Eran la opción más sencilla para disfrutar en casa una tarde lluviosa. Eran el motivo de reunión familiar, donde había espacio para pequeños y mayores, durante las vacaciones. Porque eran básicos y divertidos, bastaba saber contar y tener imaginación. Eran los juegos de mesa, los mismos que hasta hoy estuvieron olvidados en algún rincón del clóset, del baúl o del cuarto de reblujos.

Hasta ahora que las familias deben permanecer confinadas en sus hogares, nunca se había pensado que los juegos de mesa son una forma muy saludable de aprovechar el tiempo libre durante una cuarentena. Así como una forma de interactuar con los seres queridos de forma más lúdica, a través de un acompañamiento compartido y en directo, a diferencia de los juegos en línea o los videojuegos.

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Aunque, en la actualidad, la primera alternativa de recreación está a un clic de distancia, los juegos de mesa tienen una larga historia ofreciendo tranquila diversión a familias enteras.

Como afirma la psicóloga Mara Tamayo, “los juegos de mesa tienen un beneficio que no tienen los juegos virtuales, y es que logran unir a las familias y hacerlos compartir durante un tiempo determinado, creando una experiencia afectiva profunda”.

Igualmente, explica la psicóloga, ”como en estos juegos hay una dinámica de ganar y perder, al vivirlo juntos, ayuda a generar tolerancia a la frustración, muy necesario en estos momentos cuando muchos pueden estar siendo afectados picológicamente por la realidad del coronavirus”.

El historiador holandés Johan Huizinga, escribió que en la prehistoria los humanos crearon la cultura como una forma de juego colectivo en el que hombres y mujeres, asumiendo roles inventados, y ayudados de herramientas, empezaron a actuar según unas normas. Por eso, mejor que ‘Homo Sapiens’, podrían definirse como ‘Homo Ludens’, la especie que juega.

Entre esos juegos muy antiguos y que muchas familias aún conservan, se encuentran algunos tradicionales como las damas chinas, el parqués, bingo y dominó. Sin embargo, hay otros juegos que se han destacado en la cultura popular y actualmente son considerados clásicos.

El juego de mesa más representativo de último siglo y que cruzó todas las fronteras, es el Monopoly, un juego que cumplió 85 años el pasado 19 de marzo. A la fecha se pueden conseguir más de 300 ediciones diferentes de este juego en el que se reflejan los gustos de cada generación en las últimas 8 décadas.

El objetivo de Monopoly -en apariencia nada divertido- es comprar e invertir en bienes inmuebles de una ciudad ficticia. Aunque una primera versión del juego fue inventado por Elizabeth Magie en 1903, fue en 1935 cuando Charles Darrow, un vendedor de calefactores domésticos de Pensilvania, patentó la versión que luego compró la juguetería Parker Brothers, que actualmente es propiedad de la multinacional Hasbro.

Según cifras de la compañía, que además de Monopoly tiene los derechos de juegos como Jenga, Adivina quién?, Twister, Operando, Batalla Naval, Desafío Pastelazo, entre otros, han identificado que las ventas de juegos de mesa se han triplicado en esta temporada de cuarentena causada por el Covid-19.

Las familias se reencontraron con esa vieja costumbre, reunirse en torno a una mesa para jugar y olvidarse por un momento de la difícil realidad que existe afuera.

1000 millones de personas han jugado Monopoly al menos una vez en su vida.

2 millones de dólares cuesta la versión de Monopoly hecha de oro y diamantes incrustados.

Otros juegos

Pictionary
Una opción muy entretenida para estimular la imaginación y reírse del ingenio de los jugadores. Gana el equipo que adivine más palabras a través de dibujos, y a veces de mímica.

Jenga
Un juego de destreza mental en el cual los participantes deben retirar los bloques de una torre, según el turno y luego colocarlos en la parte superior, pierde quien tumbe la torre. A ves también se emplean dados.

Uno
Es una opción divertida, y más apta que los naipes, para jugar con niños. Consiste en deshacerse de las cartas según colores y números, con la ayuda de varios comodines. Pueden jugar de 2 a 10 personas.

Juegos de rol
Son juegos de mayor compromiso, y con más de reglas. Cada participante asume el papel de un personaje en una historia de ficción. Sus decisiones se basan en una hoja de personaje que describe sus poderes y habilidades. El juego de rol más conocido es Calabozos y Dragones, publicado en 1974 y popularizado a nivel mundial en los años 80. Tiene un libro de inicio, y más de 40 aventuras derivadas.