Un juez penal de control de garantías envió a la cárcel a 14 posibles integrantes de una red de la subestructura del ‘Clan del Golfo’ en Bahía Solano y Nuquí, en el departamento del Chocó.

Este grupo ilegal, al parecer, garantizaba el transporte y la logística necesaria para sacar toneladas de clorhidrato de cocaína por las costas del Pacífico Colombiano.

Para sostener financieramente el aparato criminal y someter a la población se valían de la venta de estupefacientes, la extorsión, la amenaza y los ataques armados contra comerciantes, operadores turísticos y personas que llegaban a conocer la región.

De acuerdo a la Fiscalía, 12 personas fueron desplazadas por esta red y buscaron protección en Quibdó y Medellín ante el temor de ser asesinados por no poder cumplir con las exigencias de dinero.
Además, se acreditó que los responsables del ataque armado a dos hermanos en el sector habría sido propiciado por hombres pertenecientes a esta red criminal. En esa ocasión, los delincuentes habrían atacado a los hombres por ser supuestos colaboradores del ELN.

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Las víctimas quedaron gravemente heridas y fueron trasladadas a un centro asistencial, al que intentaron ingresar los sicarios para asesinarlas, pero gracias a la acción oportuna de las autoridades se logró impedir el doble homicidio.

La Fiscalía imputó a los detenidos delitos correspondientes al rol que cada uno desempeñaba: concierto para delinquir agravado, desplazamiento forzado, tentativa de homicidio, amenazas, extorsión; fabricación, tráfico o porte de armas de fuego; y fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.

Entre los procesados está el señalado cabecilla, identificado como Luis Fernando Becerra, quien también sería el encargado de imponer las cuotas extorsivas a comerciantes, dueños de hoteles y restaurantes.

Junto a él Fauner Lerma Castillo, alias Alex, un guarda de seguridad quien sería el encargado de alertar los movimientos de la fuerza pública y el traslado de tropa para facilitar la ejecución de actos delictivos. Los demás asegurados estarían dedicados a la venta de estupefacientes al menudeo, al contacto e intimidación a las víctimas de extorsión y a aspectos de logística criminal.