El asesinato de 8 personas, todos hombres y recolectores de café, durante la madrugada de este domingo en el municipio del suroeste antioqueño, Betania, movilizó todas las fuerzas del Estado, que desde esta mañana desarrollaban un consejo extraordinario de seguridad.

El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, anunció un equipo especial de la Dijín para avanzar en el esclarecimiento de los hechos que tuvieron lugar en Betania y la recompensa de 50 millones por información que lleve a sus responsables.

La masacre ocurrió en la finca La Gabriela, ubicada en la vereda La Julia, a 5 kilómetros del casco urbano del municipio. Según primeras declaraciones del alcalde local, Carlos Mario Villada, ninguna de las víctimas mortales reside permanentemente en Betania y estaban en dicha finca desde el sábado.

El ministro Trujillo, se desplazó hacia al municipio, donde lideró el consejo de seguridad junto al Gobernador Aníbal Gaviria. 

“Necesitamos la colaboración activa y armónica de la ciudadanía con el Estado para capturar a los narcotraficantes, principales enemigos de Colombia. Tenemos que acabar con los cultivos ilícitos, porque de esos cultivos surge la plata que utilizan las organizaciones criminales para cometer masacres y acabar con los líderes sociales”, señaló el Ministro luego del consejo.

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“Hago un llamado hoy, desde Antioquia, a una colaboración armónica de todos los poderes para acabar con los cultivos ilícitos, los colombianos necesitan esa colaboración”. 

De igual forma, declaró como objetivo prioritario de la fuerza púbica desmantelar la subestructura suroeste del Clan del Golfo, responsable, según dijo, de la mayoría de los homicidios de la región. Y en esa línea, anunció otra recompensa de 200 millones de pesos por información que conduzca a la captura del cabecilla de esta estructura, alias Ruben.

Además, se recompensará con 30 millones cualquier indicio que lleve a la captura de integrantes que conformen este grupo criminal. “Este cartel de los más buscados será difundido ampliamente en todos los municipios de la región y del departamento”, se dirigió Trujillo a Gaviria.

Junto a estas medidas, la fuerza pública desplegará un plan de choque en la región con el objetivo de identificar y judicializar a los “jíbaros” que se infiltran en las fincas cafeteras.

“Se conformarán patrullas mixtas de Ejército y Carabineros para hacer un plan de visitas a la fincas y se fortalecerá la red de participación cívica en la región. Con la Gobernación, las autoridades locales y gremios cafeteros, implementaremos un registro de recolectores para tener un control sobre personal contratado en las fincas”, adelantó.

Por último, anunció que la Policía Nacional enviará un oficial superior para implementar un nuevo comando operativo para el suroeste, y el Ejército enviará un refuerza de 90 soldados. Todo esto estará acompañado de una campaña especial para prevenir el consumo de sustancias dentro de las fincas.

“Aquí tenemos el mayor incremento en ese delito de toda Antioquia. Nos hemos trazado un plan con los alcaldes para que el año 2021 sea el año de quiebre de esta tendencia. Y para eso es fundamental un esfuerzo conjunto”, dijo el gobernador Gaviria.

En un reciente informe de El Colombiano sobre la situación de seguridad del departamento, fuentes de inteligencia consultadas señalaron que el suroeste sufre dos tipos de confrontaciones bélicas: la primera, que ocurre en las áreas rurales, tiene que ver con el enfrentamiento del Clan del Golfo y la guerrilla del Eln, que se disputan los corredores de movilidad entre la subregión y el sur de Chocó.

La segunda, se relaciona con choques entre bandas delincuenciales locales y las provenientes de otros lugares, por el control del tráfico de estupefacientes en los centros urbanos.