Muchas parejas de hoy postean todo lo que hacen juntos, citas, ocasiones especiales, viajes que describen, casi de manera utópica, ese amor incondicional y la perfección de una relación que se vive en pantalla.
Una tendencia inofensiva y sincera en algunos casos. Otras veces estratégica, en el caso de parejas famosas o celebridades cuyos miembros se convierten casi en un tercer ser, una nueva personalidad reforzada ante sus audiencias.
Los “Ferragnez” son una de las parejas más famosas de Instagram, y su vida perfecta es adorada por millones, más ahora que tienen dos hijos. Otros idolatrados como pareja ideal son la modelo Gabrielle Caunesil y el empresario Riccardo Pozzoli, quien se declara en su perfil “locamente enamorado” de ella.
En otros casos lo que hay de fondo es inseguridad. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista ‘Personality and Social Psychology Bulletin’, donde se sugiere que algunos hacen su relación más visible porque se sienten inseguros sobre los sentimientos del otro, de ahí la permanente necesidad de postearlo todo en pareja.
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No se debe generalizar. Algunas relaciones usan diversas plataformas sociales como si fueran un diario íntimo y otras apuestan por mantener un perfil bajo, pero los casos y las relaciones son muy variadas. Lo grave llega cuando no hay una conexión verdadera entre lo que se postea y lo que se vive al interior de la relación.
“Las redes sociales son un mundo bastante distorsionado en torno a la verdadera información y realidad de las cosas. Las relaciones que se disfrutan más no se exhiben, y yo parto de esa filosofía. Opino que no necesitamos exhibir las relaciones en redes sociales sino más bien disfrutarlas, y lo digo porque hay muchos perfiles y muchas personas que publican sus fotos en pareja y resulta que es una muestra para la sociedad, cuando realmente tienen relaciones dañadas, lesionadas, con muchos conflictos”, destaca el médico sexólogo Edison Pazmiño.
Para este especialista, una relación no debería medirse con base a demostraciones públicas, pero si este tipo de publicaciones se hacen ocasionalmente debe existir un balance entre la invisibilidad y el exceso, es decir, “saber manejarlo en equilibrio”.
Pero más allá de eso, explica la psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja Ana Cristina Mallarino, hay otro factor negativo que puede generar el posteo de fotos en pareja: la frustración de idealizarlo todo.
“Hoy en día hay una sobreexposición a las redes, por eso hay parejas que hacen gala de su amor y de un momento a otro terminan, borran todo y, han estado tan expuestos que esto, incluso, puede afectar su estabilidad emocional. Y a la vez, hay otras que han idealizado tanto las relaciones románticas en las redes sociales, que esa comparación de sus vidas puede llevarlos a la frustración personal”, comenta la experta.
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Mallarino explica que si bien publicar todo lo de una relación en redes sociales no es lo ideal, no hacerlo también provocaría efectos negativos en la pareja. “Hay personas a las que no les gusta publicar sus fotos románticas, porque las redes sociales rompen con su privacidad, entonces la pareja puede sentir que la razón es infidelidad, o que se le está escondiendo. Finalmente, o por sobreexposición o porque no haya contenidos en pareja, las redes sociales pueden dar lugar a conflicto”.
“Pienso que frente a este tema todo debe ser mediado y por las razones que realmente lo hagan a uno sentirse bien. Uno no debería tener que estar mostrando su vida, porque finalmente se está exponiendo y no solo de manera física, sino emocional. Hacerlo puede dar lugar a los celos, a la envidia, a que otros quieran dañar esa relación”.
En este último punto, la envidia, la frustración, y las comparaciones con la propia vida, deben servir como alerta para aquellos que sufren al ver a otros felices, pues proyectan en esas imágenes idílicas todo lo que ellos mismos no tienen. En estos casos los observadores, según su equilibrio mental, pueden caer en depresión, baja autoestima o toma de malas decisiones para evitar la soledad. Alegrarse por el bien ajeno, es clave.