La actriz colombiana Margarita Rosa de Francisco, una de las actrices más polémicas y queridas de la televisión en Colombia sorprendió a sus seguidores anunciando su decisión de abandonar los retoques estéticos en su rostro, como el botox, pues quiere experimentar como es el proceso natural de envejecimiento.
La caleña de 57 años de edad a comienzos de año compartió su determinación en las redes sociales: “No quiero ponerme más botox ni rellenos ni nada de eso. Quiero ver, estoy curiosa de ver cómo es el proceso de mi envejecimiento y ya”, expresó a través de su cuenta de TikTok.
En el video mostró su rostro al natural, sin nada de filtros, mientras hablaba de la tendencia que hay en esta red social de utilizar un filtro que envejece digitalmente a las personas.
Sin embargo, la experiencia de ver su propio rostro envejecido la dejó muy sorprendida. “Yo usé el filtro ese y de verdad que me aterró tanto, que casi que traiciono mi consigna de que no quería perderme mi envejecimiento”, confesó la actriz.
Asimismo, admitió que ciertas líneas y arrugas en su rostro le preocupan y le causan incomodidad.
Además, Margarita Rosa mencionó que el cuello también la tenía preocupada, calificándolo como “tenaz”. No obstante, en otro video, aclaró que su elección de no someterse a cirugías de rejuvenecimiento facial no la hacía sentirse moralmente superior a quienes optan por ellas. Reconoció que cada individuo tiene el derecho de tomar decisiones sobre su apariencia y que ella simplemente eligió seguir un camino diferente.
Mientras algunos la elogian por su valentía y autenticidad, otros la critican, argumentando que no hay nada de malo en buscar mantener una apariencia más juvenil mediante procedimientos estéticos.
Su posición frente a la vejez
En una entrevista con BBC News mundo, Margarita Rosa de Francisco habló sobre la vejez y el miedo que tienen las personas de llegar a edades avanzadas.
”Yo me he preguntado cuál es el terror a la vejez y por qué los medios, tengo que hablar siempre de los medios porque son los que promocionan la juventud, por qué le tienen tanto miedo sobre todo la vejez de la mujer. Esa es la más amenazante”, dijo
Igualmente, aseguró que de joven nunca se sintió feliz y a su edad ya estaba disfrutando de la vida en plenitud. “Yo de joven nunca fui feliz, fui absolutamente miserable. Ahora me siento francamente dichosa. Bueno, dentro de lo que un ser humano puede tener, pues uno sabe que hay días buenos y malos. Pero puedo decir que casi siempre me levanto y me despierto feliz”.
Agregó que aunque hay muchas cosas que no le gustan de su rostro, se siente con el derecho de mostrarlo tal y cual como lo tiene. “No tengo que pedir permiso para tener esa cara que ha producido mi vida, que ha producido mi andar, mi sentir. Entonces, me siento liberada. Esa es la palabra. Me siento aliviada de no tener el deber de ser bella, ni de ser joven, ni de ser sexy, ni apetitosa”, afirmó.
Además recordó que cuando tenía 45 años empezó a sufrir una crisis por la vejez y empezó a preocuparse porque se le marcaban las arrugas.
“Me puse botox en todas partes, me puse relleno en los labios también, porque esa es otra cosa de la vejez, que se empiezan a adelgazar los labios, como a meterse para adentro”. Los cachetes también empiezan a descolgarse. Esa parte, por ejemplo, me parece terrible. Por el lado mío que he hecho tanto ejercicio, ya todas las bisagras se me gastaron, ya no puedo correr nada, me toca hacer pilates, otro tipo de gimnasia. He azotado mucho mi cuerpo por muchos años y digamos que solo un cuerpo joven aguanta tanto abuso y ya grande, pues no lo puedo hacer”, concluyó.