Si bien Demi Moore no se llevó la codiciada estatuilla a Mejor Actriz en la gala de la edición 97 del Oscar, siendo una de las grandes favoritas a llevársela por su soberbia actuación en La Sustancia, fue declarada la mejor vestida de la noche por los críticos de moda.
Con un traje metalizado plata Armani Privé de alta costura, en el que además de su silueta y estilismo, se destaca el trabajo artesanal del bordado a mano en cristales, la intérprete fue a la cita en el Dolby Theatre, vestida para ganar.
Pero si alguien ganó en cuanto a estilo e inspiración fue Cynthia Erivo, quien deslumbró con un vestido de terciopelo verde oscuro Louis Vuitton, inspirado en su personaje de Wicked. La estrella de las galas le imprimió dramatismo escénico a la noche con su oufit que incluyó accesorios étnicos.
Otra ganadora de la noche no solo por su hermosa voz y su talento fue Ariana Grande, cuya delicada figura encajó en un traje de ensueño, digno de un Oscar, de tul crema, de Schiaparelli, diseñado por Daniel Roseberry, decorado con más de 190.000 cristales, que brillaba bajo las luces del teatro.
Zoe Saldaña no solo se llevó a casa un Oscar a Mejor Actriz de Reparto, por su rol de abogada en Emilia Pérez, a Mejor Actriz de Reparto, también fue centro de miradas con su Saint Laurent, de escote con pedrería, falda globo granate, en capas y largos guantes transparentes, con joyas de Cartier.
La escultural Halle Berry optó por un Christian Siriano de silueta sirena, adornado con cristales de efecto espejo plateado, tendencia de la noche. También Selena Gómez impactó con un Ralph Lauren, metalizado y bordado en cristales rosa gold.
Emma Stone, oscarizada y productora de A Real Pain, lució un rosa de Louis Vuitton. Otra estrella de ensueño: Elle Fanning, en su Givenchy de encaje blanco con lazada negra y moño, y joyas de Cartier.