La llegada del descanso escolar no es motivo para que los padres entren en crisis. Ya sea que continúen trabajando o también tomen vacaciones para compartir tiempo con sus hijos, este periodo es ideal para que sus retoños se vinculen a actividades lúdicas, académicas y recreativas.
Para muchos esta época es de las más esperadas del año. Pero cuando los hijos crecen y son adolescentes se complica decidir qué planes hacer, pues en esta etapa sus gustos y comportamientos han cambiado.
Así lo asegura María Lucía Vargas Lozada, psicoterapeuta especialista en familia, quien explica que los adolescentes están entre la infancia y la adultez y que esta es una etapa muy ambigua.
“En esta época del ciclo vital se presentan cambios muy notorios tanto a nivel físico como conductual. Entre estos cambios de comportamiento están: duermen mucho, se irritan fácilmente, se entregan con fervor a sus relaciones, son muy emotivos, hay una polaridad en el manejo de las emociones, tienen sentimientos de inseguridad y necesidad de aprobación por su grupo de pares, sienten miedo de hacer el ridículo, se sienten incomprendidos, puede aparecer la depresión y en ocasiones sienten la necesidad de estar solos”, anota la profesional.
Por su parte, Roger Collazos Montoya, psicólogo del Centro de Bienestar de la Universidad Javeriana, define que los jóvenes de hoy están mediados por la virtualidad, por ello se relacionan diferente, no construyen relaciones directas y reales sino virtuales. “Manejar redes sociales y juegos de simulación son las actividades que más disfrutan ahora”, añade.
Decidir qué plan hacer en vacaciones antes era solo una decisión de los padres, quienes optaban por unas vacaciones recreativas en las que se ocupaba a los niños casi todo el día. Ahora, la elección depende de la personalidad y los gustos de cada joven.
“Para saber qué plan escoger se debe proponer y consensuar con el joven algo que sea de su interés, constructivo, que ayude a cultivar algunos valores e instaurar algunas costumbres”, aconseja Collazos.
Óscar Martínez y Lucía Ortega, quienes tienen dos hijos de 14 y 16 años, cada año elegían diferentes actividades para mantener ocupados a Manuela y a Santiago, quienes por lo general asistían a vacaciones recreativas en las que usualmente hacían picnic, paseos, shows de magia o de títeres, manualidades con diferentes materiales como la arcilla, la plastilina y la pintura. Incluso, asistieron a clubes de cine y de lectura.
Actualmente, Manuela y Santiago no hacen nada de esto. Los dos estuvieron inscritos hace poco en el seminario de cocina en la Escuela Gastronómica de Occidente, EGO, entre semana.
Además de esto, Santiago va a la escuela de fútbol Atlas en las tardes, los lunes, miércoles, viernes y sábados; y Manuela a clases de baile en la escuela Be Danza.
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“Muchos papás no se imaginan el daño que les hacen a sus hijos cuando optan por dejarlos todo el día viendo televisión, pegados a los videojuegos, al celular o al computador, pues pierden el interés por desarrollar la creatividad y se privan de establecer vínculos sociales, vitales para su desarrollo emocional”, expone Lucía Ortega.
Entre los planes más demandados para esta temporada están ir al gimnasio, al cine, a piscina o a un centro comercial, asistir a clases de baile, de inglés, de modelaje o de yoga y practicar algún deporte, siendo este último una de las alternativas más famosas que ofrecen las diferentes ligas vallecaucanas de patinaje, tenis, natación o voleibol, entre otras.
Sin embargo, son casi dos meses de vacaciones y algunas veces los planes se agotan. Por eso hay otras actividades menos usuales, como las que brinda la Academia de Equitación la Z, donde se pueden hacer clases de equitación, chalanería y vacaciones recreativas durante esta temporada que harán que estos días sean inolvidables.
Aunque las vacaciones son una época de descanso, no se puede desvincular de las actividades académicas, este periodo también representa una valiosa oportunidad para el aprendizaje. Pensando en ello algunas de las universidades ofrecen cursos de verano o campamentos en diferentes áreas para los jóvenes.
Aunque las vacaciones son una época de descanso, los jóvenes no se pueden desvincular de las actividades académicas. Estimule en este periodo la lectura.