Lo dice, casi cantando: “soy un tipo acostumbrado al confinamiento. Me jode que me haya sorprendido este encierro con dos discos ya hechos y 24 canciones producidas, por consecuencia me quedaron muy pocas ganas de seguir componiendo, aunque entiendo que este encierro era ideal para parir canciones”.

El cantante guatemalteco Ricardo Arjona se refiere a ‘Blanco y negro’, su nueva producción, la cual estrena mañana junto a su sencillo ‘Hongos’.

¿Cómo resume la industria musical en este momento?

¿En serio querés empezar con esta pregunta? Es un Valium. Lo digo desde el punto de vista de los artistas. La industria está diseñada para mantener dormido el proceso creativo. La única manera de sobrevivirla despierto es someterse al rigor de la costumbre de los caminos de siempre. Esto hace que los talentos nuevos se consigan otros trabajos o se adapten, tristemente, a las exigencias de hoy.

¿Se refiere así a la industria porque siente que lo trata mal?

No, a mí nunca me trató ni bien ni mal. Yo no puedo quejarme, siempre fui una bala perdida disparando al lugar que se le antojaba y siendo una especie de huérfano feliz porque nunca le colgué una medalla a nadie. No estoy peleado con nadie, tampoco con la industria, solo me siento con la libertad de decir lo que siento, justamente por la falta de favores que tengo para devolver.

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¿Eso no suena un poco a rencor?

Rencor, jamás. Yo grabé a principios de los 90, el disco ‘Animal nocturno’, después ‘Historias’, entre ambos vendieron casi 10 millones de ejemplares. Nunca soñé con esto, tampoco cobré un peso de eso, pero era feliz. El contrato decía que ellos se lo quedaban todo. Eso cambió, empezaron a ofrecerme plata por cantar, algo alucinante para mí que no estaba en mis sueños. La plata no la usé para comprarme cosas sino para hacer con mi trabajo lo que me dio la gana y nunca fue una revancha, era hacer mis canciones como quería y dirigir mi vida y mi trabajo a donde creía.

¿Se considera un artista de culto?

No me gustan los artistas de culto. Estos se meten en una jaula aburrida de la que no pueden salir,  aunque se les antoje. Me duermen las poses. Yo grabé una salsa cuando la sentí, igual escribo una canción social que una balada. Pero todas me representan y le pongo el pecho a cada unas. Estoy seguro de que algunas cosas de mis primeros discos las depuraría un poco, pero son lo que sentí en su momento. Los artistas que se sienten de culto tienen licencia para el fracaso, por eso hay tantos. Si no les va bien, aducen que es porque son demasiado sofisticados. Mucho miedo disfrazado en ese ambiente.

Me aburrí de la industria; nunca me gustó, pero me entretenía, hoy me aburre. No sé cuánto tiempo la soportaré, a pesar de la independencia, sigue habiendo lugares donde lamentablemente hay que coincidir”.

¿No tiene amigos en ese ambiente?

Formé parte del gueto hasta que me fue bien. Después no quise jugar al erudito, ni andar de intelectual midiendo las palabras para estar a la altura. Sé que ‘Historia de taxi’ tiene un lenguaje que pudo ser mejor tratado y como autor, te aseguro, que estuve a la altura para hacerlo, pero la esencia de las historias deberá ir primero que la exactitud y la matemática. Estos muchachos tienen mucho equipaje de carga. Yo voy a la casa del que sé que no le molesta que suba mis zapatos a su mesa de centro y si no, los subo en la mesa de mi casa con mi gente. No escojo mis grupos por conocimiento, sino por felicidad.

¿Qué pasó desde que terminó la gira de Circo Soledad hasta hoy?

Una semana después del último concierto empecé mintiéndome como siempre, supuestamente dedicaría el siguiente año a escribir una novela, pero a la tercera semana estaba en el estudio inventando un proyecto de duetos que se llamaría ‘Mujeres’,   12 canciones inéditas grabadas a piano con 12 mujeres. Pero una noche en un bar de Londres lo cambió todo. Nació la canción ‘Hongos’ y el rumbo se fue para otro lado y yo con él.

Viendo una pelea entre borrachos por motivos futboleros en un bar del Soho londinense, Arjona escribió: “quién le dio los hongos al dios que nos hizo”, mientras usó la mesa de trinchera

Hablemos de ‘Blanco y Negro’...

Mejor escuchémoslo (se ríe), los discos no se hablan, se escuchan.
Entonces, cuénteme del proceso...


Cuando apareció ‘Hongos’ me encontré con el hecho de defender los sonidos de la música básica. Hoy, todos se adaptan para encontrar un espacio en la radio. No tengo nada en contra de ningún género, pero sí una animadversión especial por los que se suben al colectivo que mejor les quede, aunque los lleve a cualquier lado.

¿Dónde y cómo se grabó la producción ‘Blanco y negro’?

En Abbey Road, absolutamente en vivo. La retocamos muy poco. Tiene gusto a músico en vivo y a cantante y compositor feliz. Lo que le pase a este proyecto será todo felicidad extra. Son dos discos, ‘Blanco’ será el primero en salir con 14 canciones, y ‘Negro’, aunque ya está hecho, saldrá después. Hicimos un libro con fotografías, poemas inéditos y cuentos cortos. Es una pieza impecable, una de las mejores que hice en mi vida.

“Solo tengo para agregar que ahora me siento más joven, más feliz y más peligroso que nunca”...
Ricardo Arjona, cantautor guatemalteco.

¿Siente que el disco sorprenderá?

Uy, sabe qué creo, después de analizar el trayecto de esta entrevista, que estoy sonando inmensamente arrogante pero ya no hay manera de volver (risas). En realidad, es el lujo de poder decir lo que siento.

Pero te voy a contestar tu pregunta con otra que me hizo el guitarrista inglés de este proyecto al terminarlo: “¿Qué mierda vas a hacer con este disco en el lugar de donde vienes? ¿Dónde carajo van a sonar?”. Respondí: “en mi casa y para mí es suficiente”. Este proyecto me sorprendió. Pecaría de mentiroso si te digo que no me gustaría que sorprenda a otros, por supuesto que me gustaría, si tengo claro que la mayoría de los que nos dedicamos a esto estamos corrigiendo problemas serios de personalidad, buscando quizás en otros la aceptación que nosotros mismos no nos damos.

“A los charlatanes”

“Los músicos son libres de generar rebaños en las redes sociales y los rebaños son libres de elegir pastor. No deja de ser triste.

Muy fácil activar movimientos sociales desde la comodidad de una casa que está  lejos del conflicto. Pululan protectores del tercer mundo que van de revolucionarios a metafísicos, de artistas a payasos, charlatanes que se suben a la cresta de la ola que les conviene, agitando ilusos, mientras desayunan salmón en el primer mundo. Casi siempre su nueva preocupación social irá de la mano con su nuevo sencillo. Hay mucho panfleto barato y mucho inocente que lo compra”.

“¿Qué es música  comercial? Mis primeros discos de Mozart los compré con mis ahorros, no los regalaban. ¿Qué es Pop? Un encasillamiento de los gustos.

Sus enemigos son una muestra de arrogancia. La música procura los oídos en los que causan emoción. Lo que me emociona a mí no debe de ser lo que te emociona a ti. Hay que sentirse Dios para creerse el dueño del gusto absoluto. La inseguridad se manifiesta de raras maneras, una frecuente, disfrazarse de gente segura”.