Antes de que llegara la pandemia algunas personas presentaban disminución o pérdida del olfato en su diario vivir, molestia con la que se acostumbraban a vivir y no le prestaban mayor atención. Ahora, con el covid-19, todos están mucho más alerta con el olfato y el gusto, pues es uno de los síntomas que produce este virus cuando se encuentra en el cuerpo. Sin embargo, cuando se va el olfato y el gusto no siempre es debido al coronavirus, también existen otras enfermedades que se manifiestan de esta manera, poco conocidas por la comunidad, una de ellas es la rinosinusitis crónica con o sin pólipos nasales.

La rinosinusitis es la inflamación de la mucosa que recubre la nariz y los senos paranasales y, dependiendo de la duración de la enfermedad puede ser aguda o crónica. La primera tiene una duración de menos de 12 semanas y se evidencia una resolución completa en ese periodo de tiempo con los tratamientos, pero cuando se convierte en crónica los síntomas son persistentes y la persona en vez de mejorar empeora, aumentando sus molestias. En el ámbito mundial, entre 1 a 3 de cada 100.000 pacientes presentan pólipos, masas que se producen por una inflamación del cuerpo frente a alguna sustancia, virus, bacteria o ácaros que entran al organismo.

En esta enfermedad por lo general se presentan 4 síntomas principales: dificultad para respirar por la nariz, es decir, obstrucción nasal, nariz bloqueada o congestionada, secreción de moco abundante con características diferentes como mayor espesor y densidad, dolor en la cara o cabeza y disminución o pérdida completa del olfato.

Pólipos nasales

La prolongación de esta inflamación puede provocar la aparición de un tejido especial que es conocido como pólipo nasal o más conocido como la mucosa que hay dentro de la nariz llevada a un grado máximo de inflamación, con un aspecto grisáceo y gelatinoso, pero consistente. “Es como si tuviéramos un tejido delgadito y le vamos poniendo agua constantemente, entonces se empieza a engrosar, llegando a un punto donde no se puede expandir más y se empieza a brotar como si fuera una ampolla y, finalmente, aparece el pólipo”, asegura Juan David Bedoya, médico y cirujano especialista en Otorrinolaringología.

Dependiendo de la severidad los pólipos serán los encargados de generar un mayor deterioro en la calidad de vida del paciente, si es pequeño no afectará mucho, pero cuando se convierte en severo provocará que los síntomas se intensifiquen más.

“Los pacientes pueden presentar daños en sus esferas sociales y emocionales: Primero, la calidad de sueño, porque presentan dificultades para conciliarlo o para mantenerse dormido, por lo tanto, no duermen bien y al otro día están desgastados. Segundo, el relacionamiento social y emocional que tienen los pacientes, pues se sienten frustrados, deprimidos, porque no pueden asistir a una cena con sus amigos porque no les huele nada y cuando uno tiene deterioro en las fibras olfativas el gusto también se ve afectado, no se pueden enterar si hay una fuga de gas o si algo se está quemando, el sentido del olfato cobra una importancia muy grande”, explica Diana Martínez, médica de enlace científico de Inmunología de SANOFI.

Una forma de identificar si se está presentando covid o rinosinusitis crónica está en la pérdida o disminución del olfato, pues con el virus se presenta este síntoma, pero cuando pasa la infección este problema se resuelve. En la rinosinusitis crónica con pólipos nasales es todo lo contrario, se presenta un daño inflamatorio donde intervienen células y transmisores diferentes que hacen que se pierda el olfato o que se disminuya, pero por un tiempo muy prolongado.

Algunos estudios han demostrado que esta enfermedad se debe a una relación disfuncional entre la persona y el medio ambiente, pero estos dos factores aún no están claros y cambian en todas las situaciones. También, puede estar relacionado con alergias respiratorias o enfermedades pulmonares como el asma, o a factores químicos, alérgicos, anatómicos o genéticos.

Diagnóstico

Para diagnosticar la rinosinusitis crónica con pólipos nasales el especialista parte de los síntomas del paciente, y, para tener hallazgos objetivos se realiza una endoscopia nasal, con esto pueden observar la nariz por dentro y saber si hay pólipos, secreciones alteradas y si el aspecto de la mucosa es la adecuada o no. También se puede llevar a cabo una tomografía, la cual permite ver de forma objetiva el engrosamiento de la mucosa. Sin embargo, esta práctica es menos específica ya que se pueden confundir resfriados o crisis alérgicas.

Tratamientos

Como esta enfermedad afecta tanto la calidad de vida de la persona es necesario el uso de medicamentos persistentes, algunos de ellos pueden aplicarse dentro de la nariz, esteroides nasales que ayudan a desinflamar la nariz, en algunas ocasiones se usan antibióticos, se hacen lavados con solución salina para que ese moco salga más fácil y esté limpia la nariz y, por último, está la opción de la cirugía, pero todo dependerá del grado de severidad de la enfermedad.

En los últimos años se han implementado tratamientos innovadores con la ayuda de medicamentos biológicos, los cuales ayudan a tener una mejoría significativa del olfato. De acuerdo con el especialista en otorrinolaringología, este tratamiento hace parte de la medicina de precisión, donde se pretende encontrar el mecanismo de fisiopatología específico de la enfermedad para modificarlo y producir un fármaco que interactúe directamente con esto

“Se está cambiando el pronóstico de una enfermedad tan grave como esta, hay desarrollos para el melanoma y para muchos tipos de cáncer. Cada vez más vamos en este camino de encontrar estos medicamentos y seguramente en el futuro cada una de las enfermedades podrá tener un tratamiento con este nivel de selectividad”, dice Bedoya.

Es importante aclarar que esta enfermedad no tiene cura, pero sí se puede controlar con los diferentes medicamentos y tratamientos para que sus síntomas sean menores y, de esta manera, la calidad de vida no se vea tan afectada. ”Se ha visto en los estudios que cuando se suspenden los tratamientos, los síntomas comienzan a reaparecer, de allí la importancia de que el paciente siga al pie de la letra las recomendaciones del médico tratante”, afirma Martínez.

De acuerdo con las guías internacionales hay tres pilares principales para el tratamiento de estos pacientes dependiendo la severidad de la enfermedad. Primero están los corticoides en spray nasal u oral para controlar la enfermedad. La cirugía, que se lleva a cabo cuando la persona no tiene una adecuada respuesta a los tratamientos, puede realizarse para quitar el pólipo o para retirar gran parte de la mucosa que está en la nariz. Este procedimiento se hace de manera endoscópica para revisar el interior de la nariz, sin embargo, la persona puede tener diferentes riesgos. Por último, está la terapia biológica, que consiste en aplicar un medicamento a los pacientes vía subcutánea para controlar la reacción del sistema inmune para que haga sus funciones normales y no de manera exagerada.

¿Relación con el asma y la dermatitis atópica?

La rinosinusitis crónica con pólipos nasales tiene una relación directa con estas dos enfermedades, pues en ambas el paciente presenta inflamación tipo 2. Este es un mecanismo normal que tiene el cuerpo de respuesta contra los parásitos, lo anormal es cuando esta inflamación se activa y nunca cesa y, cuando esto sucede, puede manifestarse en los pulmones como asma, en la piel como dermatitis atópica o en la nariz como rinosinusitis crónica con pólipos.

Es muy probable que los pacientes con rinosinusitis crónica con pólipos desarrollen enfermedades relacionadas:

Coexistencia con asma: 50 a 60%
Con rinitis alérgica: 75%
EREA: 10-20%
Dermatitis atópica:20-30%

Recomendaciones

Según los expertos, la mejor manera de llevar esta enfermedad es tener un buen seguimiento a los tratamientos que fueron establecidos por el especialista, ayudarse con lavados nasales y evitar que esta enfermedad se apodere de la persona para que no afecte tanto su calidad de vida. Además, si los síntomas están empeorando hacérselo saber a su médico tratante, ya que esto demuestra que los tratamientos implementados no están funcionando de la mejor manera, por ende, se deberán hacer cambios para volver a controlar la enfermedad.

“Lo que siempre les digo a los pacientes que por lo general llegan con desespero y están cansados de tomar antibióticos y que no hagan efecto es que esta es una condición que lo acompañará toda la vida, no es una enfermedad para pelear con ella sino para entenderla, para hacer un tratamiento adecuado, no es normal no tener olfato, no es normal no respirar por la nariz, tener secreciones muy densas. Lo mejor es que si la persona tiene síntomas acuda al especialista para encontrar un diagnóstico más preciso”, recomienda Juan David Bedoya, médico y cirujano especialista en otorrinolaringología.

Estrategias que implementa SANOFI para sus pacientes

Con el fin de velar por el bienestar y mejor calidad de vida de sus usuarios, SANOFI lleva a cabo campañas con Otorrinos para que conozcan las diversas terapias que hay y vayan perfilando de la mejor manera sus pacientes. Toda el área médica de SANOFI perteneciente a inmunología está trabajando en pro de apoyar científicamente a las personas para que cada día estén mejor enterados sobre estas formas de tratamiento, ofreciéndoles un programa de apoyo con enfermeras para que los acompañe y les ayude con sus terapias de reentrenamiento del olfato, para que poco a poco vayan entrenando su nariz.

Además, ofrecen una serie de webinars por medio de la página 1 doc 3, donde brindan información sobre la enfermedad y cuál es la diferencia con el covid, esto ha logrado que los pacientes conozcan más sobre la rinosinusitis. También cuentan con la plataforma SOFI, netamente médica que alberga casos clínicos con especialistas para que los otros médicos puedan aumentar su conocimiento. En la página web https://www.asmabajocontrol.co/polipos-nasales las personas podrán tener mayor información sobre esta enfermedad.