El glaucoma es una enfermedad crónica y lentamente progresiva que tiene como característica principal la afectación o daño del nervio óptico y pérdida del campo visual; siendo asociada, en la mayoría de las veces, con una presión elevada del ojo. Esta enfermedad, la cual se estima que más de 60 millones de personas en todo el mundo la padecen, pero solo la mitad lo sabe, es una de las causas principales de ceguera en el mundo, junto a las cataratas, la retinopatía diabética y otras problemáticas de la retina. Por lo general se da mayormente en las personas mayores de 60 años, pero puede aparecer a cualquier edad.
Teniendo en cuenta que no se puede recuperar la pérdida de visión ocasionada por el glaucoma, es importante visitar al oftalmólogo para realizar exámenes oculares periódicos que incluyan mediciones de la presión ocular para generar un diagnóstico temprano y poder tratarla adecuadamente, ya que, al detectarlo en una etapa temprana, es posible retardar o prevenir la pérdida de la vista.
El término glaucoma engloba un conjunto de trastornos oculares que provocan daños en el nervio óptico (el “cable” compuesto de fibras nerviosas que transporta la información de los ojos al cerebro), provocando la pérdida de visión y posible ceguera. Los daños a este nervio suelen ocurrir en su mayoría con presión intraocular alta, aunque también pueden presentarse cuando la presión ocular es normal o cuando se encuentra por debajo del nivel normal.
El promedio de esta presión oscila entre 10 y 20 milímetros de mercurio (unidad de presión manométrica), por ende, cuando se presenta una medida mayor o igual a 22 se considera como hipertensión ocular. Una vez que un número suficiente de células nerviosas han muerto, puntos ciegos o escotomas comienzan a aparecer en el campo visual, primero en la periferia y posteriormente en la visión central cuando llegan a una etapa avanzada.
La mayoría de pacientes con glaucoma no tiene síntomas y solo notan la enfermedad en una fase avanzada, es decir, es una enfermedad asintomática. Actualmente existen muchos exámenes clínicos que ayudan a los oftalmólogos a la detección temprana de la enfermedad, tales como la tonometría (medición de la presión intraocular), perimetría (examen del campo visual), gonioscopia (valoración del ángulo), tomografía (examen estructural del nervio óptico) o la oftalmoscopia (examen de la cabeza del nervio óptico).
La Clínica de Oftalmología de Cali está posicionada como la única institución del suroccidente colombiano que cuenta con todos los servicios de manera permanente en un solo lugar, y con los especialistas mejor capacitados para detectar, prevenir y tratar toda afección relacionada con cualquier patología visual. Nuestros médicos tienen en cuenta un sinnúmero de factores antes de poder diagnosticar un paciente con glaucoma, por lo que es importante agendar revisiones periódicas de los ojos con el fin de gozar la mejor salud visual posible. Programa tu cita, que el glaucoma no te robe la visión.