Además de la tristeza que dejó en sus amigos, familiares y seguidores la partida de Omar Geles el pasado 21 de mayo, también se empezaron a generar muchas dudas sobre su estilo de vida, familia, y cuáles eran los negocios que tenía en Valledupar, lugar en el que tenía una posición importante en el folclor colombiano.

Uno de los detalles que más causó sorpresa entre los amantes del vallenato fue la cifra que el reconocido cantautor llegó a cobrar por una de sus presentaciones, que, según El Tiempo, llegó a ser de más de 60 millones de pesos por concierto, aunque ese valor podía cambiar según el lugar y el tipo de evento.

La Asamblea Departamental del Cesar reconoció el legado de Omar Geles y entregó una distinción a sus familiares.

Además, en una ocasión el cantante llegó a decir que registraba hasta 11 presentaciones en un mes, por lo que podía generar ingresos de hasta 660 millones de pesos. También, hay que tener en cuenta como autor no solo escribió éxitos para su género, el vallenato, sino que navegó entre varios géneros musicales, entre ellos, el reguetón.

Por ello, el hombre recibía bastante dinero por las regalías de sus ideas, pero también cobraba altas sumas de dinero por componer y producir dichos éxitos. De hecho, se habla de una cifra que rondaba entre los 60 y 70 millones de pesos, y aunque no era una persona ostentosa tenía algunos negocios, como un complejo deportivo en su ciudad natal, una compañía en el sector agroindustrial, entre otros.

Su composición más famosa es ‘Los caminos de la vida’, la misma que ha sonado en los lugares menos pensados de distintas partes del mundo. Toda una proeza musical difícil de igualar.

Centenares de seguidores llegaron hasta la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez para despedirse de Omar Geles, quien falleció de manera repentina, a sus 57 años, luego de sufrir un síncope cardiaco jugando tenis.

Es una composición de hace 32 años al recordar la niñez donde la madre era la heroína, su madre, la vieja Hilda, la misma que ahora lo está despidiendo.

De hecho, cuando la presentó a su sello discográfico de la época, no querían grabarla porque era muy directa, muy personal, pero ante su insistencia logró incluirla en su producción discográfica y rápidamente se convirtió en un clásico.