo para varones. El papá de la jugadora asegura que “eso es un mito que hay que romper, porque de no ser así, no hubiese mujeres alcaldesas, gobernadoras, diputadas y presidentas. Las mujeres hoy están en todos los escenarios”, dice.
Pero las críticas y todos los sacrificios que debieron sortear Linda y sus padres valieron la pena, ya que el presente que vive esta nueva estrella del balompié nacional e internacional es de ensueño y su futuro, promisorio.
Como lo dice la periodista Clara Bonilla, “yo me adhiero a una de las frases que dijeron sus compañeras: ‘Linda no tiene techo’, lo que le falta por mostrar aún es mucho, en cada evento sorprende más, tiene una proyección más amplia que no termina con su paso al Real Madrid, sino que vendrán muchísimas cosas más para ella, por su talento y por su forma de ser”.
¡Nace una estrella!
Inteligente y Madura
Nacida bajo el signo de piscis, esta amante de varios géneros musicales, entre ellos, la salsa y el vallenato, “es una buena hija, cariñosa, amorosa, atenta”, como la describe su mamá. Además, es “alegre, pensadora, educada, muy popular”, tal como la delínea su padre.
Se ha adaptado fácilmente a su vida en Madrid, aunque, al principio, le costó un poco, sostiene su amigo, el profesor Miguel Ángel Ramírez, “pues estaba acostumbrada siempre a vivir con sus padres y en ese momento le tocó afrontar una vida sola”. Pero se siente contenta en esa ciudad ya que está cumpliendo su gran sueño, porque desde muy niña cobijó la ilusión de ser una jugadora ‘merengue’.
Allá la acompaña su perrito Rayo, una de sus mascotas. El otro, ‘Toby’, lo dejó en casa de sus padres, en Villa Gorgona.
En ese corregimiento, en el barrio El Trébol, donde pasó su infancia, está en construcción su nueva residencia, en la que vivirán sus padres y donde la recibirán cada vez que venga a Colombia. Es una casa espaciosa, bonita, que tendrá dos pisos y se alza en una calle aún destapada, que pronto será pavimentada.
La nueva vivienda es fruto de su trabajo como futbolista, pero ella hoy no es un deportista acaudalada, como suelen pensar muchos por el hecho de estar jugando en el Real Madrid. Tal como lo explica el empresario Cisco Terreros: “Es importante recalcar que ella, aunque tiene un nivel grande de reconocimiento es una jugadora del fútbol femenino y esa noción de que ella, su familia y/o yo como su representante somos millonarios es increíblemente errónea e irresponsable. En nuestra industria, las mujeres ganan una fracción pequeña a lo que ganan los hombres”.
Gane o no una fortuna, lo verdaderamente importante es que Linda sigue siendo, de acuerdo con sus allegados, una persona humilde, sencilla, a la que la fama no la ha agrandado.
De eso da fe la periodista Clara Bonilla. “No siento que haya cambiado. De hecho, ella siempre se me acerca, incluso, en esta última concentración aquí en Cali. Yo estaba ahí y se me acercaba a saludarme, no tenía yo que ir a decirle: ‘hola Linda’. O que pasara ella derecho por mi lado con su teléfono, no. Siempre se me acercaba muy querida. Ya está en el Real Madrid. Cualquier persona en el mundo sabe quién es Linda Caicedo y que ella se acerque a saludarme, eso para mí es muy bonito, por eso yo no creo que por su fama haya cambiado”.
Cual estrella que despierta muchos elogios, también ha sido blanco de críticas, como cuando pasó de ser integrante del América de Cali al equipo local rival, el Deportivo Cali. Los insultos en redes sociales, el estadio y hasta amenaza, no se hicieron esperar.
La fama no es una condición fácil de manejar, por eso sus seres queridos y varios miembros de su entorno la quieren blindar de sus negativas secuelas.
Su hermana mayor María Elena Caicedo, por ejemplo, comenta que “nosotros (la familia) le decimos que ella siempre puede con todo, pero no siempre debe aguantarlo todo, que en el momento en que sienta que debe desahogarse, llorando, por sentir mucha presión o mucha frustración, que lo haga, que rece mucho, que Dios es el único que puede aliviar su corazón, su alma. También, para nadie es un secreto que la fama no es fácil. Aparte de eso, ella no ha vivido su momento, no ha tenido una niñez normal, no ha podido interactuar con sus amigos normalmente, porque siempre ha estado inmersa en el fútbol y pues, siempre tratamos de estar ahí para ella, no armar polémica, siempre vivir en armonía”, para brindarle tranquilidad.
Su mamá comenta que le aconseja que “uno tiene que guardar la calma y ser inteligente”, pero también admite que Linda “maduró biche porque a los 9 años empezó a viajar, a los 14, fue profesional, por eso tiene un temperamento que pareciera que tuviera 30 años. Ella es madura, gracias a Dios”.
En cuanto a la fama, interviene el empresario Cisco Terreros, es algo que viene con un nivel de sacrificio y ella lo sabe muy bien. “Linda tiene un equipo de personas que ama y la amamos, las cuales creamos un blindaje para que su salud mental siempre esté en los mejores de los estados. Como cualquier atleta de alto rendimiento, su desempeño dentro de la cancha es solo un reflejo de su ser fuera de ella”.
Por eso cuando viene al país su familia trata de estar mucho tiempo con ella, ir a comer, irse de vacaciones, compensar el tiempo que no pasan juntos, dice su hermana, “también nos gusta ir a la Basílica del Señor de Los Milagros de Buga a darle gracias”.
Gustos y pasiones
El profesor Miguel Ángel Ramírez revela, riendo, que Linda es una mujer que a todo hora quiere estar comiendo. “Quien quiera llamar su atención dele comida. Le encanta el champús, la sopa de queso, la bandeja paisa, los asados, el sancocho de gallina”.
El padre de la jugadora, don Mauro Caicedo, lo corrobora. A Linda le gusta la comida típica: el sancocho de gallina, la sopa de camarones, el salmón, uno de sus peces favoritos; el bagre, y la sopa de queso, que es lo que a ella más le ha encantado.
En entrevista con Red + TV, en junio de este año, Linda comentó que en Madrid puede disfrutar de la comida colombiana, excepto de la tilapia frita, ya que no la ha conseguido en esa ciudad. Pero se siente contenta en la Madre Patria donde, dice, la han tratado muy bien desde su llegada.
Su club, el Real Madrid, comenta su padre, le abrió las puertas para lo que ella quiera estudiar, lo que quiera hacer, “está presto a todo”, señala.
Quizá ya no sea en Estados Unidos, como lo soñaba de más chica, sino en España, donde cumpla su anhelo de estudiar ingeniería, derecho, medicina o cualquier carrera relacionada con el deporte.
Es que esta joven de risa contagiosa desde niña ha sido estudiosa, disciplinada y amante de la lectura. Sobre todo, de los libros que tratan temas de crecimiento personal. Las películas de este estilo también la apasionan.
Como le apasionan también tener zapatos deportivos y casuales de gran calidad, lo mismo que muy buenos relojes. En cambio, no es de perfumes fuertes ni costosos. Con las fragancias de aromas suaves, como las de olor a bebé, se siente a gusto.
No es una chica que se dedique mucho a hacer oficios domésticos, ya que desde niña no le quedaba tiempo para hacerlos. “Cuando jugaba aquí en Colombia llegaba cansada de sus entrenos, de sus partidos y a Linda ya la mamá le tenía la comida, el juguito listo, todo. Para redondear: Linda ha sido para nosotros una niña consentida y sigue siendo”, sentencia su padre.
En sus tiempos libres, cuando llega a su pueblo, le gusta salir con la familia o los amigos, y “como ella misma dice, parcharse en una discoteca, cantar, bailar, le gusta mucho bailar, pero no es de mucho licor. Se tomará dos o tres cervezas y ya es todo”, cuenta su hermana María Elena Caicedo.
Entre las grandes amigas de esta mujer nacida el 22 de febrero de 2005 están las futbolistas Kelly Ibargüen, Jorelyn Carabalí y Carolina Arias, quienes, al igual que su familia, la han acompañado en sus momentos felices, pero también la han arropado en sus días más difíciles.
Como cuando a los 15 años y en plena pandemia debió afrontar una triste noticia: le diagnosticaron cáncer de ovario. Por fortuna para todos, especialmente para el planeta fútbol, Linda fue muy valiente y salió victoriosa de la cirugía, de las quimioterapias y de todo el tratamiento que le practicaron en la Fundación Valle del Lili, de Cali. Aún sin cabello, pero con peluca, regresó a las canchas de fútbol a demostrar todo su talento.
De su vida amorosa poco habla. En junio pasado, cuando en un programa de Red+ Tv se le preguntó sobre cómo estaba su corazón, con amabilidad y una sonrisa, solo se limitó a responder: “muy bien, feliz, contenta”.
En redes sociales sí es más extrovertida con este tema y se ha dejado ver con su nueva novia, Valentina Herrera, en España, y de vacaciones en lugares de México, e intercambiando románticos mensajes.
Tras el reciente gol de la número 18 de la Selección Colombia frente a Alemania, Valentina publicó en Instagram el mensaje: “Simplemente Linda”, el cual acompañó con el video de la anotación.
Luego Linda reaccionó a una publicación de su novia, cuando esta subió una fotografía en la que luce una camiseta de la Selección Colombia y sostiene en sus brazos a la mascota de la jugadora, el perrito Rayo. “Ese Rayo es mucho jugador. Los amo, mi vida”, fue su efusivo mensaje.
Mientras tanto, la nueva estrella del fútbol internacional femenino sigue luchando por sus sueños, desea, como lo dijo en Red+TV, invertir, seguir creciendo como persona, tener una Fundación, “ir creando poco a poco mis negocios. Estoy muy joven y siento yo que lo que puedo ir ganando lo puedo aprovechar, lo puedo invertir para en un futuro vivir más tranquila”.