A pocos días de celebrarse en Cali la COP16, el evento sobre biodiversidad más importante del mundo, la Universidad Icesi y la Universidad Autónoma de Occidente realizaron el Segundo Congreso Internacional de Bioeconomía, “Conectando Mentes, Cosechando Soluciones: Bioeconomía en Acción en la COP16″.
La bioeconomía emerge como una estrategia clave para impulsar el desarrollo sostenible en territorios ricos en biodiversidad, como Colombia. A partir del uso de los recursos biológicos renovables, este modelo socioeconómico ofrece alternativas que promueven la conservación ambiental, la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y la creación de empleos verdes.
Entre el 3 y el 5 de octubre, los espacios de la Universidad Icesi reunieron a académicos, industriales, emprendedores, líderes políticos y comunitarios en un diálogo constructivo y multidisciplinario para discutir y profundizar acerca de la bioeconomía, como una oportunidad para la innovación y la sostenibilidad entre la ciencia y la economía, demostrando ser una fuerza transformadora capaz de reinventar nuestras industrias y revitalizar los ecosistemas a nivel global.
Carlos Andrés Álvarez, profesor del Departamento de Ingeniería Bioquímica en la Universidad Icesi, afirmó que el Segundo Congreso Internacional de Bioeconomía permitió conectar diferentes actores nacionales e internacionales en la materia y diversificar estrategias para la concepción de soluciones viables y duraderas que beneficien la economía y el medio ambiente.
“Este modelo nos permite producir respetando los límites de nuestro planeta empleando eficientemente los recursos que tiene para ofrecernos, por ejemplo, usando de forma sostenible la energía (solar, eólica, biomasas), alternativas para continuar con el turismo y generar alimentos que analizan la cadena de valor en forma circular. Considerar estos límites nos permitirá enfrentar con positivismo desafíos actuales, como el cambio climático, la seguridad alimentaria y la salud global”, dijo el ingeniero.
Conectando mentes, cosechando soluciones
En un país como Colombia, con vastos ecosistemas, desde selvas tropicales hasta altiplanos, la implementación de prácticas bioeconómicas puede generar un equilibrio entre crecimiento económico y protección del medioambiente. En este sentido, las cuatro líneas temáticas que estructuraron el Congreso fueron el uso de la “Circularidad para el aprovechamiento de tecnologías emergentes en proyectos sostenibles”, “Bioprocesos, bioproductos y biomateriales para los sectores agroindustrial, energético, salud y cosméticos”; “Sistemas agroalimentarios y modelos de negocios sostenibles para el desarrollo del tejido social”, y “Turismo y soluciones basadas en naturaleza y servicios ecosistémicos”.
Para el profesor Álvarez, la academia invita a estos espacios para la construcción de iniciativas que permiten el crecimiento de los territorios desde una perspectiva neutra y global, dando pie a consensos entre los actores de la sociedad colombiana e internacional que no siempre comparten los mismos puntos de vista en torno a estas alternativas de desarrollo.
“Cada vez más crece el número de empresas en Colombia y en otros países, como Chile y Alemania, que trabajan la bioeconomía y tienen resultados exitosos. Esta es una oportunidad para las personas que diseñan y ejecutan sus proyectos o modelos de negocios sostenibles pensando en la protección y conservación de la biodiversidad de los ecosistemas”, aseguró el ingeniero bioquímico, quien también es director del Grupo de investigación Icubo de la Universidad Icesi, clasificado como A1, la más alta categoría ante Minciencias.
El Lago de Las Garzas y el Parque Ambiental Corazón de Pance fueron seleccionadas para que funcionarios del Dagma, junto con estudiantes y egresados universitarios, participaran en el Avistamiento de Aves y Observación de la Biodiversidad, dos actividades dinámicas realizadas el sábado 5 de octubre a primeras horas del día y que tuvo como punto de encuentro el Campus de la Universidad Icesi.
Participación internacional
Sebastian Reinhardt, investigador científico del Grupo de Bioeconomía del Instituto Fraunhofer de Tecnología Química, del municipio Pfinztal, Alemania, fue unos de los invitados especiales, quien asegura que la sociedad debe ser ecológicamente responsable y socialmente justa.
“Nuestra sociedad necesita alternativas de materiales sostenibles para alcanzar una bioeconomía que sea neutral con el clima, reemplazando el petróleo con fuentes renovables de productos. La biomasa es la única fuente de materiales renovables, y estamos trabajando científicamente en tecnologías amigables con el medio ambiente basadas en los principios de la química verde y la ingeniería”, afirmó el bioquímico alemán.
La bioeconomía brinda la oportunidad de construir iniciativas duraderas que permitan el aprovechamiento de la biodiversidad de los territorios, con el fin de que los seres humanos puedan hacer un uso responsable de los recursos naturales y vivir en armonía con el medio ambiente.