Los gatos, esos elegantes y misteriosos felinos, a menudo esconden sus dolencias con maestría. A diferencia de los humanos, no pueden expresar verbalmente lo que sienten, lo que hace que sea un desafío detectar cuando algo no está bien. Sin embargo, hay señales de alarma que los dueños atentos pueden aprender a reconocer para asegurarse de que sus compañeros felinos reciban la atención médica necesaria a tiempo. En este artículo, encontrará tres señales clave que pueden indicar que su gato está enfermo y necesita cuidados veterinarios.
Cambios en el comportamiento
Uno de los indicadores más notorios de que un gato podría estar enfermo son los cambios en su comportamiento. Los gatos son criaturas de hábitos, por lo que cualquier desviación notoria de su rutina diaria puede ser una señal de alarma. Algunos de los cambios de comportamiento comunes que deben tenerse en cuenta incluyen:
- Letargo: Si el gato muestra una disminución drástica en la energía y pasa la mayor parte del día durmiendo o simplemente inactivo, esto puede ser un signo de enfermedad.
- Apatía hacia la comida o el agua: Los gatos son conocidos por ser quisquillosos con su comida, pero si el gato muestra una repentina falta de interés en la comida o el agua, esto puede ser un indicativo de un problema de salud.
- Comportamiento agresivo o retraído: Si el gato suele ser amigable y sociable, pero de repente se vuelve agresivo o se esconde de manera constante, podría ser una señal de malestar.
- Aumento en la vocalización: Si el gato comienza a maullar de manera inusual o excesiva, esto podría ser un signo de malestar o dolor.
Cambios físicos notorios
Los cambios en la apariencia física de su gato también pueden ser signos de enfermedad. Estos cambios pueden manifestarse de diversas maneras:
- Pérdida de peso o ganancia inusual: Si se nota que el gato ha perdido peso de manera significativa o ha ganado peso sin motivo aparente, esto puede indicar un problema de salud subyacente.
- Pérdida de pelo: La pérdida excesiva de pelo o la formación de zonas sin pelo en la piel del gato pueden ser señales de alergias, infecciones o problemas dermatológicos.
- Cambios en el pelaje y la piel: Si el gato muestra piel seca, costras, erupciones o cualquier cambio en la textura o color de su pelaje, es importante investigar la causa subyacente.
- Problemas de movilidad: Si el gato tiene dificultades para caminar, cojera o muestra rigidez en las articulaciones, podría tener problemas de salud, como artritis o lesiones.
Problemas en la eliminación y la higiene
La conducta relacionada con la eliminación y la higiene del gato también puede proporcionar pistas sobre su estado de salud. Esté atento a los siguientes signos:
- Cambios en la caja de arena: Si se nota que el gato está yendo al baño con más o menos frecuencia de lo habitual, o si experimenta dificultades para orinar o defecar, estos son indicios de problemas urinarios o gastrointestinales.
- Orina o heces con sangre: La presencia de sangre en la orina o las heces del gato es un signo claro de que algo no está bien y debe ser evaluado por un veterinario de inmediato.
- Negligencia en la higiene personal: Los gatos son conocidos por ser animales extremadamente limpios. Si el gato deja de lamerse, muestra un pelaje descuidado o tiene mal aliento, podría ser un síntoma de enfermedad oral u otros problemas de salud.
- Problemas en la comunicación: La falta de comunicación de su gato puede ser un indicio de su estado de salud. Si nota que su gato ha dejado de responder a su llamada, no reacciona a estímulos externos como solía hacerlo, o muestra una disminución en la interacción social, estos cambios pueden sugerir problemas de salud subyacentes.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.