Martín Santiago Camacho es un niño payanés de seis años que llegó a Club Noel con un diagnóstico de craneosinostosis, una condición en la que los huesos del cráneo se cierran prematuramente, limitando el desarrollo normal del cerebro. Esta condición, que afecta aproximadamente a 1 de cada 10.000 nacidos vivos, puede comprometer gravemente el desarrollo cognitivo, visual y auditivo si no se trata a tiempo.
Deli Dazza, madre de Martín, explicó que el niño nació prematuro, con 32 semanas, y durante sus primeros años de vida estuvo en control con especialistas en Neuropediatría en la ciudad de Popayán que no diagnosticaron algún tipo de problema de salud con el niño, pese a algunos cuestionamientos de la madre.
Cuando el niño cumplió cinco años, el doctor Vladimir Zambrano, de Popayán, emitió un diagnóstico de craneosinostosis, luego de que la madre percibiera un bulto en la parte posterior izquierda de la cabeza del niño y notara algunos comportamientos que comenzaron a agravarse con su crecimiento, como el mantener la cabeza recostada sobre el lado izquierdo de su cuello, el tener dificultad para relacionarse con otras personas y dificultad para expresarse con fluidez.
El padre de Martín, Jhonny Camacho, y Deli, su señora, viajaron hacia Cali, donde recibieron la confirmación de que el niño padecía plagiocefalia, un tipo de craneosinostosis, que debió ser diagnosticada entre los primeros tres meses y el primer año de vida.
El caso de Martín fue evaluado por una junta médica multidisciplinaria de craneosinostosis de la Fundación Clínica Infantil Club Noel que examinó cada detalle antes de decidir el tratamiento más adecuado para el niño. “Estas juntas médicas son únicas en su tipo, ya que permiten que diferentes especialistas analicen cada caso desde varias perspectivas, garantizando el mejor tratamiento posible para nuestros pacientes”, explica el Dr. Diego José Caycedo García, cirujano plástico reconstructivo craneofacial de la institución
El Dr. Caycedo lideró la intervención quirúrgica de Martín en colaboración con César Humberto Varón Grajales, neurocirujano de Club Noel. La cirugía, realizada en enero de 2024, no solo alivió la presión intracraneal de Martín, sino que también permitió que su cerebro continuara desarrollándose de forma equilibrada los meses posteriores.
“No se trata de operar por operar. Se trata de que nuestra opinión sea escuchada en cada junta médica y ofrezca garantías de éxito para la recuperación de los niños que acuden a la clínica”, afirmó el doctor Caycedo.
Esta atención es posible gracias a una colaboración constante entre especialidades, que incluye cirujanos pediátricos, oncólogos, radiólogos, patólogos, entre otros, quienes suman esfuerzos para tratar a pacientes de mediana y alta complejidad en entornos especialmente preparados para niños.
Para el Dr. César Varón, la infraestructura avanzada de Club Noel garantiza procedimientos efectivos. “En la clínica, nos enorgullece contar con una dirección que escucha las necesidades de los especialistas. Gracias a esta colaboración, hemos creado un entorno donde cada niño recibe la atención que necesita de manera humanizada”, expresa el neurocirujano.
Atención especializada con tecnología de punta
La dirección de Club Noel se mantiene a la vanguardia en tecnología y recursos, permitiendo que la clínica compita al nivel de las mejores instituciones internacionales de salud. El servicio de Cirugía cubre una gran variedad de especialidades quirúrgicas, entre las que destacan, Cirugía pediátrica general, Maxilofacial, Plástica y reconstructiva, Neurocirugía, Cirugía Craneofacial, Urología, Ortopedia, Otorrinolaringología, Gastroenterología, entre otras.
Esta área atiende entre 1.300 y 1.500 pacientes mensuales, incluyendo intervenciones programadas o de Urgencias, alcanzando 10.706 cirugías en 2023. Su personal se prepara para habilitar próximamente el servicio de Cirugía Cardiovascular Pediátrica.
Asimismo, el servicio de Cirugía Pediátrica se integra a otros servicios, como Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP), Hospitalización, Imagenología, Laboratorio y Patología Clínica, y manejo del dolor, garantizando un cuidado personalizado y humanizado. Este enfoque permite evaluar cada caso y seleccionar el tratamiento más adecuado.
Los tres quirófanos y las tres salas de procedimientos de Cirugía Pediátrica de Club Noel están equipados con tecnología de punta y un equipo humano especializado que monitorea y da soporte en cada procedimiento. El equipo quirúrgico, conformado por 115 profesionales, entre cirujanos, anestesiólogos, ayudantes quirúrgicos, instrumentadores, personal de enfermería, entre otros, es pieza clave para ofrecer una atención de calidad.
En nombre de la fe
El Club Noel también cuenta con un respaldo emocional y humano que permite que familias del Suroccidente y de otras partes de Colombia accedan a una atención integral sin necesidad de recorrer grandes distancias. “El Club Noel tiene un rol protagónico en el país al ofrecer atención para patologías complejas; es un recurso invaluable para la salud infantil en la región”, afirma el neurocirujano César Varón.
La madre del niño recuerda como en todo momento recibieron el apoyo y la empatía del personal de Club Noel, que dio palabras de fortaleza y esperanza, un gesto que ayudó durante los momentos de incertidumbre mientras intervenían a Martín. “Nosotros venimos de otra ciudad, y por eso Club Noel se convirtió en nuestro lugar seguro para mantener la esperanza a través de la fe, la unión entre familiares de los pacientes y la confianza de los procesionales en la clínica”, dijo.
“Somos devotos de la Virgen de la Medalla Milagrosa. Ella nos acompañó en casa, cuando rezábamos por Martín. Y cuando viajamos a Cali, le pedimos durante las siete horas que duró aproximadamente la operación”, asegura la señora Dazza, quien recuerda cómo los padres y familiares de otros niños le pedían sostener la imagen de la virgen entre sus manos para pedirles por la recuperación de su ser querido.
Por su parte, Jhonny, el padre de Martín, recordó que luego de la intervención, el niño fue trasladado a la UCI, donde el personal lo cuidó con esmero. Los detalles de la recuperación fueron supervisados por los médicos, 24 horas al día, lo que dio a los padres una enorme tranquilidad al saber que su hijo se recuperaba en buenas manos. “Nosotros aprendimos que, además del apoyo médico, la oración y la unión familiar son clave. Tuvimos que hacer sacrificios, organizar eventos y recurrir a nuestra comunidad para reunir fondos. Todo esfuerzo vale la pena cuando se trata del bienestar de nuestros hijos. La clínica Club Noel fue una puerta de esperanza, y para nosotros representó la oportunidad de darle a Martín la vida y calidad que merece”, sostuvo.
Para los padres de Martín, verlo recuperado es una bendición. El niño ha recuperado su movilidad; recuerda momentos importantes, como su fecha de cumpleaños, y se relaciona de una mejor manera con su entorno. “No solo estamos agradecidos con Dios y la Virgen Milagrosa, a quien siempre encomendamos la salud de Martín, sino también con cada profesional del Club Noel. Entregamos a nuestro hijo al equipo médico con plena confianza y fe, y ellos nos lo devolvieron sano. Ahora, nuestra familia está más unida y vivimos cada día como un regalo”, coinciden.
El caso de Martín Santiago y otros niños que han pasado por el Club Noel son ejemplo de cómo la medicina pediátrica especializada puede marcar una diferencia en la vida de una familia; una diferencia que nace no solo de la excelencia médica, sino de una visión de cuidado integral y humanizado en pacientes pediátricos de alta complejidad.