Hace 75 años tuvo lugar un evento que le cambió la vida a Cali. Se trató del Primer Congreso Eucarístico Bolivariano, para el cual se construyó un templete, que es la estructura alta que hoy distingue a la parroquia y con la que popularmente se conoce al barrio que lleva ese mismo nombre, El Templete.

Pero muchos caleños no saben que para esa época, 1949, la ciudad solo llegaba hasta el barrio El Cedro y San Fernando, y que la Avenida Roosevelt llegaba hasta el Santuario de La Milagrosa. Un poco más al sur estaba el Hipódromo, cuyo gerente generosamente donó los terrenos donde se construyó el Templete Eucarístico y se adecuó el espacio adonde llegarían 150 mil visitantes, casi la mitad de la población que Cali tenía entonces.

Por supuesto, no se tenía la infraestructura hotelera necesaria para albergar a quienes venían de Ecuador, Bolivia, Panamá, Venezuela y el resto de Colombia, por lo que familias de todos los estratos sociales se ofrecieron para hospedar a sacerdotes y laicos en sus casas. De igual forma, muchos feligreses de Cali, Buga y otras ciudades del Valle y de Medellín donaron sus joyas para que las fundieran y se pudiera construir, en oro puro y piedras preciosas, la custodia de 92 centímetros de altura que hoy permanece guardada en la bóveda del Banco de la República.

La segunda parte del proyecto comprende la bóveda del templo y las terrazas laterales, ya que en época de invierno, las lluvias caen dentro de la iglesia. | Foto: Wirman Ríos, El País.

En mayo de 1947, la firma Borrero & Ospina asumió el diseño y construcción del Templete Eucarístico, que tiene 44 metros de altura y está apoyado en 16 columnas. La obra tuvo un costo de cien mil pesos de la época, incluyendo la adecuación del terreno, alcantarillado, sonido e iluminación, que, sumados a otros gastos de la organización del Congreso, ascenderían a mil millones de pesos actuales, cuenta el arquitecto Fernando González Coca, quien se ha dedicado a investigar y recopilar toda la historia alrededor de ese evento, que jalonó el crecimiento de Cali hacia el sur y es solo comparable con los Juegos Panamericanos que también se realizarían en la ciudad en 1971. De hecho, la villa deportiva se instaló en los alrededores de la infraestructura urbana realizada para el Congreso Eucarístico.

El arquitecto precisa que los gastos del evento religioso fueron solventados con donaciones de fieles, la venta de una medalla conmemorativa acuñada del propio Congreso y con recursos de un sorteo extraordinario de la Lotería del Valle, como lo dispuso el Congreso de la República. También narra que las dos aerolíneas comerciales que operaban para la época ofrecieron tarifas bajas a los 10.000 peregrinos provenientes del resto del país y que Avianca llevó a toda la comitiva encargada de traer de Barranquilla la custodia en oro puro.

A su vez, el padre Diego Cortés, párroco de la iglesia Santísimo Sacramento, como se llama oficialmente la parroquia El Templete, afirma que, en el cuarto día del Congreso tuvo lugar La Noche de las Antorchas: desde las 10 de la noche miles de caleños partieron en procesión desde el Paseo Bolívar, llegando a la madrugada al Templete Eucarístico.

Y cuenta que el evento religioso también incluyó el Día Blanco, cuando doce mil niños hicieron la Primera Comunión vestidos de blanco, al igual que sus acompañantes, por lo que hay versiones que indican que fue desde entonces que Cali comenzó a ser llamada la Sucursal del Cielo, como lo ratificó después el maestro Jairo Valera, al escribir la letra de Cali Pachanguero.

Como se puede apreciar, el Congreso Eucarístico Bolivariano fue un evento muy importante a nivel cultural y religioso, por lo que los sacerdotes de la Orden de Carmelitas Descalzos, que desde 1951 tienen a su cargo el cuidado de la iglesia de El Templete, desarrollarán una variada programación para conmemorar los 75 años de su realización, que coincidirán las fiestas parroquiales.

“El martes 28 de mayo vamos a tener la presentación del vídeo ‘El Templete, un ícono para la Sucursal del Cielo’, que recoge lo que fue el Congreso Eucarístico y lo que hoy es la parroquia donde se celebró ese importante evento, entre el 26 y el 30 de enero de 1949. De igual forma, los días 29, 30 y 31 de mayo y 1 de junio vamos a celebrar las 40 horas de Adoración y Oración al Santísimo Sacramento”, comenta el padre Cortés.

Precisa que esa jornada empezará el miércoles 29 con una Eucaristía a las 7:00 de la mañana, y que desde las 8:00 hasta las 6:00 de la tarde “tendremos la exposición con el Santísimo, por lo que invitamos a todos los caleños para que se acerquen a nuestra parroquia a dar gracias a Dios, a orar y a participar también de estas efemérides”.

El párroco también cuenta que “el 1 de junio, a las 6 de la tarde, nos encontraremos en el Santuario de la Medalla Milagrosa, desde donde partiremos en una nueva versión de la Noche de las Antorchas hasta nuestra parroquia, donde celebraremos la eucaristía de vísperas del Corpus Christi, que estará a cargo de la Pastoral Social Afro de la Arquidiócesis de Cali”.

De igual forma, como hace 75 años, el domingo 2 de junio se ha denominado el Día Blanco, en conmemoración de la fiesta patronal de El Templete, por lo que habrá una procesión por las calles aledañas al templo y luego la Solemne Eucaristía, que será presidida por el Arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, y animada por el Coro del Seminario Mayor San Pedro. Y, como en toda fiesta, al final habrá una torta y un brindis para todos los asistentes.

El próximo sábado 25 de mayo se realizará un bingo bailable para recolectar fondos que permitan continuar con las obras. | Foto: Wirman Ríos, El País.

Pero una vez se terminen todas estas actividades, será imprescindible seguir adelante con la reparación del templo de la parroquia. “En octubre iniciamos el mantenimiento del Templete, pero una de las dificultades que tenemos es que, como esa estructura nunca recibió un adecuado mantenimiento, en un primer momento se pensó que los trabajos costarían alrededor de $200 millones y hoy en día estamos hablando de $250 millones”, explica el padre Cortés.

Y añade: “Luego tenemos la segunda parte del proyecto, que comprende la bóveda del templo y las terrazas laterales, ya que, lastimosamente, en esta época de invierno, las lluvias caen más dentro que afuera de la iglesia”.

Es por esto que este sábado 25 de mayo, en el Portal de La Hacienda, donde se hace la Feria Escolar del Sur, tendrá lugar un bingo bailable con el que se esperan recoger los $50 millones que hacen falta para completar las obras en El Templete.

“Vamos a contar con la participación de la Orquesta del Ejército Nacional, el Parrandón Vallenato de la Policía y artistas como el reconocido humorista Mariconsuelo. El bingo tiene un aporte de $30 mil por persona, con la posibilidad de ganarse un primer premio de un millón de pesos; el segundo es de $600 mil y el tercer premio son $400 mil” dice el sacerdote, antes de agregar que “el Templete es un ícono de Cali que no podemos dejar perder. Por lo tanto, hago un llamado a todas las personas que viven en Cali, e inclusive afuera, a que se unan para buscar los recursos que necesita este emblemático templo”.