El actor y presentador Santiago Rodríguez se sinceró ante las cámaras del programa La Red, de Caracol, y contó detalles de cómo ha sido su vida desde que fue diagnosticado con un tipo de leucemia.

Todo comenzó aproximadamente en septiembre del año pasado cuando, relató Rodríguez, comenzó a sentirse muy agotado.

“Yo subía unas escaleras (y) me 'mamaba'. Yo era fumador, entonces, también me fumaba un cigarrillo y me sabía a 'miércoles', cosa que para mí era rara. Yo me la pasaba muy cansado, cansado...”, comentó.

Su apariencia física fue cambiando y cada vez se mostraba más pálido, lo que notaron sus compañeros de trabajo. Luego de varios comentarios al respecto decidió ir a un médico internista justo antes de una presentación en Manizales.

“Me revisó y tenía morados, me miró la 'vaina' de la anemia y yo tenía los glóbulos blancos en la 'miércoles'... y me dijo: 'esta vaina está tenaz, necesito hospitalizarte ya y que te hagan una transfusión'”, indicó.

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El también humorista se quedó en Bogotá, donde le hicieron una serie de exámenes, incluida una biopsia de la médula ósea para descubrir qué era lo que realmente tenía. Esta última prueba fue la que reveló que tenía un tipo de leucemia, una enfermedad que afecta los tejidos que conforman la sangre y que prohíbe que el cuerpo combata una infección.

“Y claro, el primer 'totazo' es que uno le digan que es leucemia. El golpazo es duro, muy duro. Lloré mucho y me volví mierd* con mi familia... y es parte de todo eso”, contó.

Rodríguez recordó que siempre ha pensado que la muerte es algo inevitable, lo que le ayudó a sobrellevar la noticia, aunque confesó que lo que más le “daba duro” de la situación era “dejar todo a medias”. Su fe también le permitió mantenerse en pie en los momentos más difíciles.

“Uno siempre dice: '¿por qué a mí?, ¿por qué a mí?'. Aprendí que sí, me tocó a mí, listo, ¡hágale! No es que me haya resignado, sino que llega un momento en el que uno dice 'es una bendición', o sea, si me pasó a mí es que yo tengo que aprender algo de esto, así me vaya o así me quede”, detalló.

Los cambios físicos, los distintos tratamientos, el dolor y los problemas derivados del trasplante se hicieron presentes. En medio de todas las dificultades, la fortaleza mental, el cariño de amigos y familia fue lo que le permitió avanzar en el proceso.

“El cuerpo lo empieza a sentir, la mente... Uno tiene que ser muy fuerte de aquí (la mente). O le 'mama uno gallo' a todo lo que está pasando o uno se hunde en esa vaina y ahí si no lo saca nadie”, confesó.

La hospitalización le ayudó a cambiar su perspectiva de la vida y le enseñó a valorar las cosas más simples, además de bajar su nivel de estrés.

“La vida no es una competencia de ver quién trabaja más... Me dí cuenta, y ahora lo sé y priorizo las vainas, de que yo tengo que vivir tranquilo. ¿Y tranquilo qué es? Estar fresco, 'hermano'...”, declaró.

“Uno tiene que ser muy fuerte de la mente. O le 'mama uno gallo' a todo lo que está pasando o uno se hunde en esa vaina y ahí si no lo saca nadie”.

Finalmente, Rodríguez destacó la importancia del acompañamiento de su familia, en especial de su esposa, y hasta le 'agradeció' a la leucemia.

“La actitud positiva es lo que a uno le ayuda en esto, el apoyo y el amor, que no es que a uno le estén diciendo a cada rato 'te amo' (...) No tengo la forma de decirle gracias (a mi esposa) por todo lo que ha hecho y lo que sigue haciendo. Y a la leucemia le tengo un cariño porque, de verdad, sin esto no hubiera podido aprender muchas vainas”, concluyó.

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