Al igual que los seres humanos, los animales domésticos, como gatos y perros, están expuestos a toda clase de parásitos, incluso más, debido a que interactúan con otros animales y se mueven en espacios abiertos como jardines, patios, campos, bosques, entre otros, donde proliferan microorganismos que pueden ser dañinos.

Los perros pueden adquirir parásitos de la tierra, o de los espacios donde lo llevan a pasear. | Foto: 2024 Amanda Edwards

Para evitar que estos parásitos, que pueden ser internos, como lombrices, o externos, como pulgas y garrapatas, los animales deben empezar su desparasitación desde cachorros. Por lo general, pero siempre es mejor llevar el animal cachorro al veterinario y confirmar, se empieza a las seis semanas de vida, con un desparasitante recomendado por el veterinario, que se en gotas y muy leve.

Luego, se alterna cada dos semanas, hasta que el animal llegue a los tres meses, en adelante, sugieren los especialistas, lo ideal es desparasitar a gatos y perros, cada tres o cuatro meses, sin importar que los animales permanezcan en casa o estén habituados a salir a la calle.

Los gatos son cazadores y los animales que capturan son silvestres, por lo que también tienen parásitos. | Foto: Getty Images

Para los parásitos internos existen varias opciones de medicamentos desparasitantes en el mercado, pueden ser pastillas o inyectable. En el caso de los parásitos externos, existen pastillas con una duración de 2 hasta 4 meses, en algunos casos. También existen métodos como collares y spray.

Perros y gatos están en contacto permanente con parásitos, gérmenes y bacterias, por eso es fundamental su limpieza y desparasitación. | Foto: Semana

Es fundamental llevar un calendario de desparasitación para las mascotas, así se evitará que puedan contraer enfermedades que podría ser graves de no descubrirse a tiempo. Para ello, también es recomendable establecer un programa con las fechas para desparasitar, en acuerdo con el veterinario de confianza.

Por otro lado, son igualmente importantes las vacunas antirrábicas, que se deben aplicar a los tres meses. También las vacunas contra la parvovirosis, sobre todo en el caso de los perros, que se deben aplicar desde las 2 y 8 primeras semanas de vida del animal y deben continuarse con varias dosis hasta la adultez, puesto que este virus puede ser mortal en los caninos.