Aún recuerdo lo que sentí cuando llegué a casa después de ver Titanic. Tenía siete años y mis papás me habían colado en la sala del cinebar de Chipichape, recién inaugurada, para ver la función de las diez de la noche de la película de la que todo el mundo hablaba.

No tengo muy claro lo que comí el pasado lunes pero podría describir con detalles cada escena que vi, hace más de dos décadas. El recuerdo es tan vívido, quizá porque esa noche vi por primera vez lo que significaba el lujo, pero aprendí mucho más: que los finales tristes también son felices, que al morir quería que me esperaran todos mis seres queridos y que, bajo ninguna circunstancia, me gustaba el frío.

Creía que conservar en mi memoria aquel momento me hacía especial, hasta que, hace dos días, James Cameron, quien escribió, produjo, diseñó y dirigió Titanic, dijo en una rueda de prensa en la que participó El País, que precisamente esa era una de las razones que habían hecho inmortal el filme, “la gente recuerda dónde estaba cuando se estrenó, qué llevaban puesto o con quién fueron al cine. De hecho, la película duró tantas semanas —15— como número uno, porque quienes la vieron querían que otros sintieran lo que ellos habían experimentado. Lo tienen tan presente como el día que el hombre llegó a la luna o el fatídico 9/11. Yo no recuerdo tanto la película, sino mucho más todo lo que costó hacerla”.

Como se anuncia ya en salas de cine, Titanic volverá, 25 años después de su estreno, el jueves 9 de febrero en versión remasterizada en 3D HDR y alta velocidad de cuadro.

La historia, protagonizada por unos jóvenes Leonardo Di Carpio y Kate Winslet, obtuvo el récord de 11 Óscar. Ganó estatuillas a mejor película, mejor director, mejor fotografía, mejor montaje, mejor dirección de arte-decorado de set, mejor diseño de vestuario, mejor banda sonora dramática original, mejor canción original, mejor sonido, mejor edición de efectos de sonido y mejores efectos visuales.

Tras su estreno en cines en 1997, se convirtió en la más taquillera en la historia, hoy en día es la tercera de mayor recaudación bruta en el mundo.

La remasterización de la cinta, que fue restrenada en 2012 como parte de los actos conmemorativos de los 100 años del accidente del Titanic, y como todo lo que ha involucrado su creación desde el primer minuto, fue un trabajo titánico, que representó casi que volver a hacer el filme desde cero. Pero el resultado merece la pena.

“Hay una generación entera que nunca ha visto Titanic como se planeó para ser vista: en la pantalla grande. Con el poder emocional intacto y las imágenes más poderosas que nunca, es una experiencia épica para los seguidores y para el nuevo público”, explicó Cameron, quien es buzo certificado desde los 15 años y tiene una fascinación con los naufragios; en su opinión, el del Titanic era “el Everest de los naufragios”. Se dice que la producción fue solo una excusa para bajar al fondo del mar a ver los restos del transatlántico británico, el mayor barco de pasajeros del mundo al finalizar su construcción.

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Son muchas las anécdotas y curiosidades de esta obra cinematográfica para la que construyeron un buque casi tan grande como el real y se sumergieron, literal y figurativamente, en la historia del barco que naufragó la madrugada del 15 de abril de 1912 en las gélidas aguas del Atlántico y cuyos restos fueron descubiertos, en una misión secreta, en 1985.

Cameron visitó el lugar hasta en 12 ocasiones en 1995 en un sumergible tripulado. De hecho, las imágenes que se muestran al final de Titanic, fueron grabadas por él en esa época, tomadas con una cámara que su hermano diseñó con el propósito de resistir la presión del agua a esa profundidad y que se usaron para promocionar y conseguir presupuesto para rodar.

“Lo que hace inolvidable a este filme es que cuenta una historia que nunca dejará de asombrarnos. Pasaron muchas cosas trágicas, pero a la vez, Titanic tiene una calidad casi novelística; habla del amor, de la mortalidad y del sacrificio. Hay algo elegante en todo esto y la ironía de un barco que no se podía hundir. A todo eso le sumamos una historia de amor que resultó ser de empoderamiento”, explica el director, quien en los últimos días promociona también la segunda entrega de Avatar, llamada a ser otra de las más taquilleras de la historia. “Es un orgullo decir que la gente sabe más sobre la tragedia, porque la película es muy apegada a los hechos. Fui muy enfático en eso. Quería que fuese una visualización definitiva de este momento histórico comparable a si viajaras en el tiempo al pasado y lo grabaras”.

Titanic con Kate pero sin Leo

La labor del casting fue una de las más arduas, ya que muchos de los personajes que quedaron en el corte final de la película, existieron en la vida real. Sin embargo, Jake y Rose son personajes ficticios. En un momento, según comenta James, él quería a DiCaprio, pero no estaba muy convencido de Winslet, porque ella ya tenía “una reputación de ‘chica corset’”, al haber interpretado varios papeles de época, e incluso ser nominada al Óscar por ‘Sentido y Sensibilidad’, en 1995.

“Pero estaba tan convencida de que el papel era suyo, que me enviaba notas e incluso, un día me dibujó una rosa, diciendo ‘yo soy tu Rose’. Por otro lado, Leo, que venía de hacer papeles muy interesantes como el de ‘¿A quién ama Gilbert Grape?’, por el que fue nominado al Óscar en 1994, no estaba muy convencido de que este rol le representara un desafío”, cuenta sobre el actor que acababa de rodar la versión moderna de Romeo y Julieta, por lo que no deseaba morir en otro romance trágico.
Entonces James le mostró el desafío.

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“Vas a amar a una mujer a la que la sociedad le ha dicho toda su vida que no puede ser ella, que no puede quitarse el corset y experimentar lo increíble que puede ser. Jack será su catarsis y la liberará para que ella viva una vida real y haga todo lo que se proponga. El resultado se evidencia al final de la historia, cuando vemos que ella hizo todo lo que prometió que haría y al final se queda dormida”. Sin pensarlo más, Leonardo aceptó.

“Muchos dicen que esta película fue la que los hizo famosos, pero no es así. Contamos la suerte de estar en un momento crucial de su carrera y es un honor ver lo que ambos han hecho desde entonces”, confesó Cameron.

Si Rose duerme o no ha sido uno de los misterios del filme. El director contó cómo se dio la escena. “Gloria Stuart, quien interpreta a Rose anciana, me preguntó antes de rodar la escena si moría o no. No estaba seguro. Así que ella muy divertida preguntó: ¿Respiro o aguanto la respiración? Le dije que no respirara y todo lo demás quedó dicho”. “Al final no sabemos si se reúne con su amor, recordando de forma tan vívida lo que pasó. Todos experimentamos el amor, como padres, hijos, esposos, no te puedes imaginar el final de la mortalidad, pero siempre está la posibilidad de reunirte con ellos. Esos mensajes son los que culminan en el final”.

¿Y si Titanic se hiciera ahora?

La grabación de esta película requirió la construcción de un barco casi tan grande como el original, con 250 metros de largo y 15 de alto (desde el nivel del agua hasta la cubierta). Hubo escenas que solo se pudieron rodar una vez, porque se destruía toda la escenografía con el agua.
“Si volviera a hacerla después de todos estos años, el resultado sería igual”, dijo Cameron. “Mis impulsos no han cambiado tanto. Hicimos muchos experimentos, aún estaría interesado en el tema. Pero la producción sería diferente utilizando la tecnología con la que contamos ahora. Haríamos algo similar a lo que logramos con Pandora (Avatar), emplearíamos menos recursos, y todo sería más fácil”.

Para él, “Titanic sigue siendo relevante porque la historia de la división de clases y la forma en la que las tragedias golpean a los más pobres no ha cambiado. El cambio climático es el ‘iceberg’ con el que colisionamos y ya sabemos quiénes son los más afectados”.

Jack y la tabla

En los momentos finales del Titanic, cuando el barco se está hundiendo y todo es caos, Rose y Jack encuentran un trozo de panel de la Gran Escalera, él la ayuda a subirse a la madera, que solo flota lo suficiente para sostener a una persona. Sujetando el borde, le asegura que ella morirá como una anciana, calentita en su cama. Él muere de hipotermia, pero ella se salva cuando el quinto oficial Lowe y algunos tripulantes regresan para intentar encontrar supervivientes. Únicamente rescataron a seis.

¿Es verdad que la tabla no era suficiente para salvar a dos personas? Este ha sido uno de los más amplios debates que se han planteado desde que empezó el uso del internet comercial.

En entrevistas, Kate Winslet ha dicho que tal vez sí había espacio para ambos amantes en el pedazo de madera, mientras Leonardo DiCaprio prefiere no hacer comentarios. “Seguro que él también podía haberse esforzado un poco más en subirse. Cabíamos perfectamente”, dice Winslet.

Es por eso que James Cameron pagó un análisis científico para determinar si Jack podría haber sobrevivido si simplemente Rose le hubiese hecho espacio.

En el especial ‘Titanic: 25 años después con James Cameron’, que se emitirá pronto en National Geographic, el director presenta un exhaustivo estudio, junto a dos especialistas que recrean la escena en temperaturas bajo cero, analizando los problemas y obstáculos a los que podría haberse enfrentado la pareja.

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“Es posible que Jack pudiera haber sobrevivido tumbado sobre la tabla hasta que llegaran los botes salvavidas”, ha dicho Cameron “Sí, podría haberse salvado, pero hay muchas variables”, enfatiza. Entre esas variables están la temperatura del agua y el agotamiento de la pareja, entre otras condiciones. Pero según James, hay un factor que predominó en su mente que lo llevó a este tráfico final, “lo que no iba a hacer por nada del mundo era poner en peligro la vida de Rose”.

Hace varios años, en un capítulo de MythBusters (Cazadores de Mitos), decidieron comprobar en un vídeo si la famosa tabla podía aguantar el peso de la pareja.

A pesar de que el peso de ambos fuera demasiado elevado para que la puerta pudiera seguir flotando, cabía la posibilidad de que se colocaran los dos chalecos salvavidas debajo del soporte para que no se hundiera, y así el trágico final no hubiera existido: Rose y Jack Dawson hubieran salido con vida del Titanic.

Entonces, el cineasta había descartado esta posibilidad por la que es constantemente consultado. “Esta disputa me ha enseñado que logré mi objetivo de presentar a Jack como alguien entrañable para la audiencia que sufre cuando le ve morir”.

Y es que tal y como señala Cameron, “si hubiera vivido, el final de la película no habría tenido sentido... La película trata sobre la muerte y la separación; él tenía que morir. Ya fuera congelado o golpeado por una de las chimeneas del Titanic”.

Datos curiosos

  • En lugar de contratar siempre nuevos extras y tener que adaptarles la ropa y enseñarles los gestos propios de 1912, se contrató a un grupo de 150 "extras principales" que permanecerían en la película durante toda la producción.

  • 200 millones de dólares, costó la cinta, más que el propio Titanic. En la construcción del barco en 1910-1912 se invirtieron 1,5 millones de libras esterlinas, equivalentes a 7,5 millones de dólares de la época y a unos 120-150 millones en dólares de 1997.

  • Debido a la larga permanencia de la película en los cines, Paramount Pictures tuvo que enviar bobinas de repuesto a los cines que habían agotado literalmente sus copias.

  • Una investigación reciente demostró que si el Titanic hubiera chocado de frente contra el iceberg, habría sobrevivido. Aunque dañado, no se habría hundido y habría llegado a Nueva York, quizá con uno o dos días de retraso. Harland and Wolff, el astillero de Belfast que construyó el Titanic en 1909, abrió sus archivos privados a la producción, compartiendo planos que durante mucho tiempo se creyeron perdidos.

  • Tras su agotadora experiencia en la película, que incluyó un riguroso calendario de rodaje, además de sufrir neumonía Kate Winslet dijo: "Tendrían que pagarme muchísimo dinero para volver a trabajar con James Cameron”. Kate participa en Avatar: El Camino del Agua (2022), que está en cartelera.

  • Inicialmente, el personaje de Jack iba a ser interpretado por Matthew McConaughy; de hecho, Kate Winslet hizo con él las primeras lecturas de guion.

  • El director no quería incluir ninguna canción en la película. Sin embargo, el compositor James Horner se puso de acuerdo en secreto con el letrista Will Jennings y la cantante Céline Dion para escribir ‘My Heart Will Go On’, utilizando como melodía el tema musical central del filme. Al final la canción se incluyó en los créditos finales y ganó el Óscar a la mejor canción original.

  • La película salió a la venta en VHS en EE.UU. el 1 de septiembre de 1998, mientras aún se proyectaba en los cines. El fin de semana siguiente al lanzamiento del VHS, aún podía verse en 447 cines de Norteamérica.

  • Se dice que Steven Spielberg quedó tan impresionado con la conversión a 3D de la película, que contrató a la misma empresa de retroadaptación para que hiciera lo mismo con la conversión a 3D de Jurassic Park (1993).

  • Dos horas y cuarenta minutos es el tiempo exacto que tardó en hundirse el Titanic, el mismo que duran las escenas ambientadas en 1912 en el filme.

  • El vestido de gasa que lleva Rose en la última parte de la película se diseñó para que quedara igual de bien mojado que seco. La diseñadora de vestuario Deborah L. Scott mandó hacer unos 24.

  • Titanic fue la primera película nominada dos veces al Óscar por la interpretación de un mismo personaje: Kate Winslet fue opcionada a la mejor actriz por su papel de Rose y Gloria Stuart aspiró a mejor actriz de reparto por su interpretación de la Rose mayor. La siguiente vez que esto ocurrió fue con la película Iris (2001), también protagonizada por Winslet.