Yo me llamo siempre está dando de qué hablar por diferentes temas. No en vano, es la producción número uno del rating de acuerdo a las cifras entregadas a diario por Kantar Ibope Media.
Los jurados, los participantes y los presentadores siempre están haciendo reír, llorar y molestar a los televidentes con sus comentarios y ocurrencias. Y ahora, en un reciente capítulo, quien se llevó todas las opiniones fue Amparo Grisales.
Como ya todos los espectadores saben, la actriz no teme decirles las verdades en la cara a cada uno de los imitadores, pues su intención es que ellos se puedan convertir en los dobles perfectos. Y eso fue lo que hizo con Yo me llamo Alejandro Fernández.
El participante salió al escenario del reality para hacer su versión de Tantita pena, una de las canciones más populares del ‘Potrillo’.
Desde un comienzo se notó que los jurados no estaban conformes con lo que estaban viendo y escuchando, y es que sus caras lo dijeron todo. Cuando Alejandro terminó su presentación, llegó el momento de la retroalimentación por parte de ellos y la primera en hablar fue Amparo.
De acuerdo con la jurado, ya está cansada de ver al imitador con el mismo peinado, pues parece una “fotografía” en cada show. Además de eso, también le hizo algunas correcciones respecto al tono de su voz:
“Yo ya quiero verlo con ese pelo desordenado, mojado. Él no saca la voz a pleno, es contenido, siempre usando el bostezo y en el coro no sacaste el vibrato. La movida de la pelvis estuvo sabrosa. Pero ya me tiene cansada esa foto, sería chévere que viéramos ese look crespito... despéinate, desabróchate, entrégalo todo, sacúdalo, mójeselo antes de salir al escenario para que veamos ese potrillo sensual”.
Los comentarios negativos finalmente surtieron efecto, pues finalmente el imitador fue seleccionado como uno de los peores de la noche. Ahora, Alejandro Fernández tendrá que ir a reto de eliminación y allá tendrá que demostrar que sí puede evolucionar y avanzar en el programa.
Cabe mencionar que el imitador ya se ha estado preparando para esto, aunque aún no se ve en el escenario. Por ejemplo, recientemente tuvo una clase con Gina Medina con el objetivo de fortalecer aquellas expresiones que lo pueden hacer más sensual, tal como se lo pidió Amparo.
Yo me llamo se convirtió en el reemplazo del Desafío y su nueva temporada trajo consigo varios cambios que les han gustado a los televidentes.
Uno de ellos tiene que ver con el regreso de Pipe Bueno al programa, luego de estar ausente durante algunas versiones. Luego de él pasaron por el formato Jessi Uribe y Yeison Jiménez, pero de acuerdo con Amparo, la mejor versión del reality es cuando están César Escola, Pipe y ella.
“Cuando estamos César, Pipe y yo es mi versión favorita. Y no fue que hiciera una exigencia, fue más bien una amorosa sugerencia por todo lo que él aporta. Les dije: ‘Me lo vuelven a sentar aquí'. Porque además es un ser humano muy lindo, amoroso y podemos interactuar. De repente, a mi lado se ha sentado gente que no tiene el ego domesticado. Y lo bonito de la labor que hacemos los jurados es que, en medio de las discusiones y los puntos de vista de cada uno, hay humor y debe haber conexión. Y eso no ha fluido igual cuando no está Pipe. Con otros no me ha fluido esa misma empatía y no he tenido buena química”, aseguró hace un tiempo en una conversación con Semana.