Cada vez se hace más común escuchar el término ‘Sexting’, un acrónimo global que, en la escritura y en la práctica traduce: enviar a otro, a través del teléfono móvil u otro dispositivo con cámara, mensajes, fotos o vídeos con contenido erótico y sexual, producidos por uno mismo.
Esta práctica se ha convertido en la forma de dar rienda suelta a la pasión, aún en la distancia.

Expertos en el tema y apasionados blogueros consideran el sexting como una especie de termómetro o medidor del nivel erótico de una persona, incluso como un previo de la cita sexual.

“Utilizamos el sexting, por regla general, para aliviar cierta tensión sexual, para desarrollar fantasías o mantener un contacto íntimo como amantes… En definitiva, como un medio para lograr un fin, en este caso, la resolución de esa excitación que sentimos en un momento dado”, escribe Gwen, como se hace llamar la ‘sexblogger’ de ‘Mamá, no leas...’.
Para la sex coach y escritora española, no solo este recurso es la definición de la excitación en línea sino que, además, es cada vez más valorado por las nuevas parejas, al “ser de ayuda de cara a conocer sus preferencias o la posible compatibilidad en la cama”. Pues si bien una relación naciente se basa en conocer al otro, no hay que olvidar que en el sexo, el entendimiento es clave.

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Ahora bien, ávidos de espacios para explorar la sexualidad, y disfrutar de un encuentro poco convencional, esta herramienta se ha convertido en un aliciente para aquellas parejas que han perdido esa pasión inicial, por lo que embarcarse en conversaciones subidas de tono a lo largo del día cada vez es más gratificante.

“El sexting precisa voluntad, respeto, ganas y alguien que nos motive y caliente... La vida cambia, las personas evolucionan, y pueden aparecer nuevas motivaciones, fantasías o deseos. Así que demos un empujoncito para animar la relación y que la falta de pasión no sea un factor en ella”, recomienda la creativa detrás del blog.

No obstante, antes de sumergirse en este juego de la pasión en línea, la reconocida sexóloga Flavia Dos Santos explica que “el secreto para conquistar a través de mensajes de texto es saber qué imágenes voy a mandar y qué voy a decir, pues lo muy explícito y directo, en muchas ocasiones puede llegar a asustar al otro, sobre todo cuando no hay confianza. La sutileza aquí es todo”, dice la experta. 

El lado oscuro

Según una reciente investigación publicada en la revista Jama Pediatrics, El ‘sexting’ ha aumentando en los últimos años, sobre todo entre menores de 18 años.

La publicación reconoce que una parte considerable de la juventud envía material sexual —1 de cada 7— representado un 14,8% de la población. Por lo que la infancia y la adolescencia, son los grupos más vulnerables.

Frente a dicho panorama, Paula Dávila, psicóloga clínica y terapeuta de pareja, explica que, si bien, entre las grandes ventajas que ha traído la tecnología, se encuentra que esta se ha convertido en un puente para los que tienen menos posibilidades de un encuentro sexual físico, también es una práctica que debería hacerse teniendo en cuenta que todo lo que se envía por internet “queda libre”.

“Este es un material que entregas al uso que el otro le quiera dar. Y en ese sentido, hay que tener ciertas precauciones. Existen aplicaciones un poco más seguras para intercambiar vídeos e imágenes, que te avisan de la toma de un pantallazo, en el caso de imágenes. No obstante, hay que saber en quién confiamos nuestra intimidad”, advierte la experta.

Para ella, aunque las nuevas generaciones son cada vez más arriesgadas y más desinhibidas en este tema, por lo que, de filtrarse algo, es un asunto que en su inconsciente, no genera mayor preocupación, sí debería serlo. “Que su ‘pack’ de fotos esté rotada o que terceros tengan
acceso a vídeos donde ellos aparecen, no genera lo que generaba un tiempo atrás por lo común que se ha vuelto, pues esa posibilidad es un riesgo al que cada vez, menos miedo le tienen, pero en últimas, hay que saber que es un delito”.

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Entre los aspectos negativos que plantea Dávila, se encuentra además, que, aunque en la actualidad sea muy normal recurrir al sexting, este puede llegar a fomentar las inseguridades. “Para la gente que tiene grandes inseguridades, es más sencillo entrar en el plano sexual desde ese control de la pantalla. Esto se debe a que tengo el control de lo que quiero que vea el otro, pero el rollo es pasar de esa virtualidad al mundo real. Al contacto real. Y ahí creo que hay un punto muy importante a tener en cuenta, desde lo psicológico”, concluye la experta.

De lo virtual, a lo real

Paula Dávila recomienda el sexting a las nuevas parejas, pero también a quienes están en crisis, pues esto puede ayuda a oxigenar la relación. “Algo para poner en práctica es que cada uno, en una habitación distinta, incluso dentro de la misma casa, utilice la tecnología como un previo. Esta es una excelente forma de coqueteo previo al encuentro real”.
“Hay juguetes que se pueden manejar a distancia, por aplicación, así que es una buena manera de aprovechar los recursos que otorga la era digital”, agrega la especialista.