La llegada de un gato a un nuevo hogar es un momento lleno de emoción, pero también de incertidumbre. Los felinos son criaturas territoriales y, por lo general, requieren un tiempo de adaptación que varía considerablemente de un individuo a otro.
Según expertos en comportamiento animal, este proceso puede tomar desde unos pocos días hasta varias semanas, dependiendo de factores como la personalidad del gato, su historia previa y el entorno en el que se encuentra.
Algunos gatos, particularmente aquellos que han tenido experiencias positivas en el pasado, pueden adaptarse rápidamente. Estos felinos suelen ser más curiosos y dispuestos a explorar su nuevo entorno. En contraste, los gatos con antecedentes de estrés o trauma pueden necesitar un tiempo más prolongado para sentirse seguros.
Durante esta fase, es fundamental ofrecerles un espacio tranquilo donde puedan retirarse y observar su nuevo hogar desde la distancia. El entorno también juega un papel crucial en la adaptación. La presencia de otros animales, el ruido y la actividad humana pueden influir en la rapidez con que un gato se aclimata.
Crear un ambiente acogedor, con lugares para esconderse y oportunidades para jugar, puede facilitar el proceso. Los expertos recomiendan establecer una rutina diaria, ya que esto ayuda a los gatos a sentirse más seguros y en control de su entorno.
Es importante recordar que cada gato es único y que no existe un tiempo estándar de adaptación. Algunos pueden comenzar a explorar en cuestión de días, mientras que otros podrían tardar semanas o incluso meses. Durante este período, la paciencia y la comprensión son esenciales. Interactuar con el gato de manera suave y gradual, ofreciendo recompensas como golosinas o juegos, puede fomentar una relación de confianza.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.