Hace poco en Cali, autoridades de Salud prendieron las alarmas ante posibles casos de meningitis luego de que se hiciera detección de uno, en una docente que se encontraba en la carpa instalada por el movimiento sindical de los profesores en la Plazoleta de San Francisco.
Dias después, la secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, desmintió la existencia de algún estado de alarma por esta enfermedad. “No entramos en emergencia por ese caso, anunciamos una alerta cuando sospechamos que la meningitis era ocasionada por el meningococo, pero no lo fue. Ante la situación pecamos por exceso, no por defecto”.
Según datos recientes de la OMS la meningitis puede causar importantes daños cerebrales y se considera mortal en el 50 % de los casos no tratados.
Las medidas realizadas a los profesores que estuvieron en la carpa, en contacto con la docente afectada, correspondieron a una actividad de prevención y profilaxis. Porque las autoridades sanitarias estaban evaluando que la causa del caso puntual de la docente no fuera producto de una meningitis ocasionada por meningococo (que es altamente contagiosa). Por eso la barrera de prevención.
Lesmes añadió que por ahora no hay ningún caso adicional. “Esta es una enfermedad que ocurre con algunas frecuencias, y hasta el momento ha ocurrido entre los límites normales”.
La jefe de la cartera de Salud en el Valle aseguró que lo ideal es la prevención de los casos. “La vacuna que se usa para prevenir el meningococo b, que puede causar infecciones de las meninges, se tiene para los niños y no tiene ningún costo”, resalta.
El periodo de incubación de la meningitis es de 4 días, pero puede oscilar fácilmente entre 2 y 10 días.
Esta enfermedad puede ocasionar secuelas evidentes y en el peor de los casos, puede producir la muerte.
Según José Millán Oñate, infectólogo del Centro Médico Imbanaco, “la meningitis es una inflamación de las meninges, que son las membranas que recubren el sistema nervioso central, lo que es el cerebro y la médula espinal. Es una infección poco frecuente, pero potencialmente letal”.
Este especialista explica que puede ocasionarse por bacterias, virus y hongos. “Existe algo bien relacionado con la aparición de las temporadas de lluvia y de calor que influyen en la presencia de algunos virus que pueden, a su vez, aumentar los casos”, añade Millán.
Asimismo, explica que algunas bacterias, especialmente el meningococo, pueden ocasionar una meningitis severa y por ser altamente contagiosa se da por lo regular en personas que comparten algún tipo de secreción respiratoria con la persona que es portadora del microorganismo.
La mayoría de las meningitis son producidas por virus, estos no causan ningún tipo de muerte y no dejan secuelas aparentes. Por su parte, aquellas meningitis ocasionadas por bacterias son las que pueden causar muertes y dejan consecuencias en las personas.
Las bacterias que pueden producir meningitis se dividen en dos grupos que son: Neumococo y Meningococo.
El doctor Francisco José Arias, neurólogo de la Fundación Valle del Lili y docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Icesi, hace énfasis en que este padecimiento “es una emergencia médica que requiere pronto diagnóstico y tratamiento, pues de no ser adecuados y oportunos, pueden dejar consecuencias graves e incluso, llevar a la muerte”.
De acuerdo con Millán “el examen para hacer el diagnóstico consiste en tomar una muestra del líquido cefalorraquídeo, que solamente se indica bajo consideración médica, de acuerdo con los síntomas que tenga el paciente. No hay una prueba de laboratorio que el paciente se pueda realizar para saber si tiene meningitis. Solo el médico puede determinarlo”.
Advierte, además, que en Colombia es una enfermedad que no es de reporte obligatorio y por eso la frecuencia no está clara. Pero “se ven brotes esporádicos en determinadas épocas del año que se ven asociados a los fenómenos de lluvias”.
El tratamiento depende de la causa. “Si se documenta meningitis bacteriana se brinda antibiótico; si es una meningitis producida por un virus se debe dar un procedimiento de soporte y si se documenta algún virus específico se debe dar tratamiento antiviral”, explica el neurólogo de la Fundación Valle del Lili.
De no prestarse la debida atención a los casos, estos pueden generar secuelas que pueden variar dependiendo de la gravedad. “Puede que no haya daño o se cause daño cerebral, pérdida auditiva, alteración de aprendizaje, síndrome convulsivo, incapacidad para movilizar alguna extremidad”, puntualiza Millán.
Hay que tener encuenta algunos factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de presentar casos de meningitis como: problemas médicos, enfermedades que bajan las defensas, la parte epidemiológica local (si hay brote en la comunidad) y en los adultos mayores la edad es importante porque el sistema inmunológico disminuye su funcionalidad.
Síntomas
Cuando una persona tiene meningitis, explican los expertos en salud, puede presentar algunos de los siguientes síntomas:
- -Dolores: de cabeza, fiebre y rigidez en el cuello.
- Síntomas gastrointestinales: náusea o vómitos.
- En la Piel: erupciones eritematosas o erupciones rojas. También son comunes: confusión, irritabilidad, sensibilidad a la luz, cuello rígido, dolor de cabeza, en los bebés puede ocasionarse falta de apetito y vómito.
Aproximadamente del 3 al 5 % de los pacientes con meningitis mueren y cerca del del 30 % quedan con secuelas como sordera, convulsiones, ceguera, alteración del coeficiente intelectual, parálisis, entre otras.
El propósito es que los padres atiendan los síntomas y consulten inmediatamente. Con la detección temprana se logran disminuir las complicaciones y secuelas de la meningitis.
Vacunas
En cuanto a la forma de prevenir la meningitis, algunos tipos son prevenibles con la aplicación de la vacuna. Este es el caso de las meningitis bacterianas, que es un tipo causado por lo regular por el meningococo, el neumococo y el Haemophilus influenzae, cuya vacuna es obligatoria en la infancia y está incluida en el Plan Obligatorio de Salud, a los 2 meses de edad. Algunas personas en etapa adulta necesitan un refuerzo en esas vacunas, como los mayores de 50 años, personas con bajas defensas, con VIH, los transplantados, los asmáticos, quienes sufren del corazón. Lo que recomiendan los expertos es que un niño tenga todo el cuadro de vacunación, a fin de evitar complicaciones futuras; los adultos que no se la aplicaron, pueden ponérsela a cualquier edad.