Motivar a las jóvenes a conocer y trabajar en campos referentes con la ciencia y matemáticas, es alguna de los objetivos que hoy tienen el Programa de Ingeniería Bioquímica de la Universidad Icesi a través del Proyecto de Asistencia Comunitaria de Ingeniería Bioquímica, Becap, un proyecto de asistencia comunitaria de ingenieros bioquímicos.

Este proyecto empieza en el 2020 e inicia por el interés de que las niñas de colegios públicos conozcan las carreras STEM para programas relacionados con investigaciones como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Carolina Orozco, directora del Programa de Ingeniería Bioquímica, afirmó que, “según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, el 30% de investigadores en áreas de Stem, son mujeres, una cifra bastante baja”.

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Y que, además, según cifras del Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación, demuestran que solo 1 de cada 10 mujeres estudian en la universidad y menos del 2% elige estudiar una de esas carreras.

De esta manera, se procura captar la atención de las jóvenes desde los colegios en todo lo relacionado con innovación científico social a través de la Ingeniería Bioquímica para ofrecerles la oportunidad de hacer parte de una experiencia real en el laboratorio y la planta piloto en la Universidad Icesi.

“Se trata de una práctica de extracción de ADN, producción de chocolate, cata de café y todo lo producción de hongos comestibles, extracción de pigmentos, entre otras y teniendo como enfoque todo lo relacionado a las conexiones ancestrales, siendo esta una actividad muy participativa”, aseguró Carolina Orozco.

Por esa razón, la Universidad Icesi ha enfocado gran parte de este trabajo en conectarse con niñas de comunidades indígenas y afrodescendientes, “para enseñarles que las costumbres que han tenido de generación en generación, como por ejemplo la producción de chocolate a través del cacao que puede hacerse desde escala de laboratorio a escala industrial mediante la Ingeniería Bioquímica” añadió la Directora del Programa.

Posterior a esa primera participación que las chicas tienen, se decidió junto con los estudiantes de Ingeniería Bioquímica, que era muy importante acercarlas más al proceso, y una buena forma era con cultivos de bacterias con enfoque en biominería y café, que pueden ser enviadas al espacio exterior para conocer su comportamiento o desarrollo.

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De esta manera, una vez esas bacterias y café vuelven a tocar suelo, se puede compartir con las participantes el resultado que se obtuvo.
La ejecución de este proyecto ha llevado a Carolina Orozco Donneys a participar en universidades como Harvard, Standford y el MIT en Estados Unidos, a presentar el Proyecto Becap, y también, a enviar más bacterias al espacio. Además, publicaron un artículo en Science, una de las mejores revistas científicas del mundo que explica el alcance de este proyecto.

Sin embargo, para darle continuidad a esta iniciativa, ya que uno de sus objetivos es que las jóvenes puedan ingresar a la universidad a cursar alguno de los programas STEM, se deben generar conexiones con empresarios y fundaciones que sirvan de donantes para las becas.

Así, esta es iniciativa se desarrolla completamente desde Icesi con el único interés de ofrecer una oportunidad amplia de estudio para las niñas que no tienen garantías educativas en la región.

Eduardo Arbeláez, estudiante de séptimo semestre del Programa de Ingeniería Bioquímica y monitor del Proyecto Becap, dijo que esta es una iniciativa muy importante para el desarrollo de las comunidades que, por su contexto cultural, no ven como una posibilidad el ingreso a la universidad, además que desconocen de qué se tratan las carreras STEM y que hacer parte de ellas puede abrir la puerta a un nuevo mundo.

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“Lo que buscamos desde Becap es que las niñas puedan transformar su futuro haciendo parte de uno de los programas de ciencias, que crean en sí mismas y que a su vez logren transmitir ese mensaje a sus familiares, amigas o compañeras del colegio y así impactar positivamente a más comunidades”, aseguró el joven estudiante de Icesi.

También dijo que “el Proyecto Becap se encarga de mostrarle a las jóvenes que con conocimiento se aprenden aspectos que en un principio se pueden considerar como difíciles de alcanzar”. Generalmente las niñas que hacen parte de diferentes comunidades están realizando procesos importantes con recursos naturales como el manejo del agua, el uso del cacao, café y demás herramientas que han hecho parte de su diario vivir generación tras generación.

Igualmente expandir sus mentes genera posibilidades que llegan una vez entienden más a fondo el proceso, para identificar cómo pueden mejorar producto a futuro. Se trata de generar en ellas la curiosidad de qué puede llegar a pasar si día a día indagan más en los procesos.

Alianzas con organizaciones para lograr los objetivos

Unos de los factores principales es tener conexiones con organizaciones que tengan como misión ayudar a jóvenes de colegios públicos que estén terminando su bachillerato y que no cuentan con los recursos financieros suficientes para estudiar en una universidad con la calidad educativa como Icesi.

El objetivo es que aprendan y conozcan esta experiencia, por ejemplo, de las de las últimas 20 niñas que hicieron parte de las prácticas que llegaron la fundación del Ingenio Mayagüez, aproximadamente 17 están pensando en involucrarse en programas de ciencia o ingeniería. El proyecto ha logrado capacitar alrededor de 100 niñas.

Por esa razón, la participación de la fundación del Ingenio Mayagüez en este proceso ha sido importante, debido a que con algunos de los colegios que tienen a su cargo, ofrecen ese acercamiento a una experiencia real científica de las jóvenes, no solo en el laboratorio sino también en la planta piloto con la que cuenta la Universidad Icesi.

Jaime Quevedo, Director de la Fundación del Ingenio Mayagüez, comentó que “uno de los objetivos principales es ofrecer a los jóvenes educación de calidad a través de diferentes programas, uno de ellos ‘Mayagüez Ser – Pro-Mujer STEAM’ que beneficia a jóvenes de Pradera, Florida y Candelaria que hagan parte de este proyecto y que tengan como aspiración continuar con sus estudios y no tengan recursos para hacerlo”.

“La idea es abrir la puerta para que las mujeres se interesen en estudiar carreras científicas y tratar de romper la brecha de género o paradigma de que solo los hombres estudian estas carreras”, aseguró Quevedo.

En el desarrollo de esta propuesta por parte de la fundación, se conoció todo lo que se estaba ejecutando desde el Programa de Ingeniería Bioquímica con la directora Carolina Orozco.

De esta manera, se propuso que un grupo de niñas de grados décimo y once del Colegio Ana Julia Holguín pudieran hacer parte de la experiencia, conocer las instalaciones de la Universidad Icesi, el laboratorio y acercarlas a la práctica.

Sharon Hidalgo Collazos, estudiante de once de ese colegio, comentó que haber hecho parte de esa experiencia la ayudó a estar completamente segura de que quiere ejercer una carrera científica.

“Realmente agradezco la experiencia, fue bastante enriquecedora, el hecho de traspasar las barreras de lo teórico a lo práctico y expandir nuestros límites. Además de tener la oportunidad de acercarnos a lo que tanto nos interesa”, aseguró la joven Hidalgo.

Experiencia Becap en el espacio exterior

José Darío Perea, codirector Científico del Proyecto Becap y pionero en Colombia en enviar celdas al espacio fue quien hizo posible el envío de las bacterias y café al espacio. Además, es el líder del Proyecto de Astronautas Análogos y todos los intercambios que se hacen con la Nasa y la Agencia Espacial Europea.

Becap es el único proyecto en Colombia que cuenta con focos de trabajo de alto impacto social: el testeo de espacio exterior, es decir, la actividad que realizan con las niñas en cuanto al manejo de bacterias, hongos y energía solar en celdas solares.

Cuando estos organismos se disponen en las celdas en dispositivos llamados ‘Cubos en el Espacio’, un proyecto asociado a la Nasa, en el que se manejan dos tipos de viajes: uno hacia la estratósfera que es de 25 km a 40 km de la tierra en un globo aerostático, y el segundo, en un cohete que va a 150 km.

Sin embargo, para realizar esta práctica es importante primero hacer una prueba en tierra para determinar el comportamiento de esos organismos.

Por otra parte, Perea y la Directora del Programa de Ingeniería Bioquímica, Carolina Orozco, junto con Juan Carlos Velázquez, profesor titular en la Universidad del Valle; y Daniela Osorio, una joven de 18 años que empezará su pregrado en una universidad en Alemania, fueron invitados por agencias espaciales europeas a realizar un entrenamiento de astronautas análogos en Polonia en donde van a trabajar durante una semana y realizarán un proyecto similar como si estuvieran en el espacio.

Factores como estos hacen del Proyecto Becap, una interveción social única que cuenta con toda la experiencia de profesionales y que a su vez consideran aspectos como los saberes ancestrales con alto interés científico.