Por Juliana Londoño M.
Después de dos décadas de carrera, escribiendo, cantando, disfrutándose y reescribiendo su historia, Santiago Cruz puede regresar en el tiempo y hacer un balance de su música.
“Ha sido una carrera muy linda, caminada con orgullo, dignidad, con una firmeza en cuanto a lo que yo entiendo que es una canción y cuál es la música que me representa. Ha sido una carrera con muchos tropiezos y equivocaciones, pero en la que he intentado dar lo máximo de mí en cada paso, así lo que tuviera fuera muy poco”.
El balance lo hace en un momento de calma, pero no de quietud, porque él nunca para. Cuando no está escribiendo, está cantando, produciendo, viajando o gozándose la vida.
Acaba de volver de una gira por Estados Unidos y hace poco presentó su último sencillo, que se trató de una colaboración con un grupo colombiano. Todavía resuena el lanzamiento de su libro, ‘Diciembre otra vez’, donde el cantautor ibaguereño abrió las puertas de su corazón para dejar salir los miedos y los remordimientos, sobre todo los relacionados a su lucha contra las adicciones.
El papá de Salvador y Violeta, el esposo de María Paz, el que no baja la guardia, escribe desde lejos y pone las cartas sobre la mesa, ama volver a Cali, para disfrutar del regalo de abrazar a sus hermanos y robarle un poco de prisa al tiempo para hablar de las cosas que se hablan en familia. Pero también para reencontrarse con su público que nunca lo desampara.
La cita en la capital vallecaucana es el 9 de marzo, en el Teatro Calima, a las 8:30 de la noche. Como antesala, habló con El País, sobre este tour que lo devolvió al camino y con el que aún le queda mucho por recorrer.
La gira tiene a Nueve, su último álbum, como eje central. ¿Qué pueden esperar los caleños de este encuentro?
Cada detalle del concierto, el trabajo de luces, de video, con los músicos, ha sido muy cuidado y hemos rodado ya por varios países y ciudades. Estamos muy contentos de tocar en Cali, con la ilusión que siempre nos representa visitar la ciudad. Tenemos un espectáculo que va a sorprender a quienes ya nos han visto y a quienes nos vean por primera vez.
¿Qué llega después de la tormenta?
Generalmente, siempre llegó un periodo un poco más tranquilo y generalmente también apareció otra tormenta, a veces más intensa que la anterior y otras menos intensas. Lo cierto es que con los años uno sí se va sintiendo un poco más preparado para afrontar todo lo bueno y lo malo que puede pasar. Al fin y al cabo son inevitables.
En ‘Diciembre otra vez’, le mostró a su público una parte de usted que no conocían. ¿Qué le otorgó esa experiencia a su vida?
Una liviandad. Escribir un libro de esa naturaleza requiere procesos que son una catarsis muy grande, muy intensa. Después de eso vino una sensación de haber soltado muchas cosas que necesitaba dejar ir. Para mi carrera, fue un entendimiento distinto con la gente que lo ha leído, con quienes se han conectado con él, y han entendido a la persona detrás del artista y el recorrido que esa persona ha hecho en su vida, para pararse en un escenario con la firmeza y la dignidad con la que lo hago cada noche.
Pude entender que la gente agradece mucho la honestidad y la transparencia, sobre todo en estos tiempos en los que todos estamos tratando de vender nuestra mejor versión en redes sociales. El libro tiene una honestidad que no es usual en estos tiempos y eso ha sido muy valorado.
Hablando de redes sociales, donde usted también comparte mucho de su vida personal, ¿cómo mantenerse auténtico, en tiempos de seguidores, viralidad y tendencia?
Esa es la pregunta del millón, sobre todo para la gente que está empezando. Desde que encontré mi propia voz he querido ser fiel a ella. Obviamente con aprendizajes e incorporando cosas de las maneras actuales de hacer música y de aproximar más esta carrera, pero nunca queriendo parecerme a nadie más, siempre con el oído atento, pero con el corazón correcto para seguir respetándome.
Después de tantos años de carrera, ¿alguna vez se encuentra con el dilema de decir, esto ya lo canté?
Inevitablemente eso aparece al llevar más de 20 años haciendo canciones. Al final, la meta es contarlo de una manera distinta. El arte se trata de representar las emociones humanas, y esas son las mismas en todos. A lo largo de la historia, la gente se enamora, se desenamora, hay amor propio, pertenencia, deseos, frustraciones... las emociones son iguales. Cambian los contextos y el truco es intentar narrarlas de una manera distinta cada vez, y cuando uno se encuentra viéndose a uno mismo, hay que estar con los oídos muy abiertos, y tratar de girarse para el otro lado.
Ya hicimos balance. Ahora, ¿qué pasa con el futuro?
Seguir haciendo exactamente lo mismo. Enfrentando cada paso con la misma vehemencia, entrega, el mismo compromiso, con mucha responsabilidad y respeto, primero hacia mí como artista y hacia el público.
Santiago Cruz Vélez nació en Ibagué, el 1 de febrero de 1976. Fue de los primeros niños que nacieron bajo el signo del dragón en el horóscopo chino ese año. Esta figura se asocia con la fuerza, la salud, la armonía y con la buena suerte. Las figuras de este místico animal han regresado este año y se colocan para desterrar a los demonios y a los espíritus malignos. Lo mismo pasa con las palabras y con la música.
Combinando estos dos elementos, este hombre de 1.95 metros de estatura, en 1999 le abrió un concierto a Fito Páez en el Palacio de los Deportes de Colombia y decidió que lo suyo no eran las oficinas, sino los escenarios. Estudió Finanzas y Relaciones Internacionales en la Universidad Externado de Colombia.
Hablando de escenarios, ha estado en muchos, pero hace poco volvió a la terminal de transporte de Ibagué para cantarle a la gente de su ciudad, en un momento íntimo que se viralizó gracias al poder de las redes sociales.
“Llevo unos años trabajando como embajador de una marca de carros y están lanzando una división de vans para servicio público en Colombia. El primer destino era Ibagué y sabiendo de mi amor por mi tierrita, me invitaron a hacer parte de esa experiencia y a intentar sorprender a la gente que estaba en el terminal. La gente no lo podía creer y su respuesta fue muy linda, pese al poco tiempo que estuvimos ahí”, comenta el cantante quien estuvo nominado en la última edición de los Grammy Latino, con su álbum ‘Nueve’, el cual incluye una canción con su amigo Andrés Cepeda y al cual puso ese nombre porque es un apasionado de los números.
“Es un lugar del que tantas veces salí y al que tantas veces llegué en mis épocas de estudiante. Muchas veces con la guitarra al hombro, persiguiendo sueños y en ocasiones un poquito aburrido porque no pasaba nada. Volver a estar ahí, después de tantos años y con la carrera que hemos logrado fue una sensación muy bonita”, asegura Cruz, quien en 2003 lanzó su primer álbum titulado ‘Solo Hasta Hoy’.
“Santiago es un artista íntegro, que vive apasionado por la música, por lo que escribe, respetuoso, estricto, amable, sencillo, carismático con sus fans, la gente del medio, siempre con una sonrisa. Esta es la combinación que lo ha llevado a ser uno de los artistas más exitosos de Colombia”, comenta Patricia Ocampo, promotora de artistas, quien lo acompañó en su recorrido por los medios caleños cuando firmó con Sony Music.
Acaba de llegar de Estados Unidos, donde deleitó a su público con las mismas canciones que tocará en Cali. Allí disfruto de una verdadera maratón por varios estados. “Nos entregaron la camioneta en Atlanta, la entregamos en Chicago, y en el medio hicimos Miami, Tampa, Washington, Filadelfia, Boston, Nueva York, Pittsburgh, tocando por primera vez en muchos lugares, con momentos maravillosos y en otros con un cansancio muy grande”.
La gira dejó momentos inolvidables, pero uno de ellos fue uno con el que el artista pudo tachar uno, de los pendientes de la lista de cosas que uno nunca quisiera que pasaran. “Al principio del concierto de Chicago se me cayó un diente. Me habían hecho un tratamiento de implante y cuando empecé a cantar se cayó. La experiencia de cantar si un diente ya está chuleada, y la gente fue muy generosa con la situación que compartí en TikTok. Menos mal tan pronto como terminó, pude volver a Colombia a que me lo pegaran”, cuenta entre risas, con todos sus dientes completos.
Al terminar Colombia, viajará a México y a visitar nuevas ciudades en Estados Unidos y posiblemente Venezuela. Ya tiene nuevo sencillo listo, pero lo estrenará después de su paso por “la sucursal del cielo”, ciudad que defiende ante la pregunta de si considera, como muchos, que es una plaza difícil para los cantantes.
“En Cali he tenido conciertos llenos y otros a medio llenar. Las particularidades de la ciudad, los escenarios o el tema de la boletería y la economía que allí se vive, es mucho más complejo que limitarlo al tema de los conciertos. Por eso, decir que es una plaza dura, es un facilismo en el que se cae muy seguido, pero poco se hace por cambiarlo. Lo que yo trato es que quienes vayan a escucharme, sean pocos o muchos, siempre tengan una nueva experiencia”.
Entre la variedad de tatuajes que Santiago luce en su piel, hay uno en homenaje a Nelly, una fan que falleció a comienzos de 2023 y que fue a 113 conciertos suyos. “Es un homenaje a una mujer que me acompañó muchos años, de muchas maneras y de forma generosa, en 113 conciertos. Me parece un número bárbaro que una persona quiera verlo a uno tantas veces. Y a la vez es un homenaje a la gente que sigue lo que hago”, le comentó a El País en una entrevista pasada.
Para Mauro Etayo, director de la emisora Bésame, “la música de Santiago muestra una evolución total, con canciones que llegan al alma, como ‘Baja la Guardia’, de las primeras que lo dio a conocer”, asegura el locutor, quien lo conoció en la campaña ‘Vamos por ti Colombia’, de RCN Radio, en la que ambos trabajaron hace años. “Participaban él y muchos artistas que se estaban lanzando en el momento como J. Balvin, Maluma y Pipe Bueno. Siempre recuerdo que me tocaba presentar a Santiago y cada que lo hacía, él se mostraba muy agradecido por el ánimo yo mostraba al presentarlo”, comenta el director, quien, de paso, destaca que hay canciones con las que sus oyentes siempre lo referencian: ‘Y si te quedas qué’, ‘Cuando regreses’ y ‘6:00 a.m.’.
“Santiago es de los artistas más aceptados que hay entre el público femenino y normalmente cuando viene a concierto, son las mujeres las que están más pendientes de llamar a la emisora y concursar por la boletería”.
En el 2006 lanzó su segundo álbum independiente, al que llamó ‘Sentidos’. Pero en 2010 llegó el disco que todo lo cambió. Para ‘Cruce de caminos’, que se publicó en 2010 con once canciones, escribió 30. Fue con este trabajo que su nombre se hizo internacional, especialmente después de ser nominado al Grammy en la categoría mejor álbum cantautor.
Luego, en 2016, fue el turno de ‘Trenes, aviones y viajes interplanetarios’, donde en la canción ‘Pies de duende frágil’, le canta a ese “alguien que dio por sentado tenerte a su lado y nunca entendió”. Cinco años después estrenó ‘Dale’, con diez canciones, hasta que llegó ‘Nueve’, que trae, en efecto, nueve canciones.
Ha colaborado con Franco de Vita, Fonseca, Kany García, Doctor Krápula, Morat y muchos otros, pero su mejor ‘feat’ ha sido con María Paz Mateus, profesora de yoga, terapeuta en Biosanación Emocional, su esposa. Ella es la madre de sus dos hijos, a quien conoció cuando la actriz Manuela González la llevó a la grabación de su desconectado en el Gimnasio Moderno.
“El próximo 1 de febrero, además de ser mi cumpleaños, se cumplirán 12 años desde que nos juntamos ella y yo. La amo toda y todos los días, y ¡ME FASCINA!”, expresó el cantautor en su cuenta de Instagram, donde lo siguen 794 mil personas.
“Me parece hermosa y deliciosa. Siempre digo que es ‘la más guapa en todas las fiestas’, y me paso el día agarrándole las nalgas. Una belleza natural, impactante e imponente, por lo menos para mí. Una belleza de la que ella nunca hace alarde. Ahí está sin una gota de maquillaje, no le gusta usar. Y es aún más guapa por dentro. Sigue sin gustarle que le tomen fotos, pero ya lo afronta desde otro lugar”, concluye.
Su verdad
Santiago Cruz nunca ha ocultado el tema del problema que tuvo con los excesos durante la época de sus 20 años; sin embargo, en su encuentro con los pupilos de La Descarga, la conversación surgió cuando uno de ellos le preguntó por su proceso creativo para escribir canciones.
El artista tolimense reveló, en esa oportunidad, que la mayoría de canciones tiene un componente personal y reveló que Baja la Guardia la escribió en medio de su procesos de rehabilitación.