Los dueños de gatos no están conformes con las imágenes de los mininos que aparecen en los empaques de los productos publicitarios para estos animales.

Así lo demostró una encuesta de la firma Raddar donde 9 de cada 10 colombianos cree que las fotos de los gatos son modificadas digitalmente; 8 de cada 10 asegura no haber visto publicidad de gatos negros, criollos o con defectos en los empaques y la gran mayoría preferiría que la publicidad contara con felinos como los que ellos tienen en sus hogares.

De acuerdo con Juan Diego Becerra, CEO de la consultora Raddar, el estudio partió de entender que hay una relación fuerte de los colombianos con los gatos. Cada vez es más frecuente que en los hogares haya mininos, sin embargo, los que tienen estas mascotas no ven reflejados sus gatos en los que aparecen en la publicidad. “Lo que pudimos demostrar es que hay una desconexión de los gatos como los perciben sus dueños, a como los muestra la publicidad”.

Del 79 % de esos colombianos que dice no haber visto en publicidad de productos para gatos, gatos negros, con defectos físicos o criollos, el 36 % cree que esto se debe a que trasladamos el racismo al reino animal, mientras que el 25 % considera que los gatos de raza son más fotogénicos.

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De otra parte, el 56 % de los encuestados piensa que si las marcas usaran gatos comunes en sus empaques, no venderían igual.

Aunque está claro que los nativos digitales aman los gatos, hay algo que pulula en el ecosistema digital que no parecieran estar viendo aún las marcas que venden productos para ellos: las personas quieren ver gatos reales, no gatos intervenidos digitalmente o asumiendo poses de porcelana.

“Hay diferencias entre el concepto comercial de un gato y el concepto real de un gato, empezando porque vemos en la publicidad a gatos de raza con un linaje muy marcado, pero realmente son los gatos criollos los que están predominando en nuestras casas. Además, hay una desconexión, pues en la publicidad no vemos su particular comportamiento, esto crea un imaginario muy distinto al real”, explica Wilson Quevedo, médico veterinario del Centro de Salud de Animales, de Bogotá.

Según Alejandra Conto, activista de los derechos de los animales y amante de los mininos, la falta de presencia de gatos criollos o comunes no solo es un tema estético. “La representación es importante incluso para los animales, tener mayor inclusión gatuna podría ayudar a aumentar la adopción y tenencia responsable de muchos gatos vulnerables”.

La encuesta 

La encuesta que realizó la consultora de marketing Raddar incluyó a personas en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla mayores de 18 años que viven en estratos 2 al 6, con una mayor participación de la clase media (72%), arrojando información muy concluyente.

Curiosamente, en el mismo ejercicio se le pidió elegir a los participantes entre fotos de gatos comunes y fotos de gatos intervenidas digitalmente, a lo que el 89 % escogió los gatos reales. La cifra más contundente se dio cuando el 99 % manifestó que preferiría que en los empaques y en la publicidad de productos para felinos se usaran gatos comunes.

Finalmente, cuando se les preguntó qué es un gato real, la mayoría manifestó que es “como el que tengo en mi casa”.