La escritora caleña Susana Illera Martínez fue seleccionada por el equipo editorial de Disney para escribir un libro para la audiencia infantil inspirado en la película ‘Encanto’, cinta que se estrenará en Colombia este 25 de noviembre.
Fue así como nació el libro bilingüe para niños ‘El don de una familia/ The Gift of Family’, una historia sobre una familia extraordinaria, los Madrigal, quienes viven en lo alto de las montañas de Colombia, en una casa mágica, un pueblo vibrante y un lugar maravilloso llamado ‘Encanto’.
La magia de este sitio da a cada integrante un don mágico, excepto a Mirabel, quien descubre que la fantasía que rodea su hogar está en peligro. Ella, la única Madrigal sin dones mágicos, podría ser la esperanza para su familia.
Susana fue contactada en diciembre del año pasado por el equipo editorial y artístico de Disney por su trayectoria como escritora, ya que sus libros ilustrados brindan mensajes de tolerancia, respeto y empatía por los demás y el medio ambiente.
En 2020 fue galardonada por su primer libro infantil titulado ‘Lala, a Different Kind of Lizard’ (‘Una lagartija diferente’), en los International Latino Book Awards. Obtuvo el segundo lugar en la categoría ‘Libros ilustrados para niños más inspiradores’.
Y este año, en los mismos premios, fue reconocida por su obra titulada ‘Lo que escribo en la arena (cuentos y otras cosas que se olvidan)’, ganando el premio honorífico al Mejor Cuento en Español.
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Esta caleña de 46 años, 15 de los cuales ha vivido en Miami, trabaja para el departamento de Mercadeo de una gran empresa diseñando empaques y materiales publicitarios. Se considera una escritora compulsiva, escribe donde sea y en cualquier circunstancia: desde en el semáforo esperando a que cambie la luz, hasta en la playa tomando el sol.
Desde muy niña partió de su tierra y se fue a vivir junto a sus padres a Quito (Ecuador), donde estudió durante tres años Diseño Gráfico en el Instituto de Artes Visuales. Decidió estudiar esa carrera porque siempre se ha relacionado con el arte. Desde que estaba en el colegio le gustaba escribir, pero era muy tímida, así que escribía poesía para ella sola. Tan secreto tenía lo de la poesía que no lo reveló hasta hace cuatro años, cuando decidió sacar un poemario, solo para tenerlo en la biblioteca de su hogar. Sin embargo, al ver la portada, su esposo y su hija la motivaron para publicarlo. El libro titulado ‘Clara, cuentos y poemas’ contiene poemas de diferentes épocas de su vida. Se llama Clara porque era el seudónimo que ella usaba para escribir poemas.
Después publicó ‘Lo que escribo en la arena (cuentos y otras cosas que se olvidan)’, una colección de historias junto con pequeñas ilustraciones en blanco y negro. Tan significativo es ese libro para Susana que tiene una de las ilustraciones tatuada en su antebrazo derecho. Se llama ‘Margarita y las mariposas’, dedicado a su hermana Margarita y a su padre que falleció hace poco.
El libro ‘Encanto’ contiene más de 25 stickers con los personajes. También es bilingüe, la versión en español es de color verde, y la parte en inglés, azul.
“Pensé que era una estafa”
En diciembre del año pasado, Susana recibió un correo del equipo editorial de Disney en el que le comunicaban que ella había sido elegida para ser la encargada de escribir un libro inspirado en ‘Encanto’, una película de fantasía animada producida por Walt Disney Pictures y Walt Disney Animation Studios.
El equipo de producción de Disney realizó un trabajo de investigación en el que visitaron Bogotá, Cartagena, Santander, Quindío y otras regiones y ciudades de Colombia con el fin de comprender las costumbres y tradiciones como fuente de inspiración para la historia. Además de diseñar a los personajes de acuerdo con la diversidad étnica actual, cada uno luce elementos representativos de cada región.
En ‘Encanto’ se encuentran los famosos sombreros vueltiaos, las mochilas Wayúu de La Guajira, las ruanas típicas y las celebraciones caleñas como la del Día de los Ahijados, en la que se obsequian las tradicionales macetas con dulces.
“Yo al principio pensé que era una estafa, no me lo creía. El universo hizo todo o fue mi padre que se hizo una jugada por allá en el cielo. Yo lo único que tenía que hacer era decir que sí quería trabajar con Disney y obviamente dije que sí”, declaró la escritora.
Luego de que Susana aceptara esta propuesta, tuvo que firmar miles de convenios de confidencialidad. El equipo de Disney le entregó toda la información que ella necesitaba, los guiones cambiaron en varias ocasiones dado que la película aún no estaba lista. Ella presentó el manuscrito en los dos idiomas (inglés y español), y brindó ideas para las ilustraciones que debían estar en cada página. Utilizó un lenguaje muy sencillo, ya que sería para niños.
“Escribir para los pequeños es una responsabilidad muy grande. No solamente por el contenido, sino también por la calidad de lo que les estás poniendo, no porque son niños les puedes dar algo mediocre, al contrario, tienes más responsabilidad de entregar un material que esté ciento por ciento aprobado”, comentó.
A raíz de la pandemia, Susana sufrió momentos de estrés y depresión en los que simplemente no le apetecía continuar. “Tuve bloqueos no solamente para escribir y crear sino para las ganas de hacer cosas. Tenía esa sensación de que perdía las ganas, por eso busqué ayuda profesional, eso me ayudó a mejorar muchísimo mi salud mental y mis procesos creativos”.
Uno de los momentos más estresantes que vivió al escribir el libro fue cuando entregó el manuscrito y los editores de Disney le realizaron unos cambios afectando el español. “Mi preocupación más grande fue cuando me pidieron que lo revisara y tenía faltas de ortografía, ¡yo casi me muero!”.
Deseo materializado
El 12 de octubre, en Estados Unidos, ‘El don de una familia / The Gift of Family’ fue publicado bajo el reconocido sello de Penguin Random House. Susana estaba en su trabajo cuando recibió un correo en el que le informaron que ya habían dejado el paquete en su casa. Le avisó a su mejor amiga, Sumy, y salieron disparadas hacia su residencia.
“Yo le dije a Sumy que no importaba si no almorzábamos ese día, teníamos que ir a casa volando. Cuando llegamos, ambas destapamos el paquete y hasta que yo no lo vi bien, no pude descansar”.