Cualquiera que piense que “Hips Don’t Lie” es la mejor canción de Shakira probablemente no ha escuchado el amplio y ecléctico catálogo de la artista. Es una pionera de la música, una artista que ayudó a tender puentes entre dos mercados dispares -América Latina y Estados Unidos- en una época en que la música latina se consideraba de nicho.
De hecho, Shakira ha sido utilizada para todo tipo de publicidad y es una de las caras más reconocidas de la industria. Incluso ha recibido intentos de ser la cara de ciertos casinos, donde se ofrece jugar a la ruleta online, pero es algo que todavía no se ha producido.
Después de triunfar con cuatro álbumes en español, en 2001 irrumpió en el mercado estadounidense con su sencillo “Whenever, Wherever”, demostrando de inmediato su atractivo como artista transversal, ya que su primer álbum en inglés, Laundry Service, debutó en el número 3 de la lista Billboard 200 y fue certificado triple platino.
El álbum ofreció al público estadounidense una muestra de lo que estaba por llegar, mostrando su voz característica y distintiva, y la canción la catapultó a la fama. A continuación, descubrimos cuáles son las canciones más populares de Shakira a lo largo de su trayectoria musical.
La Tortura
No sólo es el mejor videoclip de Shakira, sino la mejor canción de Shakira. Alejandro Sanz y Shakira canturrean a un irresistible ritmo de pop-reggaeton sobre el hecho de desear tanto a alguien que parece una tortura no estar con esa persona, de necesitarla tan desesperadamente que harían y dirían cualquier cosa para conseguirlo.
El vídeo transmite este mensaje visualmente, con Shakira irradiando sensualidad con sus caderas y sus ojos (y en algunas partes, cubierta de algún tipo de líquido negro). Es un recordatorio apropiado de que el amplio catálogo de vídeos musicales de Shakira es más que un escaparate para su música, sino una plataforma para algunos de los movimientos de baile más hipnotizantes de nuestro tiempo.
Lo hecho está hecho
Shakira domina con soltura un lenguaje que es famoso por ser difícil de dominar: el lenguaje corporal. A lo largo de este seductor vídeo, ella y su pareja (el talentoso Daniel «Nube» Campos) cuentan una historia a través de un cautivador baile interpretativo sobre una cama. Cualquiera que la haya visto bailar sabe lo bien que mueve las caderas, pero en este vídeo aniquila una coreografía desafiante y fluida no sólo sola, sino también en pareja.
Tanto si sabes español como si no, la historia de estos dos amantes que atraviesan problemas sentimentales es obvia y trasciende la palabra hablada.
Whenever, Wherever
La cantante colombiana es una compositora de talento, que impregna a sus canciones de una bohemia natural, en particular en los álbumes Pies Descalzos y Donde Están Los Ladrones. Su primer álbum en inglés, Laundry Service, de 2001, incluye su éxito «Whenever, Wherever».
Fue la primera vez que muchos oyentes escucharon su peculiar estilo de composición, que en esta canción incluye la inolvidable frase icónica: “Suerte que mis pechos son pequeños y humildes, para que no los confundas con montañas”.
En el vídeo musical, es una fuerza de la naturaleza que lucha contra los elementos, presentándose como una maravilla del mundo. El vídeo desempeñó un papel fundamental en el éxito de su crossover.
She Wolf
She Wolf, de 2009, supuso un cambio sónico para Shakira. En este tema, Shakira hace gala de su músculo camaleónico, desviándose de su característico rock latino hacia elementos más sintetizados y electropop. Sus bailes son siempre un espectáculo, pero en este vídeo destacan su flexibilidad y sus contorsiones corporales.
Un momento especialmente alucinante es cuando tiene los pies firmemente plantados en el suelo mientras se inclina en un ángulo de 45 grados, una verdadera proeza de fuerza. Para personificar a esta loba insaciable, se mete en una jaula y lanza la pierna por encima del hombro, colgando del techo de la jaula. Es un espectáculo emocionante.
Beautiful Liar
“Beautiful Liar” es un tema infravalorado del catálogo de Beyoncé. En ese momento de su carrera, ya había cautivado a sus fans con su álbum de debut en solitario de 2003, Dangerously in Love, y estaba en camino de convertirse en una superestrella con una serie de éxitos de su segundo disco, B’Day.
Este sensual tema con Shakira apareció en la versión de lujo de ese álbum. Ofreció a cada artista la oportunidad de aprovechar el estrellato de la otra y combinar sus estilos musicales: el hip hop y el R&B de Beyoncé con el toque latino y árabe de Shakira. El baile simétrico a los dos minutos dispara este vídeo al número 5 de esta lista gracias a la sincronización. Es una actuación eléctrica y asombrosa.
Chantaje
Este vídeo es un ejemplo más de que Shakira sabe elegir bien a sus colaboradores. El año anterior a esta colaboración, Maluma había alcanzado el éxito con su segundo álbum, Pretty Boy, Dirty Boy, que debutó en el primer puesto de la lista Billboard Top Latin Albums. Ella lo sacó del mar de artistas prometedores para crear una canción de reggaeton con bombos y platillos que equiparaba a sus amantes con el «chantaje».
La colaboración tuvo éxito: el vídeo se convirtió en Vevo Certified en YouTube, alcanzando 100 millones de visitas en 19 días, eclipsando el récord anterior de 21 días. Más tarde se convirtió en el vídeo español que más rápido alcanzó los mil millones de visitas.
Can’t Remember to Forget You
Shakira sabe cómo elegir a un colaborador con el que causar sensación, y en 2014 eligió a la superestrella mundial Rihanna para que la ayudara en «Can’t Remember to Forget You», un corte de su álbum homónimo.
Rihanna llevaba dos años sin publicar su anterior proyecto, Unapologetic, que marcaba el final de su racha de lanzamientos anuales de álbumes. Los fans estaban hambrientos de cualquier novedad, canción o vídeo, lo que contribuyó a una respuesta entusiasta cuando ambos anunciaron su colaboración.
Desde que se publicó el vídeo hace casi una década, ha acumulado 1.200 millones de visitas. La canción es una divertida colaboración con tintes tropicales sobre el intento de superar a un ex que claramente no es lo bastante bueno cuando no puedes evitar recordar sólo las partes buenas de la relación.