Melba Lucía Caicedo, de 72 años, se fue a la cama una noche y no volvió a despertar. Mientras dormía sufrió un ataque cerebrovascular, ACV, y cuando su hija la encontró en la mañana ya era demasiado tarde. Fue trasladada a la clínica con signos vitales muy débiles y los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
Como Melba, en Colombia cada año mueren más de 15.000 personas víctimas de este fenómeno neurológico. Según el DANE, en el 2019 se registraron 15.882 decesos por este motivo.
Debido a las altas cifras de incidencia y a las de letalidad, que sitúan al ataque cerebrovascular como la segunda causa de muerte a nivel nacional, la Asociación Colombiana de Neurología, ACN, y la Red Colombiana contra el Ataque Cerebrovascular, Recavar, pusieron en marcha el Movimiento Actúa Con Velocidad, ACV.
Con esta iniciativa se busca dar a conocer los síntomas del fenómeno para así salvar vidas y disminuir las altas tasas de discapacidad que genera.
Al respecto, Germán Pérez Romero, especialista en neurología y director ejecutivo de Recavar, explicó que el objetivo es movilizar a la sociedad para generar conciencia sobre la forma adecuada de actuar en estos casos y llevar a que las personas entiendan que “el ACV es un asunto de todos, que nadie está exento de que le ocurra y que, por lo tanto, familiares y amigos pueden estar expuestos”.
La importancia de este Movimiento radica en que al advertir a la comunidad sobre las señales de alerta del ataque cerebrovascular, se ha comprobado que aumenta el número de personas que asiste oportunamente a los centros hospitalarios.
Incluso, también es vital que los niños tengan conocimiento sobre qué es un ACV, cómo se manifiesta y qué deben hacer, si sospechan que alguien cercano lo padece. “Muchos adultos mayores permanecen con sus nietos y si los menores tienen información sobre el tema, pueden salvar la vida de sus abuelos”, anotó el galeno.
De hecho, el ACV se considera una urgencia médica, ya que su tratamiento inmediato reduce al mínimo el daño cerebral y las complicaciones.
Según los especialistas, cada minuto que pasa, después del primer síntoma mueren millones de neuronas, por lo cual resulta fundamental acudir con el paciente al servicio de Urgencias dentro de las primeras cuatro horas y media.
Es importante resaltar, además, que el centro hospitalario debe ser de tercer o cuarto nivel, lo que garantiza que cuenta con la tecnología y el personal médico calificado para atender a estos pacientes.
Señales de alerta
Aprender a identificar los síntomas de un ACV es vital para actuar con velocidad, ya que se presentan de manera súbita o repentina. Los más comunes son:
*Adormecimiento o debilidad de la cara, los brazos o las piernas.
*Confusión y dificultad para hablar o comprender.
*Problemas para ver con uno o ambos ojos.
*Impedimento para caminar, mareo o pérdida de equilibrio.
*Aparición de dolor de cabeza severo.
Si una persona presenta algunos de estos signos y síntomas debe comunicarse con la línea de emergencias 123 inmediatamente, llamar a una ambulancia o buscar la alternativa de movilidad más rápida para llegar a una institución de salud.
Así, tal como lo aclara el profesional, “podrán recibir las terapias actuales o procedimientos que tratan el ataque y disminuyen la lesión en el cerebro, haciendo que los pacientes tengan una más alta probabilidad de regresar a una vida tan normal como sea posible”.
En este proceso, el neurólogo Germán Pérez advirtió que “es muy importante que los pacientes cuenten con el apoyo de su familia, porque habitualmente quienes sufren un ataque cerebrovascular suelen quedar con algunas limitaciones que llevan a que muchos se depriman, ya que comparan sus condiciones recientes con las inmediatamente anteriores y pueden notar la forma en que influyen en su vida diaria”.
Las secuelas, que deben corregirse con terapia integral, a nivel físico, del lenguaje y ocupacional, varían según la zona del cerebro donde se haya producido el ACV.
En algunos casos, el paciente queda con la imposibilidad de controlar los movimientos de la mitad del cuerpo o de la cara, ceguera, afectación de la memoria, el lenguaje o la concentración y/o alteraciones del comportamiento, entre otras limitaciones, que afectan notablemente su calidad de vida.
Datos de interés
* El Ataque Cerebrovascular (ACV) es un fenómeno que impide el correcto flujo de sangre hacia el cerebro.
* Al ACV se le conoce también como derrame cerebral, ataque de apoplejía y trombosis cerebral.
* La posibilidad de enfermar o morir por este fenómeno se incrementa por la presencia de factores controlables o modificables como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la fibrilación auricular y la dislipidemia o índice de colesterol elevado.
* Llevar una vida sedentaria, una alimentación poco saludable, el hábito de fumar, consumir drogas alucinógenas y tomar alcohol en exceso aumentan el riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular.
* El Covid-19 se considera también un factor de riesgo que expone a accidente cerebrovascular, debido al estado de hipercoagulación y los efectos que genera en el sistema cardiovascular.
Dato clave
Existen dos tipos de ataques cerebrovasculares, ACV: El isquémico ocurre cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo.
El tratamiento en este caso consiste en aplicar un medicamento por vía endovenosa para ayudar a disolver los coágulos.
Por otro lado, el ACV de tipo hemorrágico, como su nombre lo indica, se caracteriza por el debilitamiento de un vaso sanguíneo que se rompe y provoca que la sangre se escape hacia el cerebro.
¿Cómo vincularse?
Para hacer parte del Movimiento Actúa Con Velocidad ingrese a la página web de Recavar: www.recavar.org/unete-al-movimiento
-actua-con-velocidad.
Allí encontrará una pestaña, a través de la cual se accede a plantillas que le entregarán información sobre el ACV, las cuales debe compartir en las redes sociales, con HT #actúaconvelocidad.