La salud de los gatos puede ser un tema complicado para muchos dueños. A menudo, estos felinos esconden su malestar, lo que dificulta detectar problemas de salud en sus primeras etapas. Sin embargo, existen señales clave que pueden alertar a los propietarios sobre el estado de bienestar de su mascota.
Una de las primeras señales a observar es el cambio en el comportamiento del gato. Si un felino que normalmente es activo y juguetón se vuelve apático o se esconde con frecuencia, puede ser una señal de que algo no va bien.
Además, la pérdida de apetito o cambios en los hábitos alimenticios son indicativos de que es hora de consultar a un veterinario. Un gato que deja de comer o que muestra interés en su comida puede estar experimentando dolor o malestar.
Otra señal de alerta es el cambio en los hábitos de eliminación. Si un gato empieza a orinar fuera de su caja de arena o presenta dificultad para hacerlo, esto podría indicar problemas urinarios, que son comunes en felinos. Asimismo, la diarrea o el estreñimiento prolongado son síntomas que no deben ser ignorados.
Los cambios físicos también son importantes. Un pelaje opaco o con enredos, pérdida de peso inexplicada, o la presencia de bultos o heridas en la piel son motivos de preocupación. La salud dental es otro aspecto a considerar; el mal aliento y las encías inflamadas pueden ser señales de enfermedad dental que requieren atención veterinaria.
Finalmente, los gatos que vocalizan más de lo habitual o que muestran comportamientos compulsivos pueden estar experimentando estrés o dolor. La observación cuidadosa de estos comportamientos puede ser crucial para identificar problemas de salud.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.