Move Concerts y CMN organizan el concierto de Roger Waters, ‘This Is Not A Drill’, que tendrá lugar el 5 de diciembre de 2023 en el Coliseo Live de la ciudad de Bogotá, como parte de la gira de despedida del músico por Sudamérica.
El espectáculo contará con un repertorio de 20 canciones clásicas de Pink Floyd y Roger Waters, entre las que se destacan: ‘Us & Them’, ‘Comfortably Numb’, ‘Wish You Were Here’ y el estreno de una nueva canción llamada ‘The Bar’.
Waters, maestro de múltiples instrumentos, liderará el show y compartirá tarima con: Jonathan Wilson, Dave Kilminster, Jon Carin, Gus Seyffert, Robert Walter, Joey Waronker, Shanay Johnson, Amanda Belair y Seamus Blake.
‘This Is Not A Drill’ no quiere ser percibido solo como un concierto, sino como una extravagancia rock and roll/cinematográfica que busca transmitir un poderoso mensaje contra la distopía corporativa y el llamado a proteger y amar nuestro planeta.
El show está construido para combinar los clásicos de la era Dorada de Pink Floyd con nuevas creaciones, todo bajo la dirección de Waters.
La preventa exclusiva de entradas se empezará el 31 de mayo, a partir de las 9:00 a. m., en colaboración con Bancos Aval y su plataforma Dale! Las entradas estarán disponibles a través de la plataforma www.taquillalive.com.
Sobre Pink Floyd
David Gilmour despejó de un tajo todas las dudas acerca del futuro inmediato de Pink Floyd cuando, en una entrevista ofrecida a la BBC dijo, en su característico tono reposado, que ‘The Endless River’, su décimo quinto álbum de estudio, sería el último de la banda: “Esta es la última cosa que saldrá de nosotros. Estoy bastante seguro de que no vendrá nada más después de esto”.
Veinte años sin ninguna novedad musical de Pink Floyd es una eternidad para cualquier melómano. Sobre todo para uno acostumbrado a dejarse sorprender por la música de uno de los mejores grupos de rock de todos los tiempos, que con cada lanzamiento sacudía el mercado discográfico y seguía mitificando su nombre.
El anterior álbum fue ‘The Division Bell’, excéntricamente producido en 1994 en el Astoria, una casa flotante en el río Támesis que fue adaptada por Gilmour como estudio de grabación.
Sí, 20 años es demasiado para un fanático de Pink Floyd. Como también lo es un Pink Floyd sin Roger Waters, el mítico bajista, compositor y líder conceptual de la banda, quien tapó el hueco dejado por Syd Barrett en 1968 y quien llevó a su grupo hacia la gloria en los años 70.
Con él, la agrupación británica pasó de ser una banda psicodélica de culto cuyo álbum debut ‘The Piper at the Gates of Dawn’ (1967) marcó una época, a crear una nueva tendencia y conquistar la escena progresiva y el mundo entero gracias a ‘The Dark Side of the Moon’ (1973), ‘Wish You Were Here’ (1975) y ‘The Wall’ (1979).
Pero Waters ya no está. Lo dejó muy claro en Facebook en su momento: “Algunas personas le han preguntado a Laurie, mi esposa, sobre un nuevo álbum que voy a lanzar en noviembre. No tengo ningún álbum próximo a lanzarse, están confundidos”.
Juan Carlos Garay, periodista musical, quien sabe muy bien cómo es la experiencia de ver en vivo a Pink Floyd porque lo hizo en 1994 en Washington, destaca su show en vivo: “Pink Floyd tiene un nivel de calidad y complejidad melódica y armónica, además de la profundidad de sus letras. Es algo trascendental. Y lograron crear espectáculos completos con discos conceptuales y conciertos en los que eran muy cuidadosos en todos los aspectos, incluyendo los escénicos, para que la experiencia fuera completa. Incluso experimentaron con aromas. En 1967 ya estaban preocupados por proyectar imágenes, así que fueron unos adelantados de la época”.
Pero no solo de conciertos vive el fan. La obra discográfica de Pink Floyd es muy sólida. El dramaturgo Sandro Romero Rey no se guarda palabras para describir la fuerza de su legado: “Pink Floyd es una de las instituciones musicales imprescindibles en la música del siglo XX. Si cada genio en la historia de los sonidos tiene una identidad musical, es indudable que la banda de Waters, Wright, Gilmour y Mason constituye una esencia inconfundible la cual, hace rato, ocupa un lugar de privilegio en el cielo del rock and roll. Su sonido es una mezcla de elegancia, misterio, agresividad, poesía y virtuosismo, como pocas veces se ha dado a lo largo y ancho de la música de todos los tiempos”.
Con información de Colprensa y El País