En un piedemonte del pacífico vallecaucano hay un estanque mágico, un espacio onírico que reproduce un ambiente fantástico, liberador, donde los personajes de ‘Vera’, la nueva obra del show caleño Delirio —150 bailarines, músicos y artistas de circo en escena— se mueven en ese mundo imaginario entre la realidad y la ficción.
En ese paraíso viven los espíritus del bosque, luciérnagas, mariposas y todas las aves del mundo, quienes protegen las flores hermosas que custodian a las tres musas: Vera, Melodía y Acrobacia. Juntas bajan a la tierra para avistar la maravilla de la naturaleza. Mientras Maldad —revoltoso y ansioso mortal— queda atónito con su llegada.
Desde el aire aparece Acrobacia, musa del circo con el don de la elegancia y la agilidad, quien aterriza con gran algarabía, precediendo la salida de malabaristas, equilibristas, acróbatas, payasos, mimos, zanqueros y saltimbanquis en un vagón de tren que contiene la alegría del mundo.
Un charivari, pleno de emoción y colores, invade la tierra atrapando a la musa Acrobacia para sumarla a su familia, mientras Maldad intenta hacer parte de la fiesta. Melodía, dueña del ritmo y la alegría, trae una banda con sus claves, timbales, congas, saxos, bajos y pianos.
Pero como todo ritmo tiene sus momentos graves, Maldad intenta dirigir a su gusto los sonidos de la vida. Una batalla musical entre Maldad y Melodía definirá quién es el dueño del sabor.
De repente, surge la musa Vera, quien con cadencia y destreza, acompañada de los espíritus del paraíso, se une a Melodía y Acrobacia para hechizar a Maldad. Juntos, en una danza a la verdad y el amor, crean la ecuación del verdadero ritmo de la vida.